PALABRA DE EXPERTO

Luis Infantes, diseñador: "Hay novias que quieren sorprender todo el tiempo y buscan muchos looks en uno; para mí es un error"


¿Buscas un segundo look nupcial o uno que evolucione a lo largo de la celebración? El diseñador, bajo su experiencia personal, nos ofrece su visión más práctica para no fallar en el intento


Novia con vestido clásico de Luis Infantes© Días de Vino y Rosas
María CalvoColaboradora de novias
16 de diciembre de 2025 - 12:30 CET

Las bodas de hoy en día no tienen un único escenario: son un pequeño recorrido lleno de momentos y cada uno invita a la novia a expresarse de una forma distinta. Quizá por eso los vestidos de novia desmontables, esos diseños pensados para transformarse a lo largo del día, se han convertido en una de las tendencias más fuertes de los últimos años. Sobrefaldas que desaparecen para revelar otra silueta, capas que se abren paso como una segunda piel, cuerpos que cambian su lenguaje con una manga nueva o un juego de volúmenes inesperado… La moda nupcial vive un momento apasionante, y las novias buscan soluciones que se adapten a su ritmo y a su personalidad. Para profundizar en esta tendencia, y en su alternativa más clásica que son los segundos looks nupciales, hemos hablado con Luis Infantes, uno de los diseñadores más sólidos del panorama actual. Conocido por su visión depurada y minimalista, sus guiños al pasado y esos gestos arquitectónicos que convierten cada pieza en un ejercicio de equilibrio, Infantes ha logrado construir un estilo propio y reconocible que las novias adoran. No es casualidad que, pese a su juventud, se haya consolidado como un referente clave de la costura en nuestro país.

El diseñador comparte su experiencia con sus propias novias, nos explica cómo abordar un vestido desmontable, cuáles son las mejores fórmulas para transformarlo, y qué tener en cuenta si te planteas un diseño de estas características. Su visión técnica y estética arroja luz sobre una de las decisiones más emocionantes y personales de este gran día.

Vestido de novia con chaqueta de quita y pon© Plataforma
Vestido de novia con chaqueta desmontable de Luis Infantes© Plataforma

En tu experiencia, ¿qué ha hecho que los vestidos ‘dos en uno’ y los looks evolutivos se hayan convertido prácticamente en un estándar entre las novias actuales?

A lo largo de los años la evolución de la boda ha sido tremenda. Hoy en día la novia quiere disfrutar ese día al máximo, mientras que antes una novia tenía un comportamiento más estático y rígido, como por ejemplo en los 90. Ahora quieren pasarlo bien, moverse con libertad, bailar… Eso hace que el vestido necesite, en muchas ocasiones, ir transformándose en función del contexto de cada momento. El de la ceremonia suele ser el más ornamentado y se puede ir desmontando o transformando a algo más festivo y sencillo a medida que se acerca el momento de la fiesta.

En tu atelier, ¿abundan más las novias que buscan un look a medida ‘2 en 1’ o, directamente, prefieren un segundo look nupcial? 

Hemos tenido de todo, pero lo que más abunda es la chica que se decanta por un vestido con cola transformable o de quita y pon. Las novias ya no quieren arrastrar enormes colas desde el principio hasta el final de la celebración. Para mí, los transformables tienen un límite: no se puede hacer todo en un vestido, por lo que suelo aconsejar la cola desmontable.
Quizás algo más se puede transformar, pero si queremos pasar de un extremo al otro, por coherencia y equilibrio del vestido, debería hacerse un segundo look. Como vemos en las imágenes superiores, tenemos el ejemplo de Aldara Álvarez, que cambió de vestido. No me gusta cuando un vestido transformable se convierte en un catálogo de ideas, no se es más original, no se está mejor vestida por ello.

Aldara Álvarez con un diseño nupcial desmontable de Luis Infantes© Dos más en la mesa
Aldara Álvarez con un vestido de novia corto y desmontable de Luis Infantes© Dos más en la mesa

¿Qué opinas de la moda de hacerse hasta un tercer o cuarto vestido de novia? ¿Merece la pena? ¿Qué recomiendas?

Para mí es del todo innecesario. Solo es un día, la apuesta fuerte debe ser siempre en el momento de la ceremonia, el primer impacto. Entiendo y apoyo completamente el retirar la cola, quizás alguna manga e incluso un segundo vestido si queremos pasar a una imagen completamente distinta para la fiesta, pero ¿tres? ¿cuatro? Ni siquiera hay tiempo de eso… Hazte un vestido costura y vívelo, es solo una vez en la vida.

¿En qué se diferencia tu enfoque a la hora de diseñar un vestido “desmontable” frente a uno tradicional? ¿Qué debe tener sí o sí para que al desmontarlo siga siendo impecable?

Realmente yo no tomo esto como un punto de partida, eso sería un grave error. Se debe de empezar por estar favorecida y tener como base el contexto de la boda. Hay chicas que quieren sorprender todo el tiempo y se centran en esta idea de crear muchos looks en uno. Para mí es un error. Lo primero es crear el vestido perfecto y después pensar en si hay formas de desarrollarlo de otra manera durante la boda. Para mí no cambia, mi trabajo es elevarla a ella y después ver opciones, nunca al revés. No se debe empezar la casa por el tejado.

Vestido con blusa y cola desmontable de Luis Infantes© Antiwedding
Vestido con blusa y cola desmontable de Luis Infantes© Antiwedding

En tus novias, ¿qué partes del vestido se desmontan con más frecuencia o más fácilmente: la sobrefalda, la cola, las mangas, una capa…? ¿Cuál dirías que es la combinación ganadora hoy?

Las colas casi siempre y en algunas ocasiones la manga. A veces realizamos conjuntos dos piezas, está opción me encanta, así que, por ejemplo, la novia lleva un cuerpo con una falda llena de capas de gasa con cola en la iglesia y de repente en la fiesta se cambia a una estilo lápiz o recta, quizás cambiando hasta el tejido a uno de paillettes creando algo más cool y sexy. Pero sin duda la opción ganadora es la sobrecola desmontable. Lo vemos en este diseño, con blusa y cola desmontable.

Si una novia quiere un vestido desmontable, pero le preocupa que el look pierda su gracia, ¿qué le dirías? ¿Cómo asegurar que el segundo look conserve la identidad del vestido?

Todo depende del cambio. Por ejemplo, si quiere quitarse las mangas, esto no suele deformar demasiado el look total (hablando en términos genéricos). Sin embargo, hay muchas veces que quieren aportar algo al look de fiesta y esto hay vestidos que no lo aguantan, no tienen sentido. Mi consejo es sacrificar, llevar un vestido de 10, pero no bajarlo de nivel por querer a toda costa un cambio. Para eso mejor hacer un segundo look, como hicimos con esta novia que vemos a continuación.

Novia con vestido clásico de Luis Infantes© Días de Vino y Rosas
Segundo look nupcial de corte mini de Luis Infantes© Días de Vino y Rosas

¿Hay diferencias a la hora de plantear un vestido transformable para una ceremonia religiosa frente a una civil?

Siempre hay diferencias entre ellas, independientemente a que sea transformable o no. Una está sujeta a protocolos y la otra no, por lo que es más una cuestión protocolaria que la transformación en sí que pueda tener el vestido.

Tus diseños se caracterizan por las líneas depuradas, arquitectónicas, los guiños a otras épocas y una confección muy precisa. ¿Cómo se integra esa filosofía en un vestido desmontable sin perder tu esencia?

Funcionan muy bien. Los dos o tres piezas es lo que mejor funciona: las capas, fulares o incluso chokers desmontables que predispone al diseño a seguir siempre una línea sofisticada. En los que son más arquitectónicos hay piezas con volúmenes desmontables que se crean sujetándose por ellas mismas en un trabajo muy complejo de estructuras que convierten el modelo en una pieza artística, casi de exposición.

María con look nupcial de dos piezas, vestido y chaqueta, de Luis Infantes© Ereaga Studio
María con look nupcial de Luis Infantes© Ereaga Studio

Desde el punto de vista técnico, ¿qué tejidos funcionan mejor para un ‘dos en uno’? ¿Hay materiales que desaconsejes?

Esto es algo muy importante que varía según el diseño, pero los tejidos más gruesos como los crepes o failles y texturizados, mezclados con otros más finos como la bambula, el georgette o el tul, funcionan de maravilla para crear piezas superpuestas.

¿Qué errores ves cuando una novia elige un vestido desmontable sin asesoramiento? ¿Hay expectativas poco realistas sobre lo que puede transformarse?

Absolutamente. Las expectativas de las novias es creer que todo es posible, pero en nuestro caso la calidad debe primar siempre. A menudo, las novias vienen con conceptos que han visto en otras novias que no son nuestras y que nosotros no permitimos. Por ejemplo, mangas desmontables con automáticos: eso es algo horrible desde un sentido técnico, nunca vamos a crear una pieza donde a simple vista puedes ver terminaciones que “afean” el vestido o lo reducen en categoría. Esto es Alta Costura y hay que aprender que no todo vale y dejarse asesorar por los profesionales para guiarte en el mejor sentido. 

Vestido de novia Luis Infantes© Minna Fotografía
Vestido de novia Luis Infantes© Minna Fotografía

Entre tus creaciones recientes, ¿hay algún vestido dos en uno del que estés especialmente orgulloso? ¿Qué lo hizo diferente o técnicamente desafiante?

¡Muchos! Muchas novias han llevado transformables preciosos en mangas, chaquetas, capas… De alguna manera siempre hay algo desmontable. Por ejemplo, el vestido de Aldara que aparece en las fotos que aparecen a continuación.
La novia podía retirar la sobrecola, las palas delanteras y quedarse solo con chaqueta. Después, podía retirar esta última para quedarse en un vestido clásico, pero más desenfadado, que era una opción mucho más cómoda para el baile. El punto de unión eran los “nervios” realizados uno a uno sobre el tejido que podían verse en sus mangas y que luego visualizabas en el cuerpo del vestido interior. Todo debe contar una historia, debe haber un hilo conductor.
De colección, por ejemplo, tenemos el vestido Sade (colección 2026), un concepto más artístico, pero que crea dos visiones absolutamente distintas donde no parece ni el mismo vestido, con un vestido de corte sencillo y una estructura rígida a modo de “capucha” o velo inspirada en los masáis de Tanzania.

Vestido de novia minimalista de Luis Infantes© Cortesía Luis Infantes
Vestido de novia desmontable de Luis Infantes© Cortesía Luis Infantes

Y, para cerrar, ¿hacia dónde crees que va el futuro de la moda nupcial? ¿Hacia los diseños evolutivos o seguiremos conviviendo con el vestido único y tradicional?

Siempre habrá cierto grado de transformación, con la cola, por ejemplo. Yo soy muy partidario de no integrarse totalmente en el vestido a no ser que lo requiera el diseño para poder sentirte más libre luego a la hora de disfrutar. Pero creo que, excepto este tipo de transformación más suave, la novia prefiere en general un solo vestido donde sentirse ella misma y poder disfrutarlo al máximo. Solo tendrá un momento en el que ponérselo y, como bien sabemos, la boda es un abrir y cerrar de ojos y debe de darte tiempo a apreciar la pieza tan exclusiva y especial que llevas en el día más importante de todos.

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