Si hay una tendencia clara entre las novias que pasan por el altar en 2025, esa es la de rescatar tejidos antiguos, puntillas y detalles del pasado para añadir personalidad al look nupcial. Y es que los vestidos se transforman gracias a estos elementos que son un reflejo de la más delicada artesanía. En una búsqueda por reutilizar piezas de antaño y rescatar así técnicas de bordado casi extintas, los vestidos de novia se hacen ahora a partir de colchas, manteles, sábanas y doseles que los diseñadores de prendas a medida encuentran en anticuarios o que sus clientas heredan de abuelas y bisabuelas. Una bonita segunda vida para crear un estilismo que será, sin duda, inolvidable.

Palabra de diseñadora
Como salida de un escenario romántico, la diseñadora Lucía de Miguel tenía el reto de crear un diseño muy diferente a lo que había hecho hasta entonces para sus clientas, pensando en su propio estilo. En su gran día, en septiembre de 2024, apostó por un vestido de novia con escote cuadrado y mangas desmontables con un tejido como protagonista: un mantel que encontró en El Rastro. "Me inspiró el tejido, me imaginé un vestido según lo vi. Luego no fue tal como lo imaginé, ya que no nos daba la cantidad de tejido", nos desvelaba. Le sumó otras telas y un ramo imponente y el acabado dejó a todos boquiabiertos.

De inspiración campestre
Carmen Maza está detrás del precioso vestido de novia con escote Bardot, de espíritu campestre, que el equipo de Carmen Maza confeccionó para la boda de Malu en Punta Umbría (Huelva). "Nos preguntaron si teníamos algo antiguo que pudiéramos incorporar”, nos contaba ella. Fue en aquel momento cuando pensaron en una pieza que pertenecía al ajuar familiar. “Mi madre guardaba desde hace años una colcha de organza bordada a mano de mi abuela, y aunque dudamos si encajaría, decidimos llevarla”, recuerda. Este tejido se convirtió en el más destacado e importante del look.

Muy viral
La Finca Las Jarillas, en Madrid, fue el lugar escogido por Marió para su enlace. Esta inspiradora novia marcó tendencia al ser una de las primeras en aventurarse con la tendencia de los tejidos reciclados. Lo hizo con una creación de Manuel de Vivar, reconocido por sus diseños de alta costura, muy elaborados y bucólicos. Sobre el vestido lucía un abrigo creado a partir de un dosel y bordado por Luneville con cristales vintage. "Y la magia hizo que esas cortinas se transformaran en un vestido con luz propia", señalaba el diseñador en sus redes sociales.

En clave bohemia
Viajar al pasado es un gran recurso para esas novias que buscan un diseño atemporal, con detalles bohemios y notas de llamativo trabajo artesanal. Un look clásico, pero renovado, es precisamente lo que esta novia llamada Mireia eligió para su gran día. Su vestido, confeccionado por Victoria Worth Atelier, tenía como base una antigua colcha del siglo XIX de Antigüedades Me Encanta.


Vistoso y romántico
En su gran día, celebrado en 2024, Marian confió en accesorios como un ramo de nardos de tallo largo, un cubremoños tendencia (de Diane Onlooker) y unos pendientes de perlas. Pero, sin duda, fue su vestido de novia lo que captó todas las miradas. Una creación de Aleste Atelier que parecía inspirarse en los manteles de antaño para crear un abrigo (con mangas largas y una espectacular cola) que iba colocado sobre un diseño lencero.

Trabajo de artesanía
La firma MOC Studio creó el vestido de novia de Inés, una recién casada cuyo look ha cosechado numerosos piropos en las redes sociales. Su diseño, con volantes y silueta asimétrica, estaba creado a partir de retales cuidadosamente seleccionados. "Cuando Inés llegó con un montón de manteles viejos que había recogido de las casas de sus tías abuelas, supe que algo especial iba a pasar", relataba la firma en su perfil.

Realzando lo antiguo
“Cuando llegué a esta primera visita, Manuel se había encargado de ir a un anticuario y hacerse con un dosel antiguo bordado. Durante la prueba me estuvo enseñando cómo trabaja y me planteó las diferentes formas de integrar el dosel en cualquier diseño. Al salir, valoré mucho ver de primera mano que no tan solo me había entendido, sino que también me había escuchado y había puesto todo su esfuerzo para poder transmitir su gran trabajo”.
Con estas palabras relataba Natalia, una novia viral que nos descubrió su historia, los detalles de los retales y bordados tan especiales que lucía su vestido, obra de Manuel de Vivar. La pieza en cuestión presentaba una silueta línea A, unas mangas francesas ablusadas y un cuerpo muy especial. Tanto es así que no pasó desapercibida en las redes sociales.

Como accesorio
La incorporación de manteles y colchas al look nupcial no tiene que hacerse necesariamente en piezas del vestido de novia, también pueden sumarse detalles vintage a través de los accesorios. Es lo que escogió la novia que se encuentra sobre estas líneas. Se casó en Uruguay con un vestido realizado por Laura Sorhuet y dejó el mejor detalle para el final: un velo a modo de bandana que estaba hecho a partir de una colcha familiar con más de 100 años de antigüedad.

Un segundo vestido de novia
La boda de Rocío Arreciado ha sido una de las más comentadas de este año 2025. Su vestido de novia más popular fue el que escogió para la ceremonia, con escote Bardot y corte a la cadera, pero su segundo look nupcial tampoco pasó desapercibido, creado a partir de dos manteles antiguos unidos realizados bajo la técnica de encaje de Brujas. Los compró para el aperitivo de su boda (un total de 20) y decidió utilizar esos dos para dar forma a esta propuesta con escote halter.

Un look poco convencional
La diseñadora Claudia Llagostera dio el 'sí, quiero' a su pareja en Tarifa, en 2022. Entonces, y fiel a su estilo, confió en un look poco convencional, un diseño propio de aires bohemios, que encajaba a la perfección con el entorno. La creadora nupcial contaba con un tejido muy especial en su taller, una pieza que había comprado para una clienta que finalmente no la había querido introducir en su vestido. Vio, con su enlace, la oportunidad de rescatarla. Era una colcha antigua bordada a mano con cintas de algodón y este elemento fue la base del resultado. En la confección de esta propuesta le ayudó su amiga, la diseñadora Mónica Calles.


En los detalles
"Elena llevó un vestido lencero con detalles desflecados y un abrigo de gasa en el que incrustamos detalles de una colcha antigua de su familia". Son palabras de la diseñadora Alejandra Svarc sobre este look nupcial sencillo con detalles muy personales. Una apuesta de entretiempo que encantará a las novias amantes del minimalismo.

Con sombrero
Rocío se casó en Benicasim y fue una de esas novias con sombrero que cautivan a los amantes y profesionales del sector nupcial, por igual. Su original diseño nació en el atelier de Marcela Mansergas, a partir de los vestidos nupciales de sus abuelas. En la casa familiar de su abuela Macu, ubicada en Alcoy, encontró no solo su vestido del 'sí, quiero', sino una espectacular colcha de su bisabuela Chita y ambas piezas formaron parte del resultado final.
Y es que esta era la mejor opción para una prometida amante de lo antiguo y lo vintage: "empecé a coleccionar prendas muy auténticas y llamativas, sobre todo de las décadas de los 80 y los 90 que encontraba en los armarios. Llevo casi seis años visitando mercados de ropa vintage fin de semana sí y fin de semana también", apuntaba.