Ser la invitada perfecta tiene sus pros y sus contras. Entre sus ventajas destacan la de ser considerada la más elegante de la boda, hacerse un bonito álbum de fotos para recordar el momento, poder mostrarlo en las redes sociales y, con suerte, aparecer en alguna de las cuentas de moda nupcial que triunfan en Internet. Por contra, conseguir un look que esté a la altura de la celebración no es tarea fácil y requiere una búsqueda exhaustiva de prendas que no solo favorezcan a quien lo luce o sigan las tendencias de la temporada, sino que sea diferente, poco previsible y, por tanto, sea difícil de encontrar en otra de las convidadas al enlace.
Cuando este es el objetivo primordial, es preferible buscar prendas novedosas o apostar por ediciones especiales. Todas aquellas que se encuentren en una situación similar, encontrarán en las firmas que no llegan a los dos años de vida una solución que merece la pena, no solo por sus calidades y apuestas por el diseño, también por la satisfacción de servir de impulso a quienes acaban de empezar en el sector.