Kate Middleton no necesita palabras para demostrar cuánto piensa en sus hijos incluso cuando la agenda real la mantiene alejada de ellos. La última visita oficial de los Príncipes de Gales a Escocia, un viaje que coincidía además con su 14º aniversario de boda, ha estado marcada por los gestos de cariño y la complicidad con el príncipe Guillermo. Pero, sin duda, lo que más ha llamado la atención ha sido el emotivo gesto con el que la Princesa de Gales eligió mantener, de algún modo, cerca a George, Charlotte y Louis
A través de sus joyas, la Princesa de Gales ha encontrado una forma sutil pero poderosa de decirles a sus hijos que, aunque no siempre pueda estar físicamente con ellos, los lleva consigo a todas partes. Durante su parada en la pintoresca isla de Mull, Kate combinó su impecable blazer de cuadros y camisa azul con dos collares muy especiales, firmados por su joyera de cabecera, Daniella Draper. Uno de ellos, ya conocido por los seguidores de la Casa Real británica, incluía las iniciales de sus tres hijos: “G, C, L”.
El otro, el collar Trio Diamond Midnight Moon, incorpora esas mismas letras acompañadas de tres brillantes diamantes tallados en forma de estrellas, engarzados sobre una luna creciente, en una pieza realizada a mano con oro amarillo 100% reciclado de 9 quilates. Un diseño que para ella tiene un valor incalculable. Además, no es la primera vez que Kate luce estas piezas. De hecho, las estrenó en 2021, pero su presencia en este viaje ha cobrado un nuevo significado. En plena agenda oficial y lejos de su hogar, este discreto gesto actúa como un puente emocional con sus hijos.
Mientras Kate y Guillermo atendían sus compromisos en las Highlands, sus hijos volvían a las aulas tras unas vacaciones de Pascua que la familia disfrutó en la intimidad de su residencia de campo, Anmer Hall. Una decisión que, según fuentes cercanas, responde a su deseo de mantener una infancia lo más normal posible para George, Charlotte y Louis, lejos de los focos mediáticos y de la rigidez de ciertos actos institucionales.
Siempre solidarios con la infancia
Este mismo sentido de cercanía lo trasladaron también a la comunidad de Southport, profundamente marcada por la trágica pérdida de tres niñas. Los Príncipes de Gales realizaron una donación privada a la escuela primaria a la que asistían dos de ellas, un gesto que la directora del centro describió como “una muestra de amabilidad y consideración que significa mucho para toda nuestra comunidad”. Según explicó la directora, la aportación de los Príncipes contribuirá a construir un nuevo patio de juegos en honor a Alice da Silva Aguiar y Bebe King.
No es la primera vez que el matrimonio real se involucra en este tipo de acciones discretas. Tras la tragedia, también apoyaron psicológica y económicamente a los cuerpos de emergencia que actuaron en el lugar y a quienes estuvieron expuestos a los disturbios posteriores. En un acto posterior, el Príncipe Guillermo recibió una tarjeta hecha a mano con huellas pintadas en forma de flores. Al observarla, el heredero no pudo evitar emocionarse: “Recuerdo cuando mis hijos tenían las manos así de pequeñas”, dijo con ternura. Una frase sencilla, pero que encapsula el sentimiento de unos padres que, pese al peso de la Corona, no dejan de ser, ante todo, una familia unida.