El pasado 20 de diciembre, el Periódico de Gobierno griego, equivalente al Boletín Oficial del Estado, anunció que los cinco hijos del rey Constantino —Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Philippos —, junto con los cinco nietos que son hijos del primogénito, fruto del matrimonio de los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia —María-Olimpia, Constantino-Alexios, Aquiles-Andreas, Odiseo-Kimonas y Arístides-Stavros—, habían obtenido la ciudadanía helena. Este acontecimiento marcó el final de un pulso histórico y el inicio de una nueva etapa para la Familia Real griega, sin embargo, seis meses después, esa ciudadanía podrían perderla. El Consejo de Estado estudia y debate esta concesión, a raíz de una solicitud que impugna la decisión tomada por no ajustarse a la ley.
Se argumenta que 'De Gres' no es un apellido, es un adjetivo y contrario a la Constitución helena
Ha sido el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Atenas, Panagiotis Lazaratos, el que ha interpuesto una demanda cuestionando las decisiones del Ministerio del Interior y del registro municipal de Atenas en torno al reconocimiento de la ciudadanía griega a los miembros de la antigua familia real. El profesor sostiene, entre otras cosas, que el uso del adjetivo "De Gres" (de Grecia) como apellido es contrario al artículo 4, párrafo 7 de la Constitución helena, que estipula que "no se conceden ni se reconocen títulos de nobleza o distinción a los ciudadanos griegos".
Hay que recordar que para obtener la ciudadanía helena la antigua Familia Real griega tenía que cumplir tres requisitos indispensables: reconocer la Constitución y el sistema parlamentario que la creó; dejar constancia a la renuncia de cualquier reclamación relacionada con el ejercicio pasado de cargos públicos o la posesión de cualquier título; y la elección del apellido con el que inscribirse en el Registro Civil de Atenas. A pesar de sus reticencias a la hora de escoger un apellido, algo de lo que carecen los miembros de la realeza de forma tradicional, escogieron ese "De Gres", que ya había llevado el difunto, Miguel De Gréce. No obstante, según el profesor, hay varias disposiciones que imponen restricciones a la elección del apellido, el cual debe seguir el principio de continuidad familiar, teniendo en cuenta que el apellido es un elemento de la personalidad del individuo, pero su adquisición u otro cambio no está sujeto a la voluntad privada, sino que es de interés para el orden público.
Por otro lado, el profesor de derecho argumenta que esa elección en particular es contraria tanto al principio constitucional de igualdad como al principio democrático, ya que se refiere al origen social de los miembros de la familia real y a la preservación de los privilegios que ostentaban antes de la abolición de la monarquía.
Frente al profesor Lazaratos, que expone directamente sus argumentos en el Consejo de Estado, está el abogado de la Familia Real griega, Konstantinos Lidorikis, que velará por conservar los derechos obtenidos. Todo apunta a que la decisión no se tomará hasta final de junio y Pablo de Grecia se muestra tranquilo ante los medios de su país: "La ciudadanía es un asunto del Gobierno, no nos concierne. Es algo que abordará el Consejo de Estado y veremos cuál es su respuesta".