1. Tiempo para ti y para tus invitados
Cuando se le pregunta a Sira Antequera (directora de Sí! Quiero by Sira, Wedding & Event Designers) acerca de qué diferencias existen entre un enlace tradicional y uno íntimo, la respuesta es clara: la cercanía de los invitados a los novios y la naturalidad. “Una boda íntima permite disfrutar más a los novios directamente del tiempo con sus invitados, compartir más tiempo con cada uno de ellos. Muchas veces no hay posibilidad de elegir y los novios tienen que hacer una celebración con un mayor número de invitados (que también es fabuloso, pero es un tipo de boda distinto), por diversas razones. Por ejemplo, por el tamaño de las familias, por las profesiones o por razones culturales que obligan a que la boda sea muy grande. Pero es muy interesante valorar que si se desea una pequeña, siempre hay modos para poder reducir el listado”, explica la wedding planner.
Ello permite a los novios, apunta, acceder a espacios y propuestas gastronómicas que en otras circunstancias no podrían considerar: “es otro matiz para hacer la boda única: lugares históricos en nuestras ciudades, salones y claustros en palacios y castillos, pequeños monasterios, puntos únicos en la naturaleza. Nosotros hemos realizado menús completos de restaurantes de tres estrellas Michelin en medio del campo, con la complejidad de elaboración que supone y consiguiendo un exitazo”.
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