Sofía de Habsburgo nos recibe en su palacio de Roma, rodeada de sus hijos

Por hola.com
-¿Cómo es su marido, el príncipe de Windisch-Graetz?
Un persona muy equilibrada y de un gran corazón. Tiene demasiado corazón, le digo a veces. Hugo es ,por otra parte, un hombre de gran rectitud y tiene un profundo sentido de lo justo. Es, asimismo, una persona bondadosa y muy honesta.

-¿Ha criado usted directamente a sus hijos?
Sí. Estoy siempre a su lado y a su disposición. Desde que nacieron no he querido trabajar. Y ahora, que están bastante crecidos, sólo trabajo algunas horas como decoradora de interiores, pero no de manera fija. Por otra parte, colaboro con organizaciones benéficas, con la Iglesia, como católica que soy.. Pero por la tarde, cuando mis hijos llegan del colegio, estoy siempre en casa para hacer con ellos las tareas escolares, para hablar, para que me cuenten cómo les ha ido el día...

-¿Cómo educan a sus hijos?
Inculcándoles honestidad, honradez, amor, respeto y sentido de la responsabilidad.

-¿Hace mucho que no va por España?
No. Voy con una relativa frecuencia- diría más bien que voy mucho, sobre todo a Madrid- dado que mi hermano, Maximiliano, vive allí. Cuando voy, disfruto de otro modo ya que, el hecho de que no me reconozcan, me da una libertad total de la que no podía disfrutar los nueve años que estuve allí, en la década de los ochenta. Por otra parte, también he estado en las tres bodas reales (la reina Sofía es prima de mi madre): la de la Infanta Elena en Sevilla, la de la Infanta Cristina en Barcelona y, por último, la del Príncipe de Asturias en la capital de España.

-¿Qué rasgos cree que definen su personalidad?
Como buena capricornio soy bastante cabezota. Cuando quiero algo, voy decididamente a por ello. Pero,a la vez, soy muy flexible, me sé adaptar muy bien a las situaciones y a las circunstancias.

-Usted, una mujer llena siempre de glamour, ¿considera que la maternidad también tiene su glamour también?
La maternidad lo que en primer lugar implica es mucha responsabilidad, y mucha inquietud, muchos miedos...Pero son unos miedos que siempre compensan porque la maternidad compensa siempre. Y, bueno, si se quiere, qué duda cabe que la maternidad tiene también....un especial glamour.

-Finalmente ¿que diría a los lectores de ¡Hola!, que la conocen y la recuerdan de cuando colaboraba con nosotros haciendo entrevistas?
Aquello lo hacía con mucho cariño porque ¡Hola! tiene algo muy especial: se comporta siempre con gran respeto con cualquier persona. Para mí fue fácil trabajar con ellos. En cuanto a los lectores, quiero que sepan que soy muy feliz en mi actual vida porque es plena, infinitamente más rica para mí que la de los años ochenta, por más que el lector pueda pensar, acaso, lo contrario.