La historia de amor de Garbiñe Muguruza y Arthur Borges es digna de su propia romcom. Se conocieron en 2021, durante el Open de Estados Unidos, aunque lejos del recinto donde la tenista luego demostraría su destreza con la raqueta. Él, quien es un ejecutivo y empresario del mundo de la moda, seguía su carrera de cerca y decidió darle ánimos antes de sus partidos. Ese inocente —y genuino— saludo ha marcado sus vidas para siempre y este 5 de octubre, cuatro años después, celebran su primer aniversario como marido y mujer, el último siendo solo dos en la familia: a finales del pasado mes de septiembre, la que fuera número uno compartía que está embarazada de su primer hijo.
© Victor AlaezSi bien fue la Gran Manzana el primer testigo de la chispa del amor entre ambos, Marbella vio de primera mano, en la primavera de 2023, la emotiva pedida de mano. La capital de la Costa del Sol, su refugio, fue también el escenario de su boda, en la que contaron con 90 invitados. Concretamente, la ceremonia, la cena y la posterior fiesta, fueron celebradas en la finca La Concepción: un escenario de cuento, para una historia de película.
© Victor Alaez PhotographyUna ceremonia con su sello
Tanto Garbiñe como Arthur querían estar rodeados de su círculo más íntimo, y alejarse de ostentosidades para su día más especial. Tanto el empresario como la que fuera número uno del tenis del mundo soñaban con una ceremonia sencilla, elegante, sofisticada... pero lo primordial para ellos es que fuera muy romántica. Con la ayuda de Sophie Kors Weddings, convirtieron su enlace en un recorrido por toda su historia de amor, donde los protagonistas estuvieron presentes en cada detalle.
© Victor AlaezCelebraron su amor por dos días y tres noches, y mostraron sus pasiones en las sorpresas que tenían preparadas para los asistentes. Una de ellas fue durante la víspera, cuando organizaron una fiesta flamenca en una villa privada de la localidad malagueña. "Yo amo el flamenco y, para la gente internacional, era una bienvenida a España, al sur, a esta emoción y a este folclore", nos confesó la novia en el reportaje que ofrecimos en nuestras páginas sobre su boda.
© Victor AlaezDos vestidos de novia 'de película'
Era su día y Garbiñe lo sabía. La tenista, quien enfundó su raqueta el año pasado, estuvo radiante, con una sonrisa plasmada en su rostro, maquillado por Jorge Fortes Gutiérrez y enmarcado con un espectacular moño realizado por Elena Polo de Dior Beauty.
© Victor AlaezComo toda princesa, Garbiñe utilizó dos vestidos en su día de cuento de hadas. El primer traje, inspirado en las grandes divas del Hollywood dorado —ya que sus trajes, según nos explicaba la novia, "son elegantes y bonitos y hacen buena figura"—, estuvo firmado por el reconocido Atelier Pronovias.
Un diseño atemporal y femenino, de escote asimétrico y cuello perfilado en rocaille de cristal, que fluía en una voluminosa falda, la cual se convertía en una cola de dos metros. En su hombro izquierdo reposaba una glamurosa lazada, la cual descendía por la espalda hasta confundirse con el infinito final de la falda. Complementó este primer look con un tocado de rejilla, para dar un toque de misterio a la mirada al más puro estilo cinematográfico.
© Victor AlaezTras la cena, llegó el momento del baile y, con él, Garbiñe impresionó a todos sus invitados con su segundo vestidazo. También firmado por Atelier Pronovias, pero alejado del Old Hollywood y con el sello más atractivo y seductor del Gran Gatsby.
Contrario al primero, el traje con el que finalizó la noche fue de silueta columna, escote palabra de honor y con una abertura frontal que realzaba su espectacular figura. Confeccionado al completo en encaje bordado, lo más llamativo del traje fueron los flecos de cristal —también rocaille— que coronaban la falda, además de la preciosa flor que reposaba en uno de sus hombros.
