Después de hacer un breve parón en nuestro calendario de bodas, nos adentramos de lleno en la temporada de enlaces de invierno y sí, toca elegir el look. Llega el tiempo del terciopelo (liso y con bordados), los chalequitos de pelo, los colores oscuros y las joyas llamativas. Pero lo que más nos apetece esta temporada es aprovechar y lucir peinados sencillos, elegantes y sofisticados que te permitan brillar con un toque especial como la invitada ideal. Una selección que va desde el pelo ondulado a los moños de bailarina bajos, que podrás elaborar fácilmente en tu casa sin complicaciones y variar tus estilos de una boda a otra dependiendo del conjunto que lleves.
Pelo suelto liso
Llevar el pelo suelto es la opción más recurrida por las invitadas, y es que sabes que siempre te va a favorecer y puedes jugar tanto a alisártelo como a crear ondas especiales que favorezcan al conjunto entero. El alisado funciona en vestidos muy elegantes, donde la claridad, limpieza y sencillez de un peinado ayudan a realzar el clásico look sofisticado. A veces, menos es más, cuando el vestido y las joyitas se lucen por sí mismos no es necesario decorarlo con un recogido demasiado elaborado.
© @inesdecominges
© @inesdecomingesMoño de bailarina con raya al medio
Este moño de bailarina, al ser un peinado que te despeja el rostro, no solo aporta un aire de sofisticación y sencillez, sino una sensación de limpieza y claridad. Realza la armonía de las facciones, siendo el recogido perfecto para lucir con un cuello alto o unos pendientes que quieras que se vean sin el pelo de por medio. Además, puedes jugar a darle volumen en la coronilla para darle un toque elegante o desenfadado.
© @sofimontojoPelo suelto con ondas al agua
Las ondas al agua, con su caída elegante y fluida, aportan un movimiento suave de glamour atemporal, muy en sintonía con los años dorados de Hollywood, cuando este tipo de acabado era el protagonista entre nuestras actrices favoritas. Perfecto para ocasiones donde quieras lucir vestidos de tirantes o escotes barco que te acompañen en armonía con el look. Un peinado clásico y sofisticado en el que la silueta ondulada definida aporta sutileza y feminidad al conjunto.
© @luciaparamo_
© @luciaparamo_Trenza con doble goma
El recogido de trenza con doble goma es la perfecta combinación entre un estilo fresco y uno elegante y refinado. Su diseño limpio, pero con carácter, enmarca el rostro y añade ese toque moderno en tendencia sin perder feminidad. Perfecto para bodas de invierno por su facilidad para alzar un look abrigado típico de temporada. Es el recogido adecuado para vestidos de invitada con corte minimalista, chaquetas estilo kimono cerradas al cuello, como para ayudar a destacar un choker sobre un vestido de cuello redondo y hombreras. Un peinado que acompaña al look de forma elegante y moderna.
© @mariasegarrPelo suelto con ondas sirena
Las ondas de sirena, largas y onduladas de forma clásica, pero con un toque desenfadado, aportan un movimiento natural y elegante a la melena que funciona fenomenal con los looks de invierno (que suelen ser más sobrios y serios que los de verano). Combina a la perfección con vestidos estructurados, con escote en V, diseños de cut-out discretos, potenciando ese aire femenino refinado.
© @claudiaparrast
© @claudiaparrastColeta baja apretada
Es la definición de un recogido pulido y perfectamente alineado que aporta serenidad y elegancia de forma muy sencilla al conjunto. Este peinado discreto, pero superchic, funciona de maravilla con vestidos de invitada de manga larga, estampados y con escotes especiales por su habilidad para elevar cualquier estilismo sin perder protagonismo.
© @romillanhMoño bajo con tocado
Es el momento del chaleco de pelo, y aunque nos encanta, es un accesorio que ocupa mucho y se luce por sí solo. Perfecto para acompañar con un bonito tocado invernal, la opción perfecta en estos casos es un elegante moño bajo. Aunque el pelo es un accesorio más del conjunto, también puede entorpecer la visión del look si no se sabe como recogerlo adecuadamente. En este caso, lo mejor es ir a lo clásico: recogerlo elegantemente en la nuca para que envuelva tus facciones y no se vea excesivo con el resto de detalles.
