Seis años después de la muerte de su madre, la duquesa de York mantiene vivo su sueño. Está invirtiendo dinero y amor en «El Pucara», un remoto rancho en Argentina, donde Susie y su segundo marido, Héctor Barrantes, criaban a sus famosos caballos de polo. Héctor falleció de cáncer linfático en 1990, a los cincuenta y un años, dejando a su viuda luchando por seguir en solitario con la gran hipoteca de su propiedad, a 500 kilómetros al Sureste de Buenos Aires. Más tarde, en 1998, Susie, de sesenta y un años, perdió la vida en un horrible accidente automovilístico durante un trayecto de diez horas, desde la ciudad al rancho. Ahora, frente al hogar que construyeron, la duquesa parece pensativa. «Me pregunto si nunca lloré realmente la pérdida de mi madre hasta que regresé a Argentina».
¿Le ha causado emoción este viaje? —Creo que ha sido uno de los viajes más emotivos de mi vida. Estoy totalmente exhausta, porque, por primera vez, la he llorado como debía, solucionando todos los problemas que surgen, saliendo al paso con voluntad.
¿Qué recuerdos tienen de su madre en Argentina? —Cuando alguien muere, es algo tan inapelable, que es lo que resulta difícil de afrontar. Todo el mundo tenía un gran concepto de mamá. Entro en un despacho de abogados, y la señora que abre la puerta la recuerda con mucho cariño. Mamá realmente cautivó a Argentina. A todas partes donde voy, la gente me dice: «Queríamos a tu madre». Llevo aquí tres semanas y he tenido la oportunidad de agradecer al pueblo argentino todo lo que le dio a mi madre y de devolverles algo. Para mí, éste ha sido un viaje muy importante. Hay algo mágico en el lugar que mamá y Héctor convirtieron en su hogar. Tenían el sueño de que algún día se utilizara como residencia para jóvenes en su año libre antes de la Universidad, que vivieran en la granja, aprendieran cosas sobre el polo y el espíritu de vivir con la tierra. Oír cómo sopla el viento suavemente por las ventanas y el sonido de los maravillosos pájaros en los árboles.
Mi sueño sería tener un torneo de polo que llevara el nombre de Héctor y Susie Barrantes. Celebramos uno en España todos los años que funciona muy bien, así que creo que también debemos iniciar uno en «El Pucara». La gente puede venir, preparar una gran barbacoa y jugar al polo. Sería cumplir un sueño. Ahora ha llegado el momento de pasar más tiempo aquí y llevarlo a cabo.
