La transición de Infantil a Primaria es un paso muy importante en la vida de todo niño y podríamos decir que incluso lo es más para sus padres y familiares más cercanos, que ven cómo su pequeño va creciendo mucho más rápido de lo que, seguramente, les gustaría. Más allá de las emociones asociadas a este momento tanto para el niño como para su familia, la realidad es que este paso es un antes y un después: en el curso que comienza vendrán importantes cambios, que tienen que ver tanto con la manera de estar en clase y de aprender como con las relaciones (nuevos compañeros, nuevos profesores…).
Todo ello puede generar preocupación, miedo o, incluso, ansiedad. ¿Cómo ayudarles a adaptarse de la mejor manera posible? ¿Qué hacer si esa adaptación les cuesta más de lo esperado? Se lo hemos preguntado a Nicola Davies, directora de Infantil y Primaria en el campus BSB City de The British School of Barcelona.
Para algunos, estar rodeados de compañeros y compañeras desconocidos puede ser abrumador y pueden necesitar apoyo para entablar amistades y sentirse seguros en el aula.
¿Qué es lo que suele resultar más difícil a los niños al pasar de Infantil a Primaria?
Empezar Primaria es un hito importante en la vida de un niño y de una niña. La transición puede significar una serie de desafíos; ya que se espera que los niños se adapten a un nuevo entorno, conozcan a adultos/as con los que están menos familiarizados/as y se ajusten a cambios en sus rutinas diarias y sus expectativas. Necesitan tiempo para adaptarse a nuevas caras a medida que su mundo se expande y se requiere paciencia, cuidado y empatía para generar confianza en las nuevas relaciones. Para algunos, estar rodeados de compañeros y compañeras desconocidos puede ser abrumador y pueden necesitar apoyo para entablar amistades y sentirse seguros en el aula.
Si bien Primaria tiene a menudo una jornada más estructurada, es importante introducir estas rutinas de forma gradual en un entorno basado en el juego. Las crecientes expectativas de independencia deben introducirse con cuidado para garantizar que cada niño y cada niña se sienta seguro y capaz. Aprender a leer y escribir también puede ser un gran desafío, sobre todo para aquellos/as que todavía están desarrollando el lenguaje o la motricidad fina. El apoyo reflexivo del profesorado y las familias, junto con transiciones graduales como las sesiones de "Stay and Play" o los horarios de inicio escalonados, pueden ayudar a facilitar esta integración.
Cada niño y cada niña es único y la estrecha colaboración entre profesorado y familias es clave para ayudar a los niños a prosperar durante este importante cambio.
¿Cómo suele ser la adaptación?
Aunque la transición de Infantil a Primaria es diferente para cada niño, por lo general sigue un patrón similar. Muchos niños y muchas niñas están entusiasmados por empezar en el colegio de mayores, pero es habitual sentir nervios o ansiedad por el cambio. No es raro que al principio lloren o se muestren reacios a ir al colegio. A medida que desarrollan su relación con los nuevos adultos y compañeros y se acostumbran más a las rutinas, poco a poco empiezan a sentirse más cómodos.
Después de unas semanas, a medida que se forjan estas amistades y aumenta su autonomía, los niños se involucran más en la clase y les resulta más fácil separarse de sus familias en la puerta. Aún pueden producirse altibajos emocionales, sobre todo después de un fin de semana o unas vacaciones. Al final del primer trimestre, la mayoría están bien asentados y se sienten seguros en su entorno y en sus rutinas.
¿Cómo pueden los padres ayudarles a adaptarse lo mejor posible al cambio?
Las familias son clave para ayudar a los niños y a las niñas a adaptarse sin problemas. Hablar de forma positiva sobre el colegio le ayuda a a ver el cambio como una nueva y emocionante aventura. Hablar de los nervios como un sentimiento normal y llevarlo a sesiones de "Stay and Play" para que se familiarice con el entorno también le proporciona un apoyo valioso. Fomentar tareas autónomas como ponerse la ropa, comer y usar el baño solo fomenta la seguridad en sí mismo. Practicar rutinas como los horarios para dormir y despertarse ayuda a la transición.
Mantener la calma a la hora de recoger y dejar a los niños y evitar las despedidas prolongadas puede ser de gran ayuda. Una comunicación abierta con el colegio ayuda a establecer una colaboración entre las familias y el colegio y nos ayuda a construir una conexión positiva con las familias y con los niños y las niñas desde el principio.
¿Cómo debe ser el papel de los profesores y del centro escolar a tal fin?
Los docentes desempeñan un papel vital a la hora de ayudar tanto al niño como a las familias a adaptarse sin problemas. Con una planificación cuidadosa, una escucha activa y un enfoque flexible, el profesorado puede marcar una diferencia significativa para ayudar a que cada niño se sienta seguro de sí mismo, así como a cultivar un entorno en el que todos puedan prosperar y disfrutar de su experiencia en el colegio.
Después de unas semanas, a medida que se forjan estas amistades y aumenta su autonomía, los niños se involucran más en la clase y les resulta más fácil separarse de sus familias en la puerta
Establecer rutinas claras, como un saludo matutino regular, permite que los niños se sientan cómodos. Establecer retos enriquecedores y cuidadosamente planificados pueden despertar la curiosidad, el compromiso y el entusiasmo por aprender y explorar. Es esencial construir relaciones abiertas y honestas entre su hogar y el colegio.
¿Cuándo debemos preocuparnos y consultar con un psicólogo si el niño no se acaba de adaptar?
Es completamente normal que los niños tarden en adaptarse a Primaria y no siempre es un proceso lineal. Sin embargo, si se producen cambios significativos en el comportamiento o en las emociones del niño, o si las dificultades persisten con el tiempo, puede ser necesario buscar apoyo adicional. La comunicación abierta con el colegio es esencial para entender lo que está sucediendo tanto en casa como en el aula. Es fundamental que los profesores guíen a las familias ante cualquier desafío cognitivo, académico o social al que se pueda enfrentar su hijo, ayudándoles a entender la situación y a explorar los posibles siguientes pasos.
¿Cómo se les ayuda en esos casos?
Cuando un niño se enfrenta a dificultades continuadas, las intervenciones personalizadas en el colegio pueden ser de ayuda y la colaboración temprana es clave. Los profesores trabajan en estrecha colaboración con las familias y los/as especialistas (cuando sea necesario) para proporcionar estas intervenciones tempranas. Los psicólogos pueden proporcionar evaluaciones de gran valor para comprender mejor cualquier cuestión subyacente, así como a proporcionar terapia o recomendaciones específicas.
En la mayoría de centros escolares se suele pedir que los niños lleguen a Primaria sabiendo leer; ¿cómo ayudar emocionalmente a aquellos que no han conseguido este hito y ven que no llegan al nivel de sus compañeros?
Muchos niños empiezan Primaria antes de haber aprendido a leer, y el desarrollo varía de uno a otro. El profesorado debe adaptar el aprendizaje al punto de partida individual de cada uno. Cuando un niño se siente por detrás de sus compañeros, puede generar frustración o incluso baja autoestima.
El papel de los adultos en el colegio y en casa es apoyarlos emocionalmente y tranquilizarlos. Celebrar el progreso desde cualquier punto de partida es importante, así como centrarse en sus puntos fuertes. Leer con ellos y darles autonomía a la hora de elegir el libro de lectura también puede ayudar, además de hacer que la experiencia sea divertida y libre de presiones.
¿Cómo ayudar a todos los niños en general a seguir la nueva dinámica de trabajo en clase y en casa?
El apoyo a los niños en casa y en el colegio comienza con el fomento de la seguridad en sí mismos, la familiaridad y el desarrollo de relaciones sólidas basadas en la confianza. Fomentar su autonomía, establecer rutinas, avisarles con antelación antes de los posibles cambios y desglosar las tareas en pasos manejables son formas eficaces de brindar este apoyo. También es importante hacer uso del refuerzo positivo, elogiando su esfuerzo y su progreso por encima de los resultados, con el objetivo de crear un entorno en el que los niño se sientan seguros para hacer preguntas y cometer errores. En este sentido, de nuevo, la colaboración y la comunicación entre las familias y el colegio son componentes esenciales.
¿Son adecuados ya los deberes en 1º de Primaria?
Los deberes durante el primer año deben ser de apoyo y sencillos, y realizarse en pequeñas cantidades adecuadas a la edad. Su propósito es fomentar actitudes positivas hacia el aprendizaje, reforzar las lecciones y crear hábitos sin generar presión académica. Los deberes deben durar entre diez y quince minutos al día, con un fuerte énfasis en la lectura de libros cortos, la práctica de palabras visuales o juegos sencillos de conteo y de números. Deben ser divertidos y atractivos. La colaboración con el profesorado y una retroalimentación bidireccional y abierta garantizan que los deberes se adapten a las necesidades individuales de cada niño/a.