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Con el escote tendencia

Una prueba a oscuras y el escote favorito de Inés Domecq: los secretos del vestido de novia de Carmen para su boda en Córdoba


El pueblo de La Rambla fue el enclave escogido para celebrar su gran día con un diseño de Roberto Diz


Vestido de novia de Roberto Diz© Couche Studio
Estrella AlbendeaColaboradora de Novias
14 de octubre de 2025 - 19:00 CEST

En toda búsqueda del vestido de novia, la prometida se nutre de sus aliadas. A las primeras citas acude acompañada de amigas o familiares que le aconsejan de cara a la creación de su look, especialmente si este es a medida. Carmen, una de las recién casadas con más éxito en la red, supo que, en esas pruebas, tenían que estar su madre y su abuela. “Elegí a Roberto Diz. Fue el primer y único sitio al que fui. A mi madre siempre le había gustado mucho su estilo y, además, teníamos muy buenas referencias de gente cercana”. En el atelier sevillano del diseñador encontró la confianza para dar forma a la esperada prenda, que en su caso presentaba un escote Bardot, una silueta ajustada con cinturón de efecto péplum, mangas largas y una elegante botonadura joya. Hoy descubrimos la historia que ha convertido su boda en Córdoba en una de las más inspiradoras de la temporada. 

Vestido de novia con botones joya Roberto Diz© Couche Studio

A diferencia de otras muchas novias que estudian diferentes opciones a la hora de idear su estilismo y visitan distintas firmas y talleres, Carmen quedo convencida con la primera visita. “No nos complicamos nada: confiamos en él desde el primer momento y no sentimos la necesidad de ir a otros sitios. He de decir que mi vestido de novia fue el primer y único vestido que me probé”, desvela.

Ramo de novia con olivo© Couche Studio

Todos los detalles de su vestido desmontable 

Como punto de partida, nuestra protagonista reconoce, que solo sabía qué era aquello que no quería. No tenía claro, sin embargo, qué tipo de look sería el más apropiado para ella. “Confié plenamente en el gusto de mi madre, de mi abuela y, por supuesto, en el de Roberto. Con él tuvimos una entrevista inicial y, a partir de ahí, preparó cinco bocetos”, apunta. De todas esas opciones, esta novia, aconsejada por las mujeres de su casa, escogió la primera: “el primero que nos enseñó —que además era el que más le gustaba a él— fue justo el que elegimos. Roberto me contó que se había inspirado en Grace Kelly”.

Boda en Córdoba en La Rambla© Couche Studio
Vestido de novia con botones joya© Couche Studio

Aquel primer día, esta cordobesa quiso mostrar al diseñador algunas imágenes localizadas en redes sociales y webs que le habían convencido. “Le enseñé varias fotos de novias que me gustaban. Él siempre fue muy sincero y, de hecho, me dijo claramente que con algunos de esos estilos no podía ir, porque me harían parecer mayor o no encajaban con la época en la que me casaba”, recuerda Carmen. 

Boda en Córdoba© Couche Studio

Para dar forma a la pieza, en los inicios, eligieron un crepe, que se utilizaría para la falda y una seda, para la cola y el cuerpo. “Pero cuando fui a la primera prueba descubrimos que Roberto, sin preguntarnos, había cambiado la tela del cuerpo y la cola por un otomán de seda… y fue un auténtico acierto”, revela nuestra protagonista. En todas las pruebas, admite, se mostró muy tranquila, porque su madre y su abuela tienen buen ojo y criterio.

"Ese apoyo me dio una seguridad enorme y me permitió disfrutar de todo el proceso sin nervios. Roberto es muy fiel a su estilo: no te regala los oídos ni hace algo en lo que no cree, y creo que precisamente esa sinceridad fue lo que hizo que el resultado final fuera tan auténtico", asegura.

Vestido de novia con cola de cuatro metros© Couche Studio

Algo que recordar

"La verdad es que hubo varias anécdotas divertidas. En la primera entrevista, recuerdo que le pedí un vestido cómodo y él me contestó, entre risas, que si quería ir cómoda a mi boda lo mejor era ponerme un chándal. También, la primera prueba coincidió con el gran apagón que hubo en España, así que me probé el vestido completamente a oscuras. Podría haber sido un desastre, pero al final todo salió bien y nos lo tomamos con mucho humor. Otro recuerdo precioso fue ver cómo mi abuela y Roberto se entendían a la perfección. Mi abuela ha tenido una tienda de ropa y comprendía enseguida sus bocetos, así que entre ellos había una complicidad muy bonita", relata Carmen.

Padrino de boda© Couche Studio

Aunque es tendencia que las novias de 2025 lleven más de un estilismo en su gran día, Carmen prefirió vestir durante todo el día el mismo diseño, pero apostar por que fuera desmontable. En concreto, podía retirar su cola de cuatro metros y así lo hizo en el momento en el que llegó el baile nupcial. De este modo, estuvo más cómoda durante la fiesta. 

Ramo de novia con olivo y peonías© Couche Studio
Vestido de novia transformable© Couche Studio

Blanco y verde para el ramo

En lo que podría haber sido un claro guiño algunas de las bodas de las influencers, que escogieron el blanco y el negro para su ramo de novia, Carmen decidió optar por este binomio de color para el accesorio floral. En realidad, la suya fue una decisión de última hora. “Lo elegí el día antes de la boda. Al casarnos en junio me apetecía que tuviera tonos blancos y verdes, frescos y sencillos. Solo puse un requisito: que llevara olivo, porque me recuerda mucho a mis abuelos”, comparte. Para completar el arreglo, añadió una medalla y la medida de la Virgen del Pilar, regalo de sus amigas.”He de decir que confíe plenamente en la floristería y no vi el ramo terminado hasta el mismo día de la boda”, puntualiza.

Vestido de novia con escote barco© Couche Studio

El velo fue unos de los complementos con mayor significado para nuestra protagonista. Era su ‘algo prestado’, un accesorio que le dejó su prima: “que para mí es más hermana que prima. Ella se casó el año anterior y le pedí que me lo dejara; fue un detalle que me hizo muchísima ilusión”. Era un diseño clásico que añadía espectacularidad al resultado. 

Camisón de boda© Couche Studio

Los zapatos que llevó en su boda los encontró por Internet. Carmen los compró online porque cumplían sus requisitos: “quería unos stilettos blancos, cerrados por delante, y destalonados”. No le dio muchas vueltas y en cuanto los vio, se hizo con ellos. Además, muy especiales eran, del mismo modo, la bata y el camisón de sus preparativos, dos piezas que pertenecían a su madre.

Anillo de compromiso© Couche Studio

Las joyas de su boda

"De joyas llevé mi anillo de pedida, unas perlas que me regaló mi madrina cuando cumplí 18 años y que uso a diario —no me veía con ningún otro pendiente ese día— y un anillo de diamantes muy especial que comparto con mi mejor amiga. Nos lo regalamos mutuamente este año como regalo de boda, ya que ella también se casa este año".

Moño trenzado para novias© Couche Studio

En materia de peluquería y maquillaje, esta novia no quería caer en complicaciones. Se sentía cómoda y favorecida con un rostro natural y un moño bajo. "Al principio dudaba entre llevar cola o moño y, de hecho, el día de la prueba le dije a la peluquera que quería cola. Pero dos días antes de la boda, mi madre me convenció de que probara con el moño… y el mismo día de la boda hicimos el moño, sin pruebas ni nada", rememora. Al final, se alegró, porque se sintió ella misma en su mejor versión.

Vestido de novia de Roberto Diz© Couche Studio

¿Un amor predestinado?

Todos los elementos del estilismo de esta cordobesa tenían un sentido y un valor. Para ella era primordial no sentirse disfrazada en una jornada con tanta importancia. Después de todo, llevaba cinco años esperando aquel día. 

Carmen Sánchez de Puerta Nieto y José Carlos Figueroa Ramírez son del mismo pueblo andaluz, La Rambla. Sin embargo, no se conocieron allí. Ella se trasladó a Fuengirola cuando tenía dos años. En la universidad, nuestra protagonista se fue de Erasmus con un amigo que ambos tienen en común y en Semana Santa organizaron un viaje al que se apuntó quien sería su futuro marido. “Fue allí donde empezamos a conocernos de verdad y nos hicimos amigos. A los meses, esa amistad se convirtió en algo más y empezamos a salir”, recuerda.

Vestido de novia Roberto Diz Boda Córdoba© Couche Studio

Tras tres años a distancia y otros dos viviendo en la misma ciudad, llegó la esperada petición de matrimonio. Sucedió en Granada, la ciudad en la que Carmen estudiaba y en la que ambos comenzaron su relación. “Fue durante una cena en un restaurante con vistas a la Alhambra. Esa noche me imaginé que podía pedírmelo, pero lo veía tan evidente que pensé que no iba a ser… y al final me sorprendió”, aclara.

Boda al aire libre en Córdoba© Couche Studio
Boda religiosa en La Rambla Córdoba© Couche Studio

Un 'sí, quiero' en La Rambla

Para pasar por el altar, con una ceremonia religiosa, escogieron su pueblo, concretamente la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de La Rambla. Tras esta primera parte trasladaron a sus invitados, sin autobuses (algo que los asistentes le agradecieron), al salón de bodas Stilo, que pertenece a los abuelos de la novia. “Aunque yo me he criado en Fuengirola, siempre he soñado con casarme en mi pueblo y celebrarlo allí. Para mí no existía otra opción”, reconoce Carmen.

Vestido novia desmontable© Couche Studio

La organización del enlace empezó nueve meses antes del ‘sí, quiero’. Revela nuestra protagonista que lo llevaron todo con mucha calma. “Hoy en día muchas parejas preparan su boda con hasta dos años de antelación, pero ni José Carlos ni yo queríamos eso. Desde el principio decidimos hacerlo todo nosotros, priorizando primero lo más importante o aquello que requería más antelación, y dejando los detalles secundarios para después”, apunta.

Boda religiosa en La Rambla Córdoba © Couche Studio
Vestido de novia viral de Roberto Diz© Couche Studio

No quisieron abarcar todo de una sola vez, para no agobiarse y tampoco contrataron wedding planner. “Tengo la suerte de contar con una familia grande, y además parte de ella está vinculada al mundo de las bodas, lo que hizo que todo resultara mucho más sencillo”. Sí que quisieron confiar en un servicio de coordinación de la ceremonia. “Para mí lo más importante era la misa y quería que todo en ese momento estuviera perfectamente organizado”.

Seating plan de boda© Couche Studio

En materia de decoración nupcial, para la iglesia apostaron por las mismas variedades florales que componían el ramo de novia. Carmen admite que fue toda una sorpresa, porque confió a ciegas en la floristería que, nos dice, tiene un gusto precioso. 

Para la celebración, decidieron sumar un toque personal: “mi ya marido, que es alfarero, hizo a mano los jarrones que decoramos con flores de temporada. Fue un detalle muy especial porque, además, esos jarrones se convirtieron en nuestro regalo para los invitados”. Nos cuenta que fue un detalle muy ilusionante, un recuerdo único, manual y reflejo de la tradición de su pueblo. “Otro detalle muy especial fue el seating plan: una chica de Granada nos hizo unos recortables con nuestras caras de cuando éramos pequeños. Fue divertidísimo”.

Decoración de bodas peonías© Couche Studio
Decoración de bodas© Couche Studio

Momentos guardados en el corazón

"Lo más especial de aquel día fue, sin duda, la entrada a la iglesia del brazo de mi padre, con mis primos pequeños acompañándome delante y ver a José Carlos en el altar del brazo de su madre. Fue muy emocionante entrar en la parroquia de mi pueblo, ver a todos mis invitados allí reunidos y escuchar al coro cantando Cara a Cara de fondo. También, me encantó encontrarme a todas mis amigas esperándome en el salón de mi casa antes de salir; al verlas allí me emocioné muchísimo. Otro instante muy especial fue poder tener a nuestros abuelos presentes. Y guardo con enorme cariño el momento de vestirme, porque tuve a mi prima y a mi madrina ayudándome en todo, transmitiéndome paz en medio de tanta emoción. Todos esos detalles hicieron que el día fuera aún más inolvidable", reconoce.

Boda religiosa en Córdoba© Couche Studio

Meses después, esta cordobesa tiene una visión más amplia de lo que fue aquella jornada. Considera que es habitual que, en la actualidad, se le dé una gran importancia a la localización y decoración del enlace, al igual que a otros muchos detalles. Pero, a veces, se olvida el verdadero sentido del matrimonio. “Al final entendí que lo verdaderamente importante, lo que de verdad le da valor a la boda, son las personas que te acompañan ese día. En nuestro caso, fue nuestra familia y nuestros amigos más cercanos quienes hicieron que todo tuviera sentido y fuese inolvidable”, concluye. Y es que, dice, no pudo haber mejor lugar que su pueblo para reunir a todos sus seres queridos. Porque en casa todo es doblemente emocionante.

Vestido de novia con botones joya escote Bardot© Couche Studio

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