Ayer, la Hacienda de Medina Carmona en Sevilla se llenó de emoción, risas y momentos para recordar: Fátima Pereyra y el empresario José Moro se han casado rodeados de familiares, amigos y un entorno que combina historia, naturaleza y unas vistas impresionantes de la ciudad. La ceremonia, elegante y cuidadosamente organizada, ha reunido a figuras del mundo social y empresarial español, creando un ambiente íntimo y sofisticado que ha marcado el inicio de un día inolvidable.
Fátima Pereyra ha optado por un vestido blanco midi de acabado satinado que combina elegancia y sofisticación. El diseño de manga larga con cuello redondo y manga francesa abraza la silueta de manera muy favorecedora, mientras que un delicado lazo en la cintura aporta un toque femenino y discreto.
La novia ha combinado este diseño con unos zapatos de tacón estilo stiletto, en blanco y negro, bolso de mano negro de piel de Saint Laurent, pamela y pendientes largos con diamantes y perlas.
El banquete se ha desarrollado en un escenario de ensueño, con arcos que enmarcan la ciudad y mesas decoradas con mantel blanco, cubertería de plata y centros vegetales con inspiración ligeramente tropical. La luz del atardecer creó un ambiente elegante, relajado y visualmente impecable, donde cada detalle parecía pensado para combinar con el estilismo de la novia y el carácter íntimo y familiar de la celebración.
Entre los invitados se encontraban Eva González, Vicky Martín Berrocal y Pilar García de la Granja, entre otros, quienes han destacado tanto por sus estilismos como por su cercanía con la pareja.
José Moro, presidente de Cepa21 y reconocido referente del sector vinícola español, comparte con Fátima la pasión por los proyectos personales y familiares. Desde su infancia en las bodegas Emilio Moro, Moro ha llevado su carrera a la Ribera del Duero y ha convertido Cepa21 en un proyecto internacional. La boda refleja también esta unión de tradición, éxito y modernidad, uniendo lo personal y lo profesional en un contexto íntimo y elegante.
Fátima Pereyra, además de su trayectoria en diseño de interiores, es fundadora y design manager de Wonkandy, su marca de golosinas, que combina creatividad y emprendimiento. Su boda refleja esta filosofía: un equilibrio perfecto entre elegancia clásica y detalles personales que aportan carácter y modernidad al evento.
Tras el banquete, la celebración tomó un giro más animado y cercano, dejando a todos los invitados disfrutando de la música y el baile hasta bien entrada la noche. La pista se llenó de ritmo con Jaime Alpresa, conocido como el “príncipe de la rumba”, que puso la banda sonora perfecta para una velada desenfadada pero elegante.
En definitiva, el enlace de Fátima Pereyra y José Moro no solo es un ejemplo de buen gusto y estilo, sino también de cómo una boda puede ser elegante, cercana y visualmente impactante, donde cada detalle refleja la personalidad de los novios y su historia compartida.