© AdobeStock Niños jugando a videojuegos

Neurociencia

Los videojuegos también son beneficiosos para tus hijos y ¡estas son las razones!

Una mejora de la atención, de la capacidad de aprendizaje, de la memoria a largo plazo, de la concentración... estos son solo algunos de los beneficios que aporta el buen uso de los videojuegos a los niños y a la plasticidad de su cerebro. ¡Descubre la cara amable de los videojuegos!

Hace unas semanas, la OMS (Organización Mundial de la Salud) hacía una actualización de la Clasificación internacional de enfermedades, en cuyo apartado de ‘uso de sustancias o comportamientos adictivos’, incluía la adicción a los videojuegos como un desorden mental. Sin embargo, cada vez hay más estudios que aseguran que un buen uso de estos, con una serie de pautas, de forma controlada y con límites, puede ser muy beneficioso para tus hijos. ¿Por qué es esto posible?

“Los videojuegos tienen varias aristas amables, y como todo, con moderación puede ser una herramienta muy útil. La tecnología no es mala ‘per sé’, pero mal empleada puede ser perjudicial, por supuesto. En sus 50 años de existencia, el videojuego, como cualquier forma de expresión artística, ha puesto ya sobre la mesa una buena cantidad de casos de uso positivo a todos los niveles. Inclusión, educación, transmisión de valores… El videojuego bien utilizado puede ser una herramienta muy valiosa para el enriquecimiento personal y social”, asegura Daniel Sánchez Mateos, director de Gammera Nest y coordinador del programa PlayStation Talents.


Cómo benefician los videojuegos al cerebro del niño

Lejos de demonizar a los videojuegos por su mal uso, muchos estudios científicos y neuronales han demostrado que estos pueden llegar a moldear la plasticidad cerebral, ¿qué significa esto? Según nos cuenta el experto, se traduce en que los videojuegos también son beneficiosos para los niños por los siguientes motivos:

  • Desarrollo de la atención: “Entre los resultados positivos del juego encontramos un aumento en la capacidad de atención que se crea en el/la jugador/a. De hecho, se mejora la atención sostenida y la selectiva, es decir, una se centra en mantener la atención por un periodo de tiempo largo y la otra nos permite mantener la atención en un elemento o actividad en concreto. Al desarrollarse cerebralmente de esta forma, estos niños/as requieren menos activación para mantenerse centrados/as en tareas más exigentes”.
  • Mejora del aprendizaje: “También tiene otros efectos en el área cognitiva del niño/a, como por ejemplo el aumento en la velocidad de procesar la información y el aprendizaje de esta”.
  • Potencia la memoria: “A la larga, los jugadores desarrollan una mejor memoria y suelen ser más hábiles al realizar varias tareas a la vez”.
  • Mejora de la orientación: “Asimismo, la evidencia científica también demuestra una mejor capacidad de percepción a la hora de centrarse en los detalles visuales, así como de orientarse espacialmente en nuevos ambientes”.
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Videojuegos terapéuticos, ¿qué son?

Según informaciones de Gammera Nest, los resultados de 116 estudios científicos publicados en el Frontiers in Human Neuroscience, revelaron resultados tan interesantes como que jugar a videojuegos no solo cambia el funcionamiento de nuestro cerebro, sino también su estructura, debido a que se generan cambios en muchas regiones del mismo. Por este motivo, dentro de este sector, ha surgido un nuevo término y aplicación para los videojuegos; y es que, hoy en día, tenemos que hablar del concepto de ‘videojuegos terapéuticos’, ¿de qué se tratan exactamente?

“Al final, como todo aprendizaje, para que el cerebro siga teniendo y adquiriendo mayor plasticidad, lo más importante es la repetición y sus nuevos conocimientos. Por eso, muchas terapias se están apoyando en los videojuegos. Además, su capacidad para retener la atención de los menores, los hacen especialmente útiles para ejercicios de rehabilitación, en los que se exige movimientos repetitivos y pesados. Un ejemplo, son las terapias con Lokomat pediátrico, un robot empleado en menores con problemas para caminar, debido a diferentes patologías. Los pacientes se colocan en una especie de exoesqueleto que les ayuda a adquirir un patrón de marcha correcto. Incluye un videojuego que interactúa con ellos y les motiva para desplazarse”, nos explica el experto.

Asimismo, los videojuegos cada vez están más presentes en distintas terapias y diagnósticos médicos, sin ir más lejos: “Hay estudios que prueban que jugar con videojuegos reduce la percepción del dolor de los niños en tratamiento oncológico ”, asegura. Pero desde GammeraNest, también trabajan en otras áreas como es el desarrollo de ‘videojuegos terapéuticos’ aplicados al entrenamiento cognitivo del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). “Este proyecto, lo elaboramos en colaboración con el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Está en fase experimental y ha sido premiado por el Colegio Oficial de Psicólogos en su II Edición de Psicología y Tecnología Digital en las Organizaciones de la Comunidad de Madrid. Tras el primer ensayo clínico, realizado en el Hospital Puerta de Hierro, hemos podido comprobar mejoras parciales en la autorregulación de pacientes con TDAH de 12 a 22 años”, asegura.


Videojuegos destinados a la inclusión social

Y, por supuesto, cabe destacar que esta ‘nueva generación’ de videojuegos también tiene su área de aplicación en obras sociales, así como en la inclusión e integración social, con programas diseñados, y exclusivamente dirigidos, para aquellos colectivos más desfavorecidos de la sociedad. “Uno de los sectores donde se está comprobando que los videojuegos pueden hacer más por la inclusión es el de los eSports. Desde hace años, por ejemplo, vienen celebrándose competiciones de eSports Unificados, con la colaboración de partners tan potentes como Sony Play Station, Fundación Telefónica o Movistar. Una modalidad en la que se fomenta la integración de personas con y sin discapacidad”, nos cuenta.

Pero los juegos no son siempre el objetivo final, sino que también hay otras metas como, por ejemplo, las educativas y culturales, asociadas a entidades tales como el Museo Thyssen o el Museo del Prado. “The Dedal Games, es uno de los proyectos en colaboración con educaThyssen y Fundación Iberdrola. En él, participaron siete entidades de colectivos que habitualmente encuentran obstáculos a la hora de acceder al mundo de la cultura, como desde aquellas personas en rehabilitación psicosocial, hasta escolares con autismo pasando por personas mayores. La metodología de este proyecto partió de una premisa: nadie se queda sin aportar. Por eso, el juego ha acabado proponiendo una historia de inclusión desde la inclusión”, revela el experto.

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