Crianza

Javier Muñoz Jiménez, experto en desarrollo personal: “Es fundamental dar a nuestros hijos herramientas para poder transitar por sus miedos”


El miedo a la oscuridad es normal en los niños, pero a veces les limita enormemente en su día a día y es necesario saber ayudarles a afrontarlo


Javier Muñoz Jiménez, experto en desarrollo personal© Javier Muñoz Jiménez
11 de diciembre de 2025 - 11:26 CET

Los miedos infantiles forman parte del desarrollo de los niños. Por mucha angustia que a ellos les provoque y por difícil que resulte a sus padres ayudarles a afrontarlo, son naturales en la mayoría de los casos. Aún siendo conscientes de que es algo normal, los peques necesitan el apoyo de sus progenitores para evitar que el miedo les paralice y para lograr superarlo.

Por eso, el escritor Javier Muñoz Jiménez ha publicado el libro Seleno, el perro cósmico, y Ali, la gata escafandra, en… el miedo a la oscuridad (www.cuentosparasuperheroes.com/seleno-y-ali/), de la editorial The Businet Club, que escribió precisamente para ayudar a sus propios hijos a superar el miedo a la oscuridad. De hecho, los niños protagonistas de la historia, Lucas y Matías, son ellos, sus hijos.

Hemos preguntado a Javier, que también es empresario y conferenciante especializado en gestión emocional, toma de decisiones y desarrollo personal, por cómo ha logrado que sus peques superen el miedo a la oscuridad y qué papel ha desempeñado su cuento ilustrado en la consecución de tan importante logro. Y esto es lo que nos ha contado:

Es importante validar sus emociones, no ridiculizar la sensación del miedo a la oscuridad porque nosotros no lo tengamos.

Javier Muñoz Jiménez, experto en desarrollo personal

¿Por qué es tan habitual el miedo a la oscuridad en la infancia?

Probablemente la enorme imaginación de los niños, unida a la falta de visión cuando todo está oscuro, potencia que surja este miedo a la oscuridad tan común entre los más pequeños.

¿Cuántos no hemos imaginado formas terribles en la oscuridad cuando éramos pequeños? Y si además le sumamos que, cuando todo se hace oscuro, es justo en el mismo momento en el que nuestros padres se van a la habitación y nos dejan solos ante el peligro, la situación se agrava. Probablemente, incluso ya siendo adultos, en ocasiones, cuando estamos solos y a oscuras y algún miedo irracional se adueña de nuestra cabeza, hemos visto diferentes formas, igual que a veces oímos ruidos que no lo son. 

El no tener control sobre nuestro entorno nocturno por la ausencia de uno de los principales sentidos que nos da control sobre las cosas, la visión, nos genera mucha inestabilidad. Y si somos niños y nuestra imaginación es ilimitada, las formas que pueden surgir en la penumbra pueden ser como poco sorprendentes.

¿A qué edades suele aparecer?

Los estudios sobre el miedo a la oscuridad indican que suele aparecer muy temprano y como parte normal del desarrollo. Cuando la imaginación comienza a crear rápidamente, aproximadamente con 2 años, o un poco antes. Y suele desaparecer a los 9 años. Es una etapa normal, que los pediatras y psicólogos consideran parte de nuestro desarrollo cognitivo, y que es tan común como tener miedo a los monstruos o a la desvinculación de sus padres. Suele ir ligado a la imaginación o a alguna experiencia, como cuentos, libros o películas. Por eso intentamos transitarlo con sus mismas armas, un cuento. Si pasada esa edad persiste o es muy intenso, estaríamos ante otro conflicto a tratar posiblemente con otras causas: la nictofobia.

Algunos padres creen que “ya se les pasará” y no le dan demasiada importancia a este miedo infantil. ¿Es adecuada esta opción o, por el contrario, es preciso acompañarles de manera adecuada?

Recordemos que una de las causas del miedo a la oscuridad es que justo se produce cuando nos despegamos de los niños. Por ejemplo, por la noche para dormir. Sin embargo, cuando dormimos con ellos, este miedo a la oscuridad no se manifiesta o, por lo menos, no tiene la misma intensidad. 

Por lo tanto, sí. Es fundamental dar a nuestros hijos herramientas para poder transitar por sus miedos. No solo a la oscuridad, sino a cualquier otro miedo que pueda surgir. Sobre ellos trataremos en los próximos números de Seleno y Ali, ya que la idea es que se conviertan en nuestros acompañantes y superhéroes que nos apoyen a caminar por nuestros miedos. En este caso se comen las nubes para que la luz vuelva a salir, pero ¿quién sabe qué serán capaces de hacer ante otras situaciones y miedos?

No quiero decir con esto que el que exista miedo a la oscuridad en niños de estas edades tenga que convertirse en una preocupación enorme, sino solo que es importante acompañar a nuestros hijos en estos procesos, con total normalidad, e intentar mostrarles herramientas que les consuelen cuando estos pánicos se produzcan. Pueden ser un perro y un gato en forma de superhéroes o puede ser cualquier otra herramienta. Pero sí, considero que es importante acompañar y ayudar a manejar los miedos a nuestros hijos.

Seleno, el perro cósmico y Ali, la gata escafandra en… el miedo a la oscuridad, de Javier Muñoz Jiménez© The Businet Club

¿Cómo ayudarles a superar este miedo?

En una web sobre los cuentos, www.cuentosparasuperheroes.com, donde describimos a los personajes de este y otros cuentos, damos algunas breves pistas de cómo acompañar. En primer lugar, es importante validar sus emociones, no ridiculizar la sensación del miedo a la oscuridad porque nosotros no lo tengamos. Recuerda que nosotros tenemos otros muchos miedos que ellos no tienen y, aun así, los aceptan. Escuchar a los más pequeños y transmitirles que es normal sentir miedo. Entendemos que la oscuridad da miedo, a nosotros también nos lo dio. Pero estoy aquí contigo, no te preocupes. Y Seleno y Ali, ¡también!

Sentirse reflejados e ilustrados en un cuento les ha permitido buscar un apoyo para caminar por el miedo a la oscuridad

Javier Muñoz Jiménez, experto en desarrollo personal

Podemos también contribuir a crear un ambiente de seguridad. Nuestros hijos, protagonistas de este cuento, por ejemplo, tienen una luz que proyecta estrellas en el techo de su habitación, tal cual se muestra en una de las ilustraciones de este cuento. Y siempre duermen con la puerta entreabierta para no romper el vínculo con nuestra habitación una vez que los hemos dejado solos en la suya. Nuestra puerta también está siempre entreabierta. A veces podemos dejar alguna luz encendida por el camino y, cuando empiece a aparecer un poco de luz, ¡es que Seleno y Ali han empezado su jornada de trabajo!

Otra buena práctica es establecer algunas rutinas. Igual que los mayores no debemos usar el móvil en la cama o debemos dejarlo apartado una hora antes para que no sea un ladrón de sueño, en los niños podemos escuchar música relajante antes de dormir o leer todas las noches un poquito en la cama.

¿Qué hacer cuando ese miedo tan habitual e, incluso, natural en los niños se convierte en nictofobia?

En ese caso, es conveniente ponerte en manos de un profesional. Un psicólogo puede ayudarte a cambiar tus patrones de pensamiento negativos mediante terapia cognitivo-conductual. Él te guiará también en la creación de estrategias para afrontar el miedo y te aconsejará técnicas de relajación para prepararte ante una nueva situación repetitivamente conflictiva.

Racionalizar el miedo, hablándolo, y usar las mismas rutinas que hemos comentado antes creando un entorno seguro, también ayudará a transitarlo. Distraerlo, mediante la lectura o música relajada o la radio, no es mala opción.

¿Qué te inspiró a la hora de escribir este libro ilustrado?

Desde que supimos que íbamos a ser padres de nuestro primer hijo, hace ya siete años, empecé a estudiar y a adentrarme en la psicología positiva y en cómo esta podía de alguna manera hacer que lo que les enseñara a mis hijos les permitiera tener las mejores herramientas para afrontar sus vidas. Al fin y al cabo, si uno debe tener algún éxito en la vida, lo ideal es que el primero fuera el ser un buen padre y educador. O por lo menos, que lo que aprendan de uno sirva realmente para hacer sus vidas más fáciles y felices.

Y esta investigación y estudio me llevó a especializarme en la gestión de conflictos, junto a otras habilidades y hábitos eficientes, sobre los que soy formador y conferenciante habitual para empresas, y a entender que el conflicto es el mecanismo que tiene el ser humano para evolucionar

Trabajando sobre él, surge el libro Siete Cuentos para Superhéroes, publicado el año pasado, que contiene siete cuentos, sin ilustrar, para todas las edades, basados en diferentes situaciones de la vida y en el concepto fundamental de la “actitud” con la que nos enfrentemos a ella. Y de este libro, surgen estos personajes, Seleno y Ali, con la idea de convertirlos en esos acompañantes que nos permitan transitar por diferentes situaciones conflictivas o que nos generen miedo. Ilustrarlo era importante para que cuando los niños, en alguna noche oscura, tengan miedo, puedan ponerles caras a los protagonistas en su imaginación y sentirlos más cerca.

Espero que hayan venido para quedarse y ayudar en muchas más situaciones.

¿Ha servido de ayuda a tus hijos?

En mi casa, nunca ha gustado demasiado la oscuridad. A mis hijos les ha costado dormir solos primero, y a oscuras después. Aún hoy, hay muchas noches que duermen con nosotros, y que las aprovechamos para hablar y que nos cuenten cosas. También esto les permite distraerse.

Los protagonistas del cuento, Lucas y Matías, son ellos, con sus expresiones, sus juegos, sus luces de estrellas en el techo y sus miedos, su habitación, sus pijamas… Todo. Incluso Ali, la gata escafandra, es nuestra gata, que también nos acompaña todas las noches. Ella es la única con visión nocturna de la casa y hay que tenerla cerca.

Sentirse reflejados e ilustrados en un cuento les ha permitido buscar un apoyo para caminar por el miedo a la oscuridad. Sobre todo, el pequeño, Matías, piensa y pregunta mucho por Seleno cuando mira al cielo y ve las nubes. Sé que él piensa en Seleno cuando a veces cree ver monstruos o formas en la oscuridad, y aprieta los ojos para que se haga de día. Lucas le cuenta que Seleno venía a cuidarle cuando era bebé. 

Y les gusta contar que son los protagonistas de un cuento para quitar el miedo a la oscuridad. Eso les reafirma y les da confianza para que sus amigos Seleno y Ali, amigos también de sus padres, se coman las nubes en los días oscuros e iluminen a otros. 

¿Qué representan Seleno y Ali?

Principalmente la serenidad, la calma, la confianza y la amistad. Ellos siempre van a estar allí para que la luz vuelva a entrar. Y significan tranquilidad y esperanza. La que da el saber que, pase lo que pase, siempre volverá a amanecer y que la luz nos abrirá infinitos caminos. Son como un faro, inquebrantables, y pase lo que pase, haya la niebla que haya en medio, siempre están detrás, para que la luz vuelva a aparecer.

Definitivamente, representan una herramienta para transitar hacia el miedo, y dos personajes convertidos en unos superhéroes humildes que, sin grandes pretensiones, pueden cambiar tus noches oscuras e iluminar tu imaginación.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.