Flores bordadas, pintadas o estampadas: la inesperada tendencia que llenará de color los vestidos de las novias más románticos de 2026
Hay looks nupciales que se atreven a romper con el blanco más clásico y apuestan por pequeñas pinceladas de color para dar vid a los vestidos más diferentes de la temporada
Durante décadas, el blanco ha sido el punto de partida (y casi el único) de los vestidos de novia. Un símbolo que se ha mantenido intacto incluso cuando las siluetas, los tejidos o los escotes evolucionaban con las tendencias. Sin embargo, las colecciones más recientes demuestran que el universo nupcial también se atreve con los matices. Lo hace de una forma sutil y medida, introduciendo pequeños toques de color a través de bordados, aplicaciones, estampados o incluso pinceladas de flores diminutas que salpican el tejido como si fuera un lienzo en blanco. Una moda que siempre ha estado reservada a los looks de invitada, pero que ahora se cuelan con fuerza en terreno nupcial.
Este nuevo romanticismo no renuncia a la tradición, pero la interpreta desde óptica de distintos diseñadores, abriendo un nuevo abanico de posibilidades para las novias. En una época en la que la personalización está a la orden del día, ¿qué mejor manera de añadir un sello único a tu vestido? Además de ser una fórmula para aportar vida y textura al vestido sin caer en los excesos, también se adaptan a distintos registros, desde los más minimalistas, hasta los más románticos o bohemios, como vemos a continuación.
Las novias de From Lista With Love nunca pasan desapercibidas. Podría ser el lema de la firma, sobre todo cuando aparece uno de esos vestidos tan distintos y delicados que despiertan admiración a primera vista. Es lo que ocurre con este diseño de escote cuadrado y mangas abullonadas, que podría haber sido un vestido romántico más de no ser por las pequeñas flores pintadas a mano por Macarena Gaviera, fundadora de la firma junto a Javier Zumárraga. Estas delicadas pinceladas recorren el tejido desde la falda hasta las mangas, aportando un toque artesanal y poético que define a la perfección el universo de la marca.
De nuevo, From Lista With Love se apunta un tanto con el vestido de Miriam, que siempre tuvo claro que confiaría en ellos para su diseño nupcial después de ver el que crearon para su hermana. Fue la propia Macarena Gaviera quien propuso pintar a mano el tejido de satén elegido con pintura de seda. Con total libertad creativa, el resultado fue tan espectacular que, durante las pruebas, les gustó tanto que decidieron añadir aún más detalles. Esta vez, pequeñas ramitas en tono ocre se dibujan sutilmente sobre la base de color blanco roto, aportando una belleza única a este diseño tan romántico.
El vestido de Carmen, diseñado por Alejandra Valero, es un homenaje a los bordados florales. Pequeñas flores recorren todo el diseño, desde la falda hasta las mangas, creando un efecto delicado y muy visual que le da un punto muy campestre. El escote off-the -shoulder y las mangas cortas con volante refuerzan el carácter romántico de este diseño. Lejos de resultar excesivo, Carmen eligió un velo de tul a juego, también bordado con flores a color, siguiendo la tendencia de los velos decorados que sigue marcando la temporada. El resultado es un conjunto muy delicado, donde los detalles florales se convierten en los verdaderos protagonistas. Como recuerda la propia diseñadora, “Carmen es una novia única y muy especial”.
Este es un vestido que rompe moldes. En primer lugar, porque está confeccionado en terciopelo, un tejido poco habitual, pero original y práctico para bodas de invierno. En segundo lugar, porque está bordado con pequeñas florecillas con un toque de color, derribando así el mito de que las flores solo son para el verano. Santa Eugenia Atelier ha sido el artífice de este diseño que nos acaba de conquistar por un corte drapeado a la cintura y unos puños cerrados muy elegantes.
Santa Eugenia Atelier es afín a este tipo de bordados florales y lo volvió a demostrar con el vestido de Laura. Una pequeña obra de arte en dos partes, porque resultó ser desmontable. Para la ceremonia, idearon un cuerpo ligero y bordado a mano con pequeñas florecillas blancas y rosas empolvadas, que aportaban ese toque justo de color. Tenía manga larga, bajo asimétrico y un escote, también asimétrico, exactamente igual que el vestido de tirantes que llevaba por debajo y que utilizó durante la celebración. Un 'dos por uno' muy original que permite presumir de esta tendencia sin necesidad de llevarlo al extremo.
Esta tendencia floral no es solo cosa de vestidos a medida y diseños personalizados. En las firmas nupciales de este año y para 2026 hemos detectado looks florales tan especiales como el que nos muestra Inmaclé. Hablamos del vestido Allegra, un diseño largo y fluido, elaborado en tul bordado con delicadas flores en tonos blancos y amarillos, y con un cuello halter con gorguera de nido de abeja que le da el toque romántico y bohemio definitivo. Y es que las flores siempre dan ese toque etéreo tan especial.
El vestido Florenciade la colección pret-à-porter de Alejandra Valero, es un ejemplo perfecto de novia bohemia con un aire años 70. Con un corte relajado que recuerda a un kaftán, destaca por sus mangas amplias tres cuartos de acabado festoneado. Su cuello cerrado y los detalles de jaretas y vainicas refuerzan la artesanía del diseño, mientras que el verdadero protagonista es el bordado floral, trabajado en tonos verdes y amarillos que recorren el vestido. El resultado es un look boho y muy original, ideal para novias que buscan un estilo diferente sin renunciar al encanto de los detalles florales.
Monique Lhuillier es una firme defensora de esta tendencia, quizás en su vertiente más maximalista. En su caso, propone combinar un vestido con corpiño drapeado y estampado floral de piqué de gaza, con una capelina a juego, con mangas abullonadas y escote anudado. Otra fórmula factible para celebraciones religiosas e ideal para aquellas que quieren huir del tradicional e impoluto blanco nupcial.
Las flores brotaron en la pasarela a modo de premonición de lo que estaba por llegar en la pasada edición de la Barcelona Bridal Fashion Week. Serina Bridal fue la firma que apostó firmemente por dar un toque silvestrea los vestidos más estructurados y sofisticados. En este caso, con un diseño etéreo y femenino, con maxivolante de tul en el escote y bordados florales hechos de pedrería tanto en el corpiño como en la falda.
En este caso, Serina Bridal mostró un diseño palabra de honor con corpiño y falda voluminosa. Su estampado floral y colorido no era nada sutil, hasta el punto de que podríamos confundirlo, incluso, con un look de invitada. Sin embargo, está pensado para novias maximalistas. Es más, fue tal el furor por este print que llegó a extrapolarse a los trajes de chaqueta para novios. Una apuesta arriesgada, pero con un punto teatral que también nos hace soñar.