El emotivo mensaje de Farah Diba a su nieta Iman por su boda: el deseo de quien lo tuvo y lo perdió todo

Farah Diba fue emperatriz y símbolo del poder de la monarquía iraní, pero el destino le tenía preparado otro camino: uno marcado por la pérdida en todos los sentidos. Solo un año después de que triunfara la Revolución Islámica de 1979 y la familia Pahlavi tuviera que abandonar el país, su marido, el Sha de Persia, falleció. Esta solo sería la primera de tragedias que irían llegando a su vida, entre ellas la muerte de dos de sus cuatro hijos. Cuarenta y cinco años después de que comenzara ese exilio, Farah Diba, que ha llevado una existencia discreta entre Estados Unidos y Francia, ha reaparecido a sus 86 años para ser testigo de la boda de una de sus tres nietas, Iman Pahlavi. La antigua emperatriz ha querido compartir el gran día y lo ha hecho transmitiendo un sencillo pero emotivo mensaje. ¿Qué puede desear para su nieta una mujer que por amor lo tuvo y lo perdió todo? 

"Felicidades por la boda a mis queridos Iman y Bradley. Les deseo muchos años de salud, felicidad, éxitos, cielos azules y sol", ha escrito Farah Diba en sus redes sociales acompañando el mensaje con una foto que no se había publicado hasta ahora en al que está junto a su nieta Iman y su marido, Bradley Sherman. Hay que recordar que la pareja, que se prometió en Bahamas en el año 2023, había celebrado su boda civil en Nueva York hace un mes y, en esa ocasión, no se compartieron imágenes de la presencia de Farah Diba, lo que dio la primera pista de que la antigua familia real de Persia preparaba una gran boda y que sería entonces cuando no faltaría la emperatriz. 

© Iman Pahlavi

© Iman Pahlavi

La novia, Iman, es una de las tres hijas del príncipe heredero, Reza Pahlavi, que guarda un asombroso parecido físico con su padre y es una figura muy activa en la oposición al régimen iraní. Ellas tres nacieron en los Estados Unidos, sin embargo, nunca han dejado de sentirse conectadas con sus raíces y han mantenido un fuerte vínculo con la historia y la lucha familiar. Iman, junto con sus hermanas Noor y Farah, ha participado en iniciativas que promueven los derechos humanos y la libertad en Irán. Además, ha mostrado un especial interés en la preservación del legado de los Pahlavi, defendiendo la visión de su padre sobre el futuro político del país. Así que la boda, como no podía ser de otro modo, estuvo llena de referencias a la cultura iraní y contó con invitados ilustres, empezando por la propia Farah Diba o Arash Labaf, uno de los cantantes iraníes más famosos. 

© Noor Pahlavi

Su historia de amor con el Sha de Persia

En su deseo, el que Farah Diba trasmite más como abuela que como la emperatriz que un día fue, prima la salud y la felicidad. En esto pone énfasis una mujer que fue protagonista de una historia fuera de lo común. Su amor con el Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, tuvo un aire de cuento de hadas, pero con un trasfondo mucho más complejo. Farah fue la tercera esposa del monarca, quien ya había pasado por dos matrimonios fallidos antes de conocerla. Su primer matrimonio con Fawzia de Egipto (hermana del rey Faruk) fue un acuerdo político y esa relación nunca prosperó; mientras que su segunda esposa, Soraya Esfandiary, sí despertó un amor genuino, pero la falta de un heredero varón terminó en divorcio. Cuando Farah apareció en su vida, el monarca no solo buscaba amor, sino también una esposa que pudiera darle descendencia.

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Farah lo tenía todo: era una joven iraní educada en París, tenía una combinación de modernidad y tradición que cautivó al Sha y que encajaba en el proyecto que tenía para su monarquía. Se casaron en diciembre de 1959, y ella se convirtió en emperatriz de Irán, un título que nunca concedió a las esposas anteriores. Su matrimonio duró 20 años y compartieron momentos de felicidad y lujo, hasta que enfrentaron la presión política y el posterior exilio tras la Revolución Islámica de 1979. 

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A pesar de los desafíos, Farah Diba siempre se mantuvo leal a su marido, incluso en los momentos más difíciles. Aunque él se murió pronto, un año y medio después de comenzar el exilio aquejado de un cáncer que padecía en secreto. Así que Farah Diba terminó enfrentándose a lo peor sola. De los cuatro hijos que tuvieron dos Alí (1966-2011) y Leila (1970-2001) encontraron la muerte en trágicas circunstancias. Quedan los dos mayores, Reza (1960) el ansiado heredero que ahora ha llevado a su hija al altar, y Farahnaz (1963), que hace años que apostó por una vida y alejada del foco mediático.