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Lactancia

Dra. Susana Ares, pediatra: “La lactancia materna exclusiva hasta los seis meses salva vidas”


La primera hora de vida del bebé es clave para establecer la lactancia materna, así como el apoyo que reciben las madres en esos primeros momentos


Lactancia materna© Getty Images
17 de noviembre de 2025 - 18:00 CET

La lactancia materna no solo alimenta al bebé, sino que le proporciona inmunidad, de manera que le protege ante enfermedades como la neumonía y la diarrea, que son potencialmente mortales los primeros meses de vida. Sin embargo, querer dar el pecho al recién nacido no siempre es suficiente para lograrlo: existen trabas de origen emocional que pueden dificultar que la mujer produzca la sufuciente leche, además de otras de carácter físico.

Por ello, desde el área de Lactancia Materna del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la AEP (CNYLM-AEP) ponen de manifiesto que el éxito de la lactancia materna no depende solo de la voluntad de la madre, sino también de su entorno, del apoyo emocional que reciben, así como de la información y el asesoramiento adecuado. Y, una vez establecida, es esencial que el entorno laboral de la madre facilite las tomas, una vez que la mujer se reincorpore al trabajo porque, como nos dice la Dra. Susana Ares, pediatra perteneciente al grupo de trabajo del área de Lactancia Materna de la AEP, “mejora la salud infantil”.

La lactancia materna no solo es un acto de amor, sino una intervención de salud pública con poder transformador.

Dra. Susana Ares, pediatra perteneciente al grupo de trabajo del CNYLM-AEP

Según UNICEF calcula que la lactancia materna exclusiva hasta la edad de seis meses puede evitar anualmente la muerte de 1,3 millones de niños y niñas menores de cinco años. ¿Por qué?

La lactancia materna exclusiva hasta los seis meses salva vidas porque proporciona nutrición óptima e inmunidad natural, protegiendo a los bebés de enfermedades mortales como la neumonía y la diarrea. Estos son los motivos por los que esta práctica tiene un impacto tan profundo en la supervivencia infantil:

  • Nutrición completa y equilibrada: la leche materna contiene todos los nutrientes que un bebé necesita durante sus primeros seis meses de vida, en las proporciones exactas para su desarrollo físico y neurológico.
  • Protección inmunológica: transmite anticuerpos maternos que fortalecen el sistema inmunológico del bebé, ayudando a prevenir infecciones respiratorias, gastrointestinales y otras enfermedades comunes en la infancia.
  • Reducción de enfermedades mortales: UNICEF destaca que la lactancia materna exclusiva puede prevenir hasta el 87% de las muertes infantiles menores de seis meses, especialmente por enfermedades como la neumonía y la diarrea, que son principales causas de mortalidad infantil en países de bajos ingresos.
  • Hidratación segura: en contextos donde el acceso a agua potable es limitado, la leche materna ofrece una fuente segura de hidratación, evitando el riesgo de enfermedades transmitidas por agua contaminada.
  • Establecimiento temprano: iniciar la lactancia en la primera hora de vida y mantenerla exclusiva durante seis meses es clave para maximizar sus beneficios. La OMS y UNICEF recomiendan continuar con lactancia junto a alimentos complementarios hasta los dos años o más.

Además, genera un impacto global, pues reduce la mortalidad infantil: mejorar las tasas de lactancia materna podría salvar más de 820,000 vidas infantiles cada año, según datos de UNICEF. En algunos estudios, se estima que el impacto podría llegar hasta 1,3 millones de muertes evitadas si se aplicara globalmente. También reduce la desigualdad entre países: aunque el 95% de los bebés en el mundo reciben leche materna en algún momento, las tasas de lactancia exclusiva varían mucho entre países de ingresos bajos, medios y altos.

La lactancia materna no solo es un acto de amor, sino una intervención de salud pública con poder transformador. En España, la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses también es una prioridad de salud pública, y UNICEF junto con el Ministerio de Sanidad promueven activamente esta práctica.

¿Por qué es necesario que las empresas respalden la lactancia materna de sus empleadas, una vez que estas se reincorporan de su baja maternal tras dar a luz?

Es necesario que las empresas respalden la lactancia materna porque garantiza el derecho de las madres a alimentar a sus hijos, mejora la salud infantil, reduce el absentismo laboral y promueve la igualdad de género en el entorno profesional. Además, aporta una serie de beneficios para la madre y el bebé:

  • Protección de la salud infantil: la lactancia materna reduce el riesgo de enfermedades, lo que disminuye las visitas médicas y hospitalizaciones.
  • Bienestar emocional: continuar con la lactancia tras la reincorporación laboral fortalece el vínculo madre-hijo y reduce el estrés de la madre al saber que puede seguir cuidando de su bebé.

Tambiñen ofrece ventajas para las empresas, pues supone una reducción del absentismo laboral (los bebés amamantados suelen enfermar menos, lo que implica menos días de ausencia por parte de las madres), mejora del clima laboral, dado que las políticas que apoyan la lactancia generan mayor satisfacción y compromiso entre las empleadas, lo que puede traducirse en mayor productividad, y permite la retención del talento femenino: facilitar la conciliación ayuda a que las mujeres no abandonen sus carreras tras la maternidad, promoviendo la diversidad y la equidad en la empresa.

Existen una serie de obligaciones legales y sociales en torno a la lactancia materna que toda mujer embarazada o madre debería conocer: 

Es un derecho reconocido legalmente: en España, las madres trabajadoras tienen derecho a una hora diaria de permiso de lactancia hasta que el bebé cumple nueve meses, que puede acumularse o dividirse según convenio; es una responsabilidad empresarial: las empresas tienen la obligación de crear entornos laborales que no obstaculicen la lactancia, como ofrecer espacios adecuados para extraer y conservar la leche; impacta en la igualdad de género: apoyar la lactancia es una forma concreta de avanzar hacia la igualdad, permitiendo que las mujeres no tengan que elegir entre su carrera y la salud de sus hijos. 

Respaldar la lactancia materna no es solo una cuestión de salud, sino de justicia, productividad y compromiso social. Según UNICEF y la OMS, apoyar la lactancia en el entorno laboral puede aumentar hasta en un 25% la duración de la lactancia exclusiva. Las empresas que lo hacen reportan mayor retención de talento femenino y menor rotación en puestos clave. Estas iniciativas no solo benefician a las madres y sus hijos, sino que también fortalecen la reputación y sostenibilidad de las empresas.

¿Cómo debería ser ese respaldo en los lugares de trabajo a las mujeres que han sido madres?

Hay una serie de medidas que pueden implementar las empresas, como crear espacios privados e higiénicos para la extracción de leche, permitir flexibilidad horaria o teletrabajo parcial, así como campañas internas de sensibilización y asesoría profesional en lactancia. 

Lactancia materna© Getty Images

 ¿Cuáles son los principales obstáculos a los que se enfrentan las mujeres que quieren mantener la lactancia materna una vez que vuelven al trabajo?

Los principales obstáculos para mantener la lactancia materna tras la reincorporación laboral son la falta de tiempo, la ausencia de espacios adecuados en el trabajo, la presión social y la escasa flexibilidad horaria. Estos son los desafíos más comunes que enfrentan las madres trabajadoras:

Barreras laborales y estructurales:

  • Falta de espacios adecuados: muchas empresas no cuentan con salas privadas, higiénicas y equipadas para la extracción y conservación de leche materna.
  • Horarios rígidos: la jornada laboral continua y sin pausas dificulta que las madres puedan extraerse leche con regularidad.
  • Desconocimiento de derechos: algunas madres no saben que tienen derecho a una hora diaria de permiso de lactancia hasta que el bebé cumple nueve meses, lo que limita su capacidad para negociar con sus empleadores.
  • Presión para rendir igual que antes: las expectativas laborales no siempre se ajustan a las nuevas necesidades de las madres, generando estrés y abandono de la lactancia.

Iniciar la lactancia en la primera hora de vida y mantenerla exclusiva durante seis meses es clave para maximizar sus beneficios.

Dra. Susana Ares, pediatra perteneciente al grupo de trabajo del CNYLM-AEP

Obstáculos sociales y culturales:

  • Mitos y creencias erróneas: muchas mujeres creen que es imposible continuar con la lactancia al volver al trabajo, lo que las lleva a abandonarla prematuramente.
  • Falta de apoyo del entorno: la ausencia de comprensión por parte de compañeros, jefes o incluso familiares puede hacer que la madre se sienta juzgada o desmotivada.
  • Impacto en la duración de la lactancia. Según el Barómetro Elvie España, el 33% de las madres abandona la lactancia tras reincorporarse al trabajo. La baja maternal en España dura 16 semanas, pero la OMS recomienda lactancia exclusiva durante seis meses, lo que genera una brecha difícil de cubrir sin apoyo institucional.

Pero también hay una serie de estrategias para superar estos obstáculos:

  • Planificación previa: establecer rutinas de extracción y almacenamiento antes de volver al trabajo.
  • Comunicación con la empresa: solicitar espacios y horarios compatibles con la lactancia.
  • Apoyo profesional: acudir a asesoras de lactancia o grupos especializados.
  • Uso de tecnología: sacaleches eléctricos y recipientes adecuados para conservar la leche.

La clave está en combinar políticas laborales inclusivas con una cultura que valore la maternidad sin penalizarla.

¿Cuál debería ser el apoyo, ya no solo familiar o del entorno, sino de la sociedad en general?

La sociedad en general debe ofrecer un apoyo activo, visible y estructural a la lactancia materna, reconociéndola como un derecho, una práctica de salud pública y una responsabilidad colectiva. Debe existir un apoyo institucional y político, con políticas públicas inclusivas, pues los gobiernos deben garantizar leyes que protejan el derecho a la lactancia, como permisos de maternidad adecuados, espacios de lactancia en lugares públicos y laborales, y campañas de sensibilización; y el sistema sanitario debe estar comprometido, para lo que los profesionales de salud deben recibir formación actualizada sobre lactancia, y los centros deben aplicar protocolos que favorezcan el inicio temprano y el mantenimiento de la lactancia (como los hospitales acreditados por la iniciativa IHAN).

También debería haber un apoyo comunitario y cultural, que pasa por la normalización social: la lactancia debe ser vista como algo natural y respetado en cualquier espacio público, sin estigmas ni juicios. Son muy favorables los grupos de apoyo madre a madre, que son espacios comunitarios donde mujeres comparten experiencias, reciben orientación y se sienten acompañadas. Estos grupos cubren aspectos que el sistema sanitario no siempre alcanza. Y debería haber educación al respecto desde la infancia: incluir contenidos sobre lactancia en programas escolares ayuda a formar generaciones más informadas y empáticas.

El apoyo también ha de ser mediático y comunicativo, con representación positiva en medios, es decir, mostrar la lactancia como parte de la vida cotidiana en series, anuncios y redes sociales ayuda a romper tabúes. Y con campañas públicas, puesto que iniciativas como la Semana Mundial de la Lactancia Materna promueven el compromiso colectivo y visibilizan los beneficios sociales, ecológicos y económicos de esta práctica.

En cuanto al apoyo empresarial, los entornos laborales han de ser amigables: las empresas deben facilitar la conciliación mediante horarios flexibles, salas de lactancia y protección contra la discriminación. Hay que tener en cuenta, además, el reconocimiento como inversión social, pues apoyar la lactancia mejora la salud pública, reduce costes sanitarios y fortalece el tejido social.

Apoyar la lactancia materna no es solo una cuestión individual o familiar; es una acción que contribuye a una sociedad más saludable, justa y sostenible. 

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