Fue uno de los juguetes estrella de las pasadas navidades entre los más pequeños de la casa y es que la tabla curva o también conocida como tabla de equilibrio es mucho más que un pasatiempo para los niños. Está recomendada a partir de los 0 meses por supuesto, bajo la supervisión siempre de un adulto y también es perfecta para terapias psicomotoras infantiles. Para conocer más a fondo todas las peculiaridades y beneficios que tiene este juego hemos hablado con Pablo Casais (@fisiopablocasais), fisioterapeuta y osteópata pediátrico. “Se trata de una tabla de madera curva con muchas posibilidades de uso. Esta forma tan característica da muchas opciones de juego, a la vez que ayuda a los niños en su desarrollo a muchos niveles (motor, propioceptivo, sensorial…)”, comenta.

¿Para qué sirve la tabla curva?

Su simpleza es su gran punto fuerte y es que esta tabla curva será muy motivadora desde las edades más tempranas. De bebé, puedes dejarle sobre la tabla y balancearle sobre ella o ponerle al lado para que él solo vaya conociéndola, experimentando…

Cuando ya camina, será perfecta para trabajar su equilibrio y que aprenda a mantenerse estable sobre las dos piernas. Y cuando ya son un poco más mayores, a partir de los 3 años, es cuando pueden comenzar a echar a volar su imaginación inventando y creando juegos libres. “A todo niño le gusta jugar y en esta etapa donde la creatividad y la imaginación no tiene límites, una aparentemente ‘simple tabla de madera’ puede llegar a convertirse en infinidad de cosas como una tabla de surf, un puente... El conseguir superar pequeños retos mediante juegos (aprendizaje) también es otra gran motivación para ellos”, nos cuenta el experto.

¿Por qué elegir la tabla curva para tu hijo?

Y es que hoy en día saber elegir bien los juguetes de los pequeños para que además de divertirles les ayuden a evolucionar y aprender, no es tarea fácil. Existe una oferta tan amplia que los padres cada vez son más selectivos a la hora de desembolsar una gran cantidad de dinero por un juguete y por supuesto, comprometidos con la educación de sus hijos.

Esto, en parte, es así por el fácil acceso a la información con el que cuentan gracias a las redes sociales. Pablo nos afirma: “Creo que las mamás y papás de hoy día manejan una información muy valiosa sobre cómo ayudar al desarrollo de sus hijos e hijas. Esto les ayuda a elegir juegos lúdicos que les ayuden en su aprendizaje. Sus múltiples posibilidades de uso podrían ser otro motivo. Podemos convertirlo en una rampa para coches, un puente por donde pasar por debajo a rastras, una tabla de surf…”, explica. Y es que los propios profesionales la recomiendan ya que es perfecta para “un uso de juego de calidad. Soy un gran propulsor de los juegos que promueven el libre movimiento y que les motiven a superar pequeños retos. Son ingredientes claves para un buen aprendizaje, es la mejor manera de potenciar todas sus habilidades”, señala.

Beneficios de la tabla curva para el desarrollo infantil

Pero este juego no solo es perfecto para que tus hijos lo tengan en casa si no, que además se trata de una herramienta de trabajo muy importante dentro de la fisioterapia pediátrica. La tabla curva está indicada “para problemas en el desarrollo, ya sea a nivel motor o sensorial. Por ejemplo, es muy útil en el trabajo de la reeducación de la marcha, donde los ejercicios de equilibrio les ayudan a estimular los receptores de la planta del pie y el sentido del equilibrio (sistema vestibular y propiocepción). Mejorando el apoyo y la estabilidad durante la marcha”, nos cuenta Pablo.

Durante el uso de la tabla los niños trabajan…

• la fuerza
• la coordinación y el equilibrio, aspectos claves para el correcto desarrollo músculoesquelético y postural
• favorece la estimulación sensorial y propioceptiva
• promueve el movimiento libre
• fomenta el desarrollo social al realizar juegos colectivos
• ayuda al desarrollo de la creatividad e imaginación

Un mundo de posibilidades

Las posibilidades que nos brinda este juguete son infinitas y todas ellas beneficiosas para el desarrollo de los niños, pero ¡ojo! porque no solo está recomendada para los peques ya que los mayores también pueden pasar un rato divertido con ella: “Diría que utilizándose con sentido común a cualquier edad se le podría sacar provecho. Mayores y pequeños. Habría que darle un uso o diseñar juegos acordes a la edad/fase de desarrollo en la que se encuentre el peque y ajustar el juego a su nivel”, puntualiza Pablo.

Los juegos que se pueden llevar a cabo con ella son muchos, “todos los que nuestra imaginación nos permita crear”, dice el fisioterapeuta. “Podemos hacer ejercicios de equilibrio-coordinación bailando sobre ella, lanzar una pelota con las manos mientras se balancea, arrastrarnos como una serpiente por debajo, deslizarnos como si fuera un tobogán… las posibilidades son infinitas”, concluye.