La presencia de Rania de Jordania, los príncipes Hussein y Rajwa y la hija de estos, la pequeña princesa Iman de diez meses en Venecia, ha sido la gran sorpresa de la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, el enlace del año. Hasta ahora, se desconocía la relación de amistad que tenía la Familia hachemita con el fundador de Amazon, un vínculo que comenzó hace casi una década.
En el otoño de 2016, cuando el millonario aún no había comenzado a salir con Lauren Sánchez, fue recibido por los reyes Abadalá y Rania en el Palacio Al Husseiniya de Amán, una de las residencias oficiales del monarca. Bezos participó de la reunión como director ejecutivo de Amazon en la que se trató el tema de los privilegios e incentivos de inversión que ofrecía la economía jordana, así como la ubicación estratégica del Reino hachemita en el ámbito geográfico como plataforma económica para llegar a los mercados regionales e internacionales.
En ese encuentro, el Rey jordano y Bezos abordaron los planes de futuro de Amazon, así como la capacidad de Jordania como centro regional para atraer inversores en el sector tecnológico por los recursos humanos cualificados y las infraestructuras. Bezos elogió entonces los incentivos de la economía jordana y el clima de inversión del Reino, lo que resaltó la importancia del mercado jordano como destino para varias empresas internacionales. El sector tecnológico supone el 12% del PIB de Jordania.
Es probable que tras la ceremonia de matrimonio de este viernes, la Familia Real hachemita permanezca en Venecia hasta el sábado, día en el que el heredero al trono cumplirá los 31 años, acompañado por su madre, su mujer y su hija.