La primera jornada de la cumbre de la OTAN, que reúne a los treinta y dos aliados, ha concluido. Para cerrar el día, los reyes de los Países Bajos ofrecieron una cena de gala en el Salón Naranja del Palacio Huis ten Bosch, conocido como "la casa del bosque". Al evento asistieron los jefes de Estado y de Gobierno desplazados hasta el país para esta importante cita diplomática, que se está celebrando desde este martes hasta el miércoles en La Haya. A su llegada, los invitados fueron recibidos por los monarcas Guillermo y Máxima de Holanda, junto a su hija, la princesa Amalia, quien acaparó todas las miradas, ya que en su última aparición pública llevaba el brazo en cabestrillo.
El rey Guillermo Alejandro, la reina Máxima y la princesa Amalia saludaron personalmente a cada uno de los jefes de Estado y de Gobierno a su llegada al Palacio Huis ten Bosch en La Haya, previo a la cena de gala que cerró la primera jornada de la cumbre de la OTAN. La velada tuvo lugar en el Salón Naranja, un espacio emblemático donde hace 126 años se celebró la Primera Conferencia de la Paz de La Haya, un evento clave para promover soluciones pacíficas a los conflictos internacionales. Para la ocasión, que exigió una estricta etiqueta con traje de chaqueta y corbata para los hombres y estilismo elegante y conservador para las mujeres, la princesa Amalia, cuya asistencia no se había anunciado previamente, destacó con un sofisticado mono azul marino con escote en V, mangas cortas y lazos en sus extremos. Completó su look con altísimos stilettos a juego, el cabello suelto con ondas suaves y unos llamativos pendientes dorados que realzaban su presencia ante los invitados. Este saludo protocolario marcó el inicio de una velada diplomática de alto nivel, donde el rigor y la tradición se combinaron con un ambiente de respeto y cordialidad entre los países aliados.
Fue el pasado 10 de junio cuando saltaron todas las alarmas al conocerse que la heredera al trono había sufrido un accidente. Amalia, la hija mayor de los reyes Guillermo y Máxima, es una apasionada del mundo ecuestre y sufrió una caída mientras practicaba una de sus grandes aficiones: la equitación. El incidente le provocó una fractura en el brazo que requirió una intervención quirúrgica de urgencia. El Servicio de Información del Gobierno (RVD) confirmó la noticia mediante un escueto comunicado que reproducimos a continuación: "La Princesa de Orange se fracturó el brazo hoy tras caerse de su caballo. Será operada en el UMC Utrecht. Se ofrecerá más información en cuanto quede claro cuáles serán las posibles consecuencias para las obligaciones oficiales y otros compromisos".
Ocho días después de su accidente, el 18 de junio, la princesa Amalia de los Países Bajos reapareció públicamente por primera vez. Lo hizo del brazo de su padre, el rey Guillermo Alejandro, en su primer acto oficial tras haber sido operada de urgencia debido a una fractura en el brazo. En este regreso, la heredera al trono acompañó al monarca en una ceremonia militar celebrada en el Cuartel Príncipe Bernardo de Amersfoort, donde se entregó el nuevo estandarte al Regimiento de Húsares Princesa Catalina-Amalia. Durante esta aparición, en la que lució un cabestrillo pero se mostró visiblemente recuperada, Amalia dejó claro que se encuentra en buen estado. A este acto se suma el de hoy, lo que confirma que la hija de los Reyes está completamente recuperada y que, afortunadamente, todo quedó en un susto.
El look de Máxima de Holanda
Para esta cita tan importante, la reina Máxima ha elegido un mono de seda suave en color verde lima de profundo escote en "V" que estiliza la figura, pantalón palazzo y mangas de murciélago que crean la ilusión de una suerte de capa integrada con cada movimiento. El diseño, de la firma belga Natan, es el modelo Rippas, con corte en la cintura y fruncido central. El look se completa con stilettos de ante color ocre y la impresionante garceta de diamantes compuesta por doce ramitas que la reina Emma recibió como regalo de bodas en 1879 y que en ocasiones Máxima ha lucido como adorno en la cabeza y ahora sobre el hombro izquierdo a modo de broche.
Un look al que ha puesto el toque final con una pulsera de las Indias Orientales Holandesas, un impresionante brazalete de 1700 diamantes engastado en La Haya que recibió la princesa Juliana de los Países Bajos en 1937 como regalo por su matrimonio con el príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfels. Un look que conecta pasado y presente en el que la Reina combina la modernidad del mono perfecto para invitadas de verano con joyas cargadas de historia.