Las invitadas de invierno, año tras año, cumplen sus una serie de códigos estéticos nacidos de la necesidad y perfeccionados gracias a una gran delicadeza y gusto. Tejidos de invierno, zapatos cerrados, guantes, prendas de abrigo, cuellos y estolas son algunos de los ingredientes que siempre funcionan en estos looks. Pero cuando la convidada en cuestión es en realidad la madrina, la etiqueta se complica y acertar en términos de tendencias, detalles y siluetas se torna algo más complicado. En los enlaces invernales la madre del novio debe deslumbrar, como la otra protagonista del día, sin epatar a la novia, con gran elegancia, pero sin renunciar a su personalidad ni pasar frío.
En materia de prendas son muchas las piezas sencillas que pueden potenciar la figura de esta estilosa invitada, pero el carácter diferenciador se lo otorgarán sus accesorios. En concreto las piezas para el pelo y los tocados discretos son una constante en los meses menos calurosos del año. Y hoy hemos recopilado algunos inspiradores ejemplos.
© @thebridal.blog. Foto: @click10fotografia
© @thebridal.blog. Foto: @click10fotografiaPlumas para invierno
El 25 de noviembre de 2023 contrajo matrimonio la diseñadora de vestidos de novia María Baraza. Especializada en looks convertibles, su elección de estilo dio la vuelta a la red y no dejó a nadie indiferente, porque dentro era una propuesta 3 en 1. Aquella boda, cercana al mes de diciembre, no solo dejó una oleada de piropos para la recién casada, sino que también fue una colección de alabanzas para la madrina. Y es que la madre del novio escogió a su nuera, la propia María Baraza, para que diera forma a su imponente diseño.
A medio camino entre el azul noche y el marino, la pieza que lució era sobria y atemporal. Una oda a la elegancia clásica en forma de vestido largo, sencillo y fluido. Una creación con mangas largas, corte recto, capa delantera asimétrica y larga capa trasera, que deslumbró desde el primer momento. El resultado se completaba con un glamuroso tocado con plumas y sinamay en rosa empolvado, obra de Mimoki, que llevó con el pelo corto, liso y suelto. ¿El punto más divertido? La manicura a juego con el color del vestido.
© @nicolasmontenegro.official. Foto: @@raweddingphoto'Total look' minimalista y 'pillbox'
Uno de los looks más especiales, perfectos para bodas en meses de frío, de una madrina de invierno, lo hemos visto a esta madre del novio, llamada Olga Gomis. Su elección de estilo dio la vuelta a la red, pues a pesar su sencillez, era toda una obra de arte, en lo que a patronaje se refiere. En este enlace en la capital andaluza escogió al diseñador sevillano Nicolás Montenegro, que ideó para ella un total look en verde botella empolvado, que realzaba su figura. La propuesta estaba realizada en crepe e incorporaba una bambula de gasa que hacía las veces de transparencia en parte del escote y la espalda.
En el diseño, un vestido largo, destacaban la botonadura trasera, las mangas francesas y un cuello casi Pérkins (muy habitual en la firma). Del mismo tono que la prenda, era su casquete, tipo pillbox, realizado a mano en la casa Nana Golmar, también en la capital hispalense. Iba a juego con los imponentes pendientes de diamantes y esmeraldas que escogió. Frente a esta gama cromática, optó por unos guantes largos y unos stilettos en beis y un clutch efecto carey, que pertenecía a su madre.
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© @mimokishop. Foto: @liven_phUna hermana del novio como madrina
Una de las madrinas más virales de la temporada fue Míriam, una hermana del novio que le acompañó al altar en una bonita jornada. La ceremonia tuvo lugar en la popular iglesia de San Fermín de los Navarros, de Madrid, en el barrio de Chamberí. Para la ocasión, esta elegante invitada se puso en manos del atelier de Diego Estrada, firma que confeccionó para ella un diseño de dos piezas en tono entre vino y burdeos con juego de texturas. El cuerpo, realizado en seda rústica, era asimétrico, con largo hasta la cadera, mangas largas y cintura entallada. Por otro lado, la falda satinada, de corte al bies, también contaba con largo asimétrico.
Los complementos pusieron la nota sofisticada al resultado, además de unos guantes y zapatos de salón en verde botella. El detalle más especial fue un tocado discreto que colocó alrededor del moño, del mismo color vino, una pieza semicircular con dos raquis, firmada por Mimoki.
© @alejandrodemigueloficialLa diadema más versátil
Para las madrinas de boda de 2025, el tweed se ha convertido en uno de los materiales más buscados, ideal para enlaces que van desde otoño a primavera. Este tejido —conocido popularmente como “Chanel”— vuelve a reinar en los estilismos de invierno y entretiempo, tanto en vestidos largos como en propuestas midi. Una de las versiones que más fuerza está tomando es la realizada en tonos azules. Como ejemplo encontramos este diseño en azul bebé creado por Alejandro de Miguel para María Jesús, una madre del novio. La prenda, con cuello redondo, falsos bolsillos y manga francesa, fue la elección para una boda celebrada en Málaga, en la iglesia de San Juan. El look se remató con una diadema con redecilla (el tocado que no pasa de moda y combina con toda clase de estilismos), accesorios dorados, un bolso oscuro y un broche situado en la cintura.
© Sombreros Conchitta. Foto: @plata.forma_
© @plata.forma_Las pamelas se transforman
El tejido rey de las bodas de invierno es, sin lugar a dudas, el terciopelo. Esta tela con textura sedosa arrasa en diseños y prendas de abrigo entre las invitadas que no quieren pasar frío ni tampoco renunciar a vestir elegante. Por sus muchos atributos es posible encontrarlo, también, en los looks de las madrinas más virales. Entre ellas, la que se encuentra sobre estas líneas, que acudió al taller de la creativa Teresa Helbig para que diera forma a una pieza especial para el enlace de su hijo.
Apostaron por una prenda con largo al tobillo y falda amplia que combinaba un terciopelo azul oscuro con gasa, utilizada en las mangas semitransparentes y el escote. Lejos de las mantillas, todo el protagonismo se lo llevó su tocado: una pamela con ala de plumas en azul y centro realizado en el mismo tejido de terciopelo, un trabajo de Sombreros Conchitta. Otros accesorios fueron unos pendientes largos de aires vintage y unos zapatos de tacón cerrados. Su apuesta demuestra que un buen complemento para el pelo o una pieza de sombrerería son grandes aliados para darle un aire nuevo al estilismo. Basta con encontrar la opción que más favorezca a nuestro rostro y estilo.
© @unabodaoriginalNegro con rosa, el color tendencia entre madrinas
La propuesta más auténtica y romántica para un estilismo de madrina la protagoniza, sin duda, Cuqui Castellanos. La empresaria gallega, asentada desde hace años en Sevilla, dirige una de las boutiques más conocidas de la ciudad. Fue precisamente en la capital andaluza donde su hijo, Marcos González Castellanos, celebró su boda con Marta Arenas —hija del político Javier Arenas— en la iglesia de la Magdalena, localizada en el centro de la capital andaluza. Para la ocasión, esta estilosa madre del novio confió en el taller de Antonio García, que diseñó para ella un conjunto tipo túnica con hombros estructurados, mangas voluminosas y un elegante drapeado en la parte superior. El look, realizado en un suave tono rosa, se remató con un lazo negro colocado sobre su recogido. Es este accesorio de pelo, que de igual forma hemos visto a invitadas de invierno, una solución juvenil para hacer más interesante cualquier estilismo de boda.
© Foto: Alejandro Bergado @esfascinanteUn look con un punto artístico
Aunque la boda de Miguel Suárez-Zuloaga y Leticia Domínguez-Adame en Zumaia, País Vasco, fue en junio, la realidad es que el look de la madrina es una apuesta acertada y arriesgada que también podríamos ver en enlaces de otoño e invierno. Y es que la madre del novio era Margarita Ruyra de Andrade, cofundadora junto a su hija, Valentina Suárez-Zuloaga, de la plataforma de moda española Es Fascinante. Con su personal estilo, esta experta en moda confió en el saber hacer de Isabel Zapardiez, con una propuesta que podía encontrarse en su citado multimarca digital Es Fascinante. Todo quedaba en casa.
El look en cuestión contaba con un vestido de cuadros vichy en verde oliva que sumaba una sobrefalda abierta con volumen y lazada en la cintura, en el mismo tono. Como complementos para acompañar la pieza, se decantó por unos pendientes largos, unos zapatos de tacón sensato en tono nude y un tocado muy original, que emulaba las txapelas vascas, de nuevo en verde oliva, con plumas de avestruz a un lado.
