El paracetamol, al igual que el ibuprofeno, es un analgésico y antipirético que suele usarse para reducir el dolor o disminuir la fiebre. Es uno de los medicamentos más consumidos a nivel global que además no necesita receta médica, puesto que su uso apenas tiene reacciones adversas. Sin embargo, durante el embarazo, nos preguntamos si su consumo es o no seguro, si estaría contraindicado y, si es así, por qué. Esto es porque algunos estudios epidemiológicos muestran una posible asociación entre el uso prenatal frecuente de paracetamol y el desarrollo de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en la infancia. Sin embargo, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) indica que “el uso oral de dosis terapéuticas de paracetamol indican que no se producen efectos indeseables ni en la embarazada, en el feto, ni en el recién nacido”. Y aunque hablemos de “uso frecuente o condiciones normales de uso”, hemos querido preguntarle a la Dra. Isabel Vielsa, directora médica de Clínicas EVA, si es seguro o no su consumo.

Durante el embarazo, la dosis estrictamente necesaria

La respuesta, nos dice la doctora, es que “sí, estamos ante un analgésico seguro durante el embarazo, siempre y cuando se consuma en las dosis recomendadas y no se exceda de ellas”. De hecho, es de los pocos analgésicos que se recetan durante esta etapa, ya que el resto de ellos, “o bien no se recomiendan o bien están contraindicados”. Por tanto, lo importante es conocer esa dosis adecuada: “como mucho se suele recetar a la paciente una dosis de un gramo cada ocho horas y siempre que sea estrictamente necesario”. Si no lo fuese, nos dice, “siempre es mejor no tomar nada”.

Y es que, la mayoría de las mujeres son reacias a tomar medicación durante el embarazo, pero también es verdad que 8 de cada 10 mujeres han tomado paracetamol durante la gestación. De hecho, se estima que en Estados Unidos, el 65% de las mujeres embarazadas utilizan el paracetamol con regularidad. Por tanto, no se trata de prohibir, pero sí de recomendar a las mujeres gestantes que tengan precaución con este medicamento, no se debe tomar a la ligera.

Además, matiza que, como con todos los medicamentos, “hay que tener especial cuidado con su consumo en el primer trimestre, porque es cuando se produce el desarrollo del feto”, aunque no estaría contraindicado en ninguno de los meses de gestación.

Su consumo durante el embarazo, ¿qué riesgos conlleva?

En las dosis recomendadas, nos dice la experta, “en principio, suele ser seguro, aunque algunos estudios aislados es cierto que hablan de algunos efectos en recién nacidos, como pueden ser el bajo peso o una menor talla”. También existen otros estudios que hablan de alteraciones en el neurodesarrollo o algunos problemas y malformaciones urogenitales. De hecho, nos cuenta la doctora, “ha existido un poco de alarma últimamente porque se ha publicado un estudio que habla también de problemas respiratorios e, incluso, asma en los recién nacidos y en los niños, durante sus primeros años de vida”.

Este medicamento puede atravesar la placenta y la barrera hematoencefálica que regula la entrada de diferentes moléculas en el cerebro, un órgano que lleva a cabo su mayor desarrollo en el útero de la madre y en la infancia inmediatamente posterior, sus momentos más vulnerables, sobre todo, si está expuesto a tóxicos. Pero debemos saber, nos dice, “que no son estudios concluyentes”. Para confirmar este extremo, hace falta avanzar más en la investigación. Por ello, de nuevo, nos dice la doctora, “se recomienda siempre recetarlo en casos muy necesarios y sin exceder la dosis estrictamente recomendada”.

Ibuprofeno, ¿la alternativa al paracetamol?

Por último, como alternativa al paracetamol, podríamos pensar en el ibuprofeno, que también tiene propiedades analgésicas y que, además, es antiinflamatorio. Sin embargo, en este caso, sí que está contraindicado durante el primer trimestre de gestación.