Después de la discreta ceremonia religiosa que celebraron en Madrid el pasado mes de julio, Pablo López y Laura Rubio han vuelto a darse el “sí, quiero”, esta vez rodeados de más de 300 invitados en un entorno mágico: la finca La Casería de Tomillos, en Alcalá del Valle (Cádiz). Una boda civil marcada por el romanticismo, la intimidad y el encanto andaluz, en la que el secreto mejor guardado —el vestido de novia de Laura Rubio— no ha dejado indiferente a nadie.
El vestido de la novia
La novia apostó por un vestido blanco que combinaba modernidad y romanticismo. La parte superior, un corpiño ajustado con transparencias y bordados florales de acabado brillante, destacaba por su sensual escote pronunciado y su estilo exuberante. La falda, corte sirena, ajustada en la cadera y con caída ligera, aportaba movimiento y sofisticación al conjunto. Completó el look con una corona de flores pequeñas y un velo largo, sandalias blancas de tiras con detalles brillantes y un ramo de flores en tonos rosa pastel.
En cuanto a la manicura, la novia apostó por una francesa impecable. El maquillaje, marcado pero en tonos suaves, resaltaba sus facciones, mientras que el peinado —pelo suelto con ondas naturales— brindaba un toque informal.
Una boda mágica en la sierra de Cádiz
El enlace, muy diferente a la boda secreta que celebraron en julio, tuvo lugar en este enclave histórico del siglo XVI, al atardecer, rodeado de jardines, patios rústicos y un paisaje que evocaba la esencia más romántica de Andalucía. Cuando cayó la noche, los novios posaron sonrientes y emocionados ante la prensa, dejando ver la complicidad y ternura que caracteriza a su relación.
Fieles a su deseo de mantener la privacidad, pidieron a sus más de 300 invitados que entregaran sus teléfonos móviles a la entrada, garantizando así que ningún detalle se filtrara antes de tiempo y que todos pudieran disfrutar plenamente de la fiesta.
Todos los detalles de la celebración
El banquete estuvo cuidado al milímetro, desde la decoración hasta el catering. En un gesto original, los novios solicitaron a cada invitado su número de pie y su canción favorita para crear detalles personalizados. La fiesta se convirtió en una auténtica celebración de amor y amistad que se prolongó hasta la madrugada.
La historia de amor de Pablo y Laura
Pablo López y Laura Rubio se conocieron en 2017, cuando ella participó como en La Voz, programa en el que él ejercía de coach. Desde entonces han mantenido una relación discreta, alejada del foco mediático, marcada por la complicidad y el respeto mutuo. Laura, malagueña de 32 años, ha preferido siempre estar en un segundo plano, pero con este enlace se ha convertido en protagonista indiscutible gracias a su estilo romántico y natural.
Con esta segunda boda, la pareja consolida su historia de amor en un entorno de ensueño, rodeados de familiares, amigos y con un ambiente íntimo.