Salud

María José García-Escribano, odontóloga, sobre el exceso de azúcar en Navidad en niños: “Es recomendable cepillar los dientes media hora después del atracón”


Cuanto más pegajoso es un dulce, más riesgo de caries si se comen a menudo. La especialista explica qué hacer si nuestro hijo come muchos de ellos estas fiestas


María José García-Escribano, odontóloga© Clínicas Dentales Estefanita
23 de diciembre de 2025 - 7:30 CET

Entre las muchas tradiciones propias de la Navidad, destacan los dulces. Turrones, mazapanes, frutos secos garrapiñados… Encantan a niños y a mayores y es casi inevitable comer alguno estos días. Y no, no pasa nada por comer alguno que otro; el problema viene cuando nos pasamos todas las fiestas ingiriendo uno detrás de otro. ¿Qué hacer si nuestro hijo se ha pegado un atracón a dulces navideños? ¿Qué hemos de tener en cuenta? La Dra. María José García- Escribano, odontóloga y directora y dueña de las Clínicas Dentales Estefanita de Madrid y Getafe, lo explica en detalle. Y… ¡ojo! No es una buena idea que se cepillen los dientes justo después del atracón: podemos conseguir el efecto contrario.

¿Cómo afecta el exceso de azúcar propio de las Navidades a los dientes de los niños?

El aumento de azúcar hace que las bacterias orales se multipliquen y produzcan ácidos capaces de desmineralizar el esmalte, lo que es perjudicial para nuestros dientes. 

Durante estas fechas navideñas, la frecuencia de exposición a los azúcares suele ser mayor. Además, al estar de vacaciones cuidan menos la higiene y comen constantemente alimentos azucarados. Tampoco ayuda que durante esta época hay variedad de dulces, algunos muy pegajosos, que se quedan un mayor tiempo adheridos a los dientes y esto es lo que realmente dispara el riesgo de caries. 

Un exceso de azúcar durante la etapa en la que los dientes son de leche puede generar caries que, si no se tratan, afectan a la masticación, la estética, el habla y la correcta erupción de los dientes permanentes.

María José García-Escribano, odontóloga

En caso de que los dientes sean aún de leche, ¿ese exceso de azúcar es menos dañino?

Lamentablemente no. Los dientes temporales son más vulnerables porque su esmalte es más delgado y menos mineralizado y esto hace que el daño avance con mayor rapidez. 

Un exceso de azúcar durante la etapa en la que los dientes son de leche puede generar caries que, si no se tratan, afectan a la masticación, la estética, el habla y la correcta erupción de los dientes permanentes. Y esto es así porque los dientes de leche guían hacia una correcta erupción de los dientes definitivos, por tanto, la destrucción o la pérdida prematura de éstos va a producir malas posiciones de los dientes definitivos.

Cuando el niño ya tiene todas las piezas dentarias, ¿cambia en algo?

El riesgo sigue existiendo, ya que, aunque los dientes permanentes son más fuertes, no son invencibles. Las caries se siguen desarrollando si la higiene es insuficiente y si la dieta es rica en azúcares. Lo que sí cambia es que ahora las lesiones pueden comprometer piezas que deben durar toda la vida, de modo que la prevención se vuelve aún más importante.

¿Y en el caso de que lleve ortodoncia?

Los aparatos retienen más placa y restos de alimentos, especialmente los brackets. Es por esto que los dulces pegajosos no solo elevan el riesgo de caries, sino que también pueden despegar brackets y dañar el tratamiento. 

En niños que llevan ortodoncia se les recomienda que, si consumen dulces, sea con moderación, que tengan una higiene meticulosa y que acudan a sus controles regulares.

Niña con un pijama navideño y cuernos de reno en la cocina© Getty Images

¿Qué dulces navideños son los más perjudiciales para la salud bucodental de los niños?

Los más perjudiciales son los que combinan azúcar con textura pegajosa y que tienen una larga permanencia en la boca, algunos ejemplos son: turrones duros o pegajosos, caramelos, frutos secos garrapiñados, polvorones y mazapanes. Todos los mencionados se adhieren al diente, mantienen la acidez y dificultan la limpieza. 

En cambio, los dulces que se disuelven más rápido o se comen de una sola vez son menos dañinos, pero aún así se deben consumir de manera responsable.

Una caries es una infección y, si no se trata, progresa hacia capas más profundas, causando dolor, sensibilidad y otras infecciones. 

María José García-Escribano, odontóloga

¿Qué ocurre si a un niño le sale una caries?

Una caries es una infección y, si no se trata, progresa hacia capas más profundas, causando dolor, sensibilidad y otras infecciones. 

Cuando aún se tienen dientes de leche puede afectar al germen del diente permanente. Y en dientes definitivos compromete su estructura para siempre, así que cuanto antes se trate, más sencillo y conservador será el procedimiento.

¿Cuándo las caries se consideran un problema en la infancia?

Cuando aparecen múltiples lesiones en poco tiempo, ya que afectan al bienestar del niño o dificultan la alimentación, el sueño y el rendimiento escolar. También cuando vemos un patrón repetitivo de caries que nos puede indicar que existen hábitos dietéticos o de higiene inadecuados. 

Debemos tener en cuenta que la caries infantil es una enfermedad crónica prevenible que podemos evitar con revisiones periódicas y aplicaciones de flúor.

Si un niño se da un día un atracón a dulces, ¿sirve de algo que se laven bien inmediatamente después los dientes, como sugieren las abuelas?

Los ácidos que producen las bacterias cuando consumimos azúcares debilitan el esmalte, por lo que cepillarse los dientes justo después de comer o de beber algún alimento dulce puede ser contraproducente.

Es mejor enjuagarse la boca con agua inmediatamente después de consumirlos porque esto ayuda a eliminar la mayor parte del azúcar, mientras que la saliva se encarga de remineralizar los dientes. Y es recomendable cepillar los dientes media hora después del “atracón”.

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