Cayetano Martínez de Irujo y Bárbara Mirjan cuentan las horas para darse el 'sí, quiero' y poner, así, el broche de oro a una historia de amor que comenzó hace casi una década. El escenario elegido para su enlace no podía ser más especial: la Iglesia del Cristo de los Gitanos de Sevilla, templo de gran valor sentimental para la familia, ya que allí reposan las cenizas de la duquesa de Alba. A pocas horas de convertirse en marido y mujer, la pareja ha escogido otro enclave muy significativo para celebrar su preboda hoy, una velada íntima con su círculo más cercano en el Cortijo La Motilla. En este día tan señalado, Bárbara ha brillado con un dos piezas de diseño español realizado para ella, pero que futuras novias podrán comprar a partir de hoy. Hablamos con Andrea y Carla, de Santa Bato, sus diseñadoras, para que nos cuenten cómo fue el proceso creativo.
Un look con nombre propio
Aunque hay prometidas que prefieren reservar el blanco para la boda y apostar por otros tonos en las celebraciones previas -véase pedida o preboda-, cada vez son más las que aprovechan su momento y eligen este color en todos los actos relacionados con su enlace. Es el caso de Bárbara, quien ha lucido un conjunto personalizado firmado por la casa española Santa Bato.
Se trata de un set que, hasta ahora, solo estaba disponible en azul petróleo o rojo, pero que han customizado en blanco para esta futura novia y, desde hace unos minutos, se encuentra en preventa en este tono a través de la web de la marca bajo el nombre, como no podía ser de otra manera, de Bárbara, y con un precio de 350 euros.
Por separado, el top está bautizado como Martina, y es una creación de discreto escote barco, sin mangas y con un fajín asimétrico que cruza la cintura y realza la figura. La falda, Ana, cuenta con tiro alto, se ajusta a la cintura e incorpora godets que le aportan movimiento. Como explican desde Santa Bato, ambos diseños están confeccionados manualmente en España por pequeños talleres, combinando el lino con otras fibras para "conseguir la mezcla perfecta que da lugar a un tejido con cuerpo, a la vez que transpirable, confortable y con un sutil brillo". Además, añaden, esta textura natural dificulta la aparición de arrugas.
Andrea y Carla, fundadoras de Santa Bato, nos cuentan que conocen a Bárbara desde hace muchos años, ya que es una vieja amiga de la familia: "Cuando nos enteramos de su boda, soñamos con la idea de que llevara alguno de nuestros diseños. Ella eligió de entre los modelos de la marca este top y falda porque eran las piezas perfectas para lucir en su preboda. Esto no solo presenta una oportunidad emocionante para nosotras, sino que además refuerza el vínculo que siempre nos ha unido con Bárbara: la moda. Y es que, desde que éramos muy pequeñas, las dos hemos heredado la ropa de Bárbara con muchísima ilusión. Hoy, cerramos el ciclo con esta oportunidad que representa el vestir nosotras a ella. Conocemos a Bárbara desde que éramos niñas, por lo que ya existía un vínculo cercano y de confianza. Ese lazo nos permitió entender rápidamente su estilo y lo que buscaba, haciendo que el proceso creativo fuese muy natural". Además, añaden, "ella refleja los valores de la marca: moda hecha en España, respeto por la tradición y un diseño pensado para durar en el tiempo"
Qué buscaba Bárbara para su primer look de novia
Nos explican que fue Bárbara la que eligió el conjunto, y que "quería sencillez, elegancia y un aire atemporal. Buscaba un conjunto que fuera sofisticado pero discreto, elegante sin ser ostentoso, y que reflejara su personalidad. Quería algo que la hiciera sentirse cómoda". El diseño sufrió ajustes mínimos, ya que únicamente adaptaron pequeños detalles para asegurar que se ajustara perfectamente a la figura y la ocasión, pero el concepto inicial se mantuvo íntegro "porque a ella le encajaba estupendamente".
En Andrea y Carla, la empresaria encontró, tal y como señalan ellas mismas, "cercanía y un entendimiento mutuo de sus necesidades. Valora que nuestro enfoque combina profesionalidad, cuidado por el detalle y una sensibilidad por la moda responsable, aspectos que le dieron confianza para elegirnos".
El proceso de creación
"Fue muy fluido y personal" nos cuentan estas hermanas cuando les preguntamos por el proceso creativo. "Al tratarse de un conjunto para un momento tan especial como es una preboda, partimos de la idea de un diseño sencillo y elegante. Cada detalle fue cuidadosamente pensado: telas, cortes y acabados buscaban transmitir elegancia atemporal y comodidad a la vez".
En cuanto a los consejos que, como expertas en moda, le dieron a su amiga, destacan "priorizar comodidad y autenticidad. Le sugerimos que se centrara en sentirse ella misma, que el conjunto acompañara su naturalidad y su estilo, y que los detalles —como tejidos y cortes— resaltaran su elegancia sin esfuerzo".
Un lugar con mucho significado
El Cortijo La Motilla, lugar elegido para la fiesta preboda, está rodeado de campos de olivos y girasoles, tiene siglos de historia a sus espaldas. Su origen se remonta al siglo XVI, cuando funcionaba como posada o casa de postas para los viajeros de la diligencia que recorría el camino entre Écija y Sevilla. Con los años pasó a formar parte del patrimonio de la Casa de Alba y perteneció a Luis Martínez de Irujo, primer marido de la duquesa Cayetana de Alba. Allí la familia celebraba Navidades y reuniones entrañables.
La duquesa decidió ceder la propiedad en vida a su hijo Cayetano Martínez de Irujo, quien emprendió una profunda restauración para transformarla en un alojamiento exclusivo con capacidad para 10 personas y como espacio para celebraciones, aunque ninguna tan especial como su propia boda.