Las verduras suelen ser uno de los grandes ‘enemigos’ de los niños a la hora de comer. Su sabor a veces amargo, su color, su textura… hacen que los peques se nieguen a comerlas. Pero hay que saber que no es algo que ocurra por capricho y es que entre los 2 y 3 años suele ser frecuente la neofobia alimentaria infantil. Es decir, la reticencia a probar alimentos nuevos o que se nieguen a comer según qué comidas.
Los expertos aseguran que se trata de algo normal, y es que en su cerebro se activa un mecanismo de defensa primario que les hace mantenerse alerta para no intoxicarse, algo que se considera normal en el desarrollo infantil. Dicho esto, ¿qué podemos hacer para que coman verdura de una forma rica, sana y divertida? Te proponemos una serie de recetas que pueden ayudarte mucho para integrar verdura en sus menús.