Cualquier respuesta negativa que frustre los deseos de tu hijo, a veces, puede convertirse en la chispa que encienda la llama. Morder, pegar, tirar del pelo o lanzar cosas por los aires son algunas de las reacciones instintivas que tienen muchos peques ante el ‘no’ de sus padres y esto es debido a que todavía no son capaces de gestionar sus emociones, en este caso, la frustración.
Carolina Molina O., psicóloga infantil, coach y autora de Guía para una mamá millennial y Crianza desobediente. Educar desde el buen trato (@carolina.molina.o), nos explica por qué ocurre esto y qué podemos hacer para calmarles y lograr resolver de forma positiva la situación.
Así afecta al cerebro infantil dormir menos horas de las debidas