Planear quedarse embarazada puede ser una de las decisiones más importantes que tomes en tu vida. Esta decisión cada vez se hace ‘más tarde’, por diversos factores circunstanciales en la vida de la mujer y también de su pareja. Se produce, entonces, una carrera contrarreloj que puede jugar en contra de los deseos de ser madre. “Por desgracia, hoy en día, la media de edad para la maternidad se va alargando cada vez más, por muchos motivos, pero la edad fértil de la mujer, no espera, ni se alarga, sigue siendo la misma que décadas atrás. El tiempo es oro en muchas parejas”, asegura la ginecóloga Amira Alkourdi Martínez (@ginecologa).

Es entonces cuando entra en juego la gran importancia de una consulta al ginecólogo preconcepcional. Esta visita cada vez está más indicada por los expertos, ya que puede ser decisiva por muchos motivos, y no solo para aquellas mujeres que sean mayores de 35 años (edad que se considera ‘límite’ para conseguir un embarazo ‘sin problemas’), sino que cualquier mujer que esté buscando quedarse embarazada debería hacerla. ¿Cuáles son las razones? “En algunos casos nos ayuda a localizar incidencias de manera temprana y ponerles, la mayoría de las veces, solución. En otros, se descubrirían estas incidencias una vez arrancada la búsqueda del embarazo, encontrándonos con el problema de no poder concebir”, explica la experta.

¿En qué consiste la consulta preconcepcional?

“La consulta se debe de hacer cuando no se tiene mucha idea de cómo planear el embarazo, no se sabe la medicación que se debe de tomar antes, si tus ciclos son irregulares para saber más o menos cuándo es tu ventana fértil…”, nos cuenta la doctora. En ella, además, se descartan posibles patologías que puedan intervenir en la concepción, o que se deben tener en cuenta, como:

• Enfermedades crónicas o infecciones: es importante realizar un chequeo general para poder descartar alguna patología presente sin saber de su existencia, o en el caso de que exista, que el ginecólogo tenga conocimiento de ella. Puede que se necesite un cambio o ajustes en el tratamiento para que se pueda compatibilizar con el embarazo. E incluso, en algunos casos, intentar controlar la enfermedad en cuestión hasta que esta no sea un riesgo para el embarazo.
• Hábitos de vida saludables: analizar junto con el facultativo tus hábitos de vida será de crucial importancia porque llevar una alimentación variada, saludable y completa, realizar ejercicio habitualmente, no fumar, no tomar alcohol, etc… son factores directamente relacionados con la concepción de un embarazo. En definitiva, identificar factores de riesgo.
• ¿Qué medicación que se está tomando?: en el caso de que sea por una enfermedad crónica, como hemos dicho en el punto anterior, el ginecólogo tendrá que valorar si es compatible con la búsqueda de un embarazo. Pero también hay que tener en cuenta que ciertos medicamentos, o incluso productos de herbolario, pueden ser negativos para el embarazo, por lo que hay que informar al doctor de todo lo que se toma habitualmente, en esta visita preconcepcional.

Además, durante la consulta, “se hace una ecografía para ver el estado de los ovarios, qué recuento folicular se tiene, cómo está el endometrio. Sobre todo, analizamos los ciclos menstruales y enseñamos a saber qué debemos tomar como complementación y cuándo debemos tener relaciones sexuales”, añade la experta.

Cuál es la suplementación que se debe tomar en la etapa de concepción

Durante el embarazo, así como antes de concebirlo, necesitamos una serie de vitaminas y aportes nutricionales esenciales para que todo vaya bien y evitar problemas tanto para el bebé como para el embarazo. El problema es que, aunque llevemos una alimentación sana y variada, a veces, no es suficiente para aportarnos todo lo necesario y que las cantidades vitamínicas sean las óptimas.

“Otra de las cosas que explicamos en la consulta preconcepcional es la importancia de la suplementación, y lo necesario que es el ácido fólico y el yodo para la búsqueda gestacional, sobre todo, el fólico. En función de la paciente y de su historial, recomendamos qué complementos debe tomar y, en definitiva, le damos todos los consejos posibles para una suplementación previa en función de sus características, intolerancias, etc…”, nos explica la ginecóloga.

El ácido fólico, es uno de los suplementos que se hacen imprescindibles para la concepción ya que es clave para el desarrollo del feto. Previene posibles defectos en el sistema nervioso central y la médula espinal, denominados, defectos del tubo neuronal. Su carencia se relaciona con la espina bífida.

En el caso del yodo, también se hace fundamental su suplementación, durante la etapa preconcepcional, ya que la única forma de conseguir adquirirlo es con la comida, ya que las cantidades no resultan suficientes en la mayoría de casos. Unas vitaminas preconcepcionales serán la mejor opción, pero siempre será el ginecólogo quien valore las necesidades de cada caso.

¿Por qué son tan necesarios estos suplementos al inicio del embarazo, incluso antes de la concepción? Porque la formación del tubo neuronal del feto se realiza durante las primeras semanas de gestación, por lo que los expertos recomiendan comenzar a tomar ácido fólico y yodo, al menos, tres meses antes de comenzar la búsqueda del embarazo. Por último, también cabe destacar la importancia de esta suplementación para la salud de la madre, ya que la falta de ácido fólico podría provocar enfermedades durante el embarazo como la preeclamsia, entre otras.