La Familia Real británica se ha despedido este domingo de un miembro veterano que era "muy querido" por la difunta reina Isabel II tras quince años de "noble servicio". Tyrone, un caballo ceremonial que ayudaba a tirar de los carruajes que transportaban a Carlos III, otros miembros de su familia y sus invitados, ha completado oficialmente su servicio -por así decirlo-.
El robusto caballo de tiro irlandés ha cumplido silenciosamente con su deber en casi todas las ocasiones reales de estos últimos años, tirando de carruajes que pesaban hasta cuatro toneladas y manteniendo la calma en medio de multitudes exaltadas. No es de extrañar que fuera uno de los favoritos de la difunta Reina, que solía pasar por los establos de Royal Mews para darle de comer zanahorias.
Desde su debut real llevando a la reina Isabel II a la apertura solemne del Parlamento en 2012, hasta su última función pública el mes pasado, transportando al rey y a la reina durante la visita de Estado del presidente Macron, Tyrone nunca ha dado un paso en falso. La semana pasada, Tyrone, de 19 años, dejó finalmente atrás los arneses y los carruajes para comenzar una merecida jubilación. Se reunió con su padre, Storm, de 26 años, y su hermana, Meg, de 20, ambos antiguos caballos de carruaje real, en el Horse Trust de Buckinghamshire, y pasará el resto de sus días pastando en el santuario para caballos jubilados de Chiltern Hills.
Tyrone mide 1, 78 metros de altura y los visitantes de los establos de la Royal Mews del Palacio de Buckingham se maravillaban de su temperamento dócil, mientras que su compañero de cuadra, Harry, un caballo bayo de Cleveland, competía por llamar la atención. El pasado mes de junio, cuando la princesa de Gales hizo su primera aparición pública en la ceremonia Trooping the Colour tras anunciar su diagnóstico de cáncer, se le encomendó a Tyrone llevar a Kate y a sus tres hijos en la carroza Glass State Coach desde el Palacio de Buckingham hasta Horse Guards Parade y de vuelta.
El coronel Toby Browne, ayudante de caballería de la corona que supervisa las Royal Mews dijo a The Times: "La reina mostró un gran interés y le encantó el hecho de que hubiera una conexión familiar con Tyrone, Storm y Meg. Es un tipo muy popular, uno de los favoritos de los fans. Todo el mundo quiere a Tyrone. Es totalmente fiable, muy trabajador y realmente se merece su jubilación".