No es fácil el papel que la madrina tiene en una boda con su look. Debe ir muy elegante, pero no pasarse de llamativa para no eclipsar a la novia. Ha de entender la etiqueta y el estilo de enlace que celebra la pareja y a la vez poner su sello personal. A pesar de lo complicado que puede llegar a ser, Dora una de las madres del novio que más piropos han cosechado en las redes sociales, tenía claro su lugar. “Como madrina quería estar a la altura de uno de los días más importantes en la vida de mi hijo. Acompañarlo al altar, con la mayor dignidad, elegancia y felicidad, fue uno de los mayores regalos como madre”, confiesa ella misma.
Su vestido, en un verde oliva claro, destacaba por sus mangas francesas, su escote barco con volumen y una espectacular lazada en el lateral que lograba un acabado asimétrico. Estaba muy favorecida y acertó, sin miedo a la presión por ser el suyo uno de los estilismos más esperados de aquel ‘sí, quiero'. “Las madrinas tenemos una responsabilidad de estar a la altura del gran día. Lo más importante es ser nosotras mismas y brillar con nuestro propio estilo”, nos cuenta.
Un color original y una gran lazada en su look de madrina
Para una fecha tan relevante había tres cuestiones que tenía muy claras: sería una prenda sencilla, que la estilizara y con algún detalle especial. “El color fue de las cosas que más me costaron, pues no era un tono habitual en mí, pero estando morena, me vi muy favorecida. Distinto, pero acertado”, reconoce. La pieza la encontró, tras iniciar una búsqueda en diferentes espacios, en Victoria Colección, en la línea de madrinas de la enseña sevillana de Vicky Martín Berrocal.
“Desde que entré al atelier supieron aconsejarme y adaptarse a mis deseos. En mi caso, que vivo en Valencia, tras elegir el modelo, contactaron con su taller de Sevilla para confeccionarme el mío desde 0. Una vez lo tuvieron confeccionado, lo trajeron a Valencia y realizaron los últimos ajustes desde mi ciudad”, apunta.
Hasta el último momento, nuestra protagonista tuvo dudas acerca de si sumar o no la lazada de organza al look: “finalmente, salí con él, y no me arrepiento de ello. Me sentí especial y fue el toque perfecto para distinguir el vestido entre invitada o madrina”. Fue una nota en clave maximalista que casaba a la perfección con la sencillez de la base del diseño. Además, dadas las temperaturas propias de octubre en su tierra, Dora renunció a llevar mantilla, puesto que el look, considera, no la necesitaba. “En mi ciudad, Valencia, a principios de octubre, hace mucho calor y me pareció demasiado el llevar el vestido de manga larga con teja y mantilla”, señala. No obstante, no descarta llevar el clásico accesorio en las bodas de otros de sus hijos: “todo dependerá de la época, estilo de boda y momento del año”.
Unos zapatos diseñados por su hija
Puesto que el lazo tenía todo el protagonismo, en este elemento se basó para seleccionar el resto de complementos de su estilismo, que no debían destacar por encima, para no restarle importancia. “Elegí unos pendientes pequeños de brillantes en forma de flor. En mis pies no podían faltar mis Loov Shoes, firma de zapatos de mi hija Cristina. Elegí el modelo alma de 10 centímetros, en terciopelo gris, a conjunto con la cartera. Soy mujer de tacones y pese a llevar taconazo, ese día fui muy cómoda”, desvela.
Valencia, donde se celebró la boda
Se casaba su hijo Rafa con su ya mujer Ana, en la Iglesia del Temple “una de las iglesias más bonitas de Valencia. Fue una boda de día y con sol resplandeciente. La novia lucía un vestido del joven diseñador San Martín Atelier, con zapatos de Loov Shoes”. La celebración tuvo lugar en la masía Xamandreu: “decorada con un guiño a la huerta valenciana”. De aquella jornada guarda un maravilloso recuerdo: “Creo que conseguimos entre todos hacer un día inolvidable para ellos. Tanto Rafa como Ana prepararon cada detalle con mucho mimo, hubo flores, música, familia, amigos, fotografías, recuerdos, esencia valenciana... y fue un día inolvidable tanto para ellos como para los que más les quieren”.
Algunos de los momentos más memorables de aquel 'sí, quiero' tienen que ver con su familia, pues sus nietos estuvieron detrás de escenas entrañables y divertidas y los hermanos y mejores amigos de los novios cantaron. También disfrutó de la fiesta, con toro mecánico y foodtruck y de la música en directo: “el grupo valenciano Castigatis, amigos de Rafa y Ana, amenizó más de una hora el inicio del aperitivo ¡haciendo cantar hasta a los novios!”.
De madrina a madrina
Todo salió a pedir de boca y Dora no podrá olvidar tanto el disfrute de los invitados como las palabras bonitas que recibió sobre su estilismo: “mi experiencia es que cuando das con el diseño que te gusta, cada vez que te lo pones tienes más ganas del gran día. Mi look resultó ser un éxito. Me hacía muy feliz ser felicitada por muchas personas tanto el día como posteriormente”. Por eso, como madre del novio que ya ha pasado por ello, recomienda a otras madrinas, ante todo, fidelidad a ellas mismas, que busquen sentirse guapas, cómodas y elegantes por igual. “A mí me ayudó mucho buscar inspiración en redes sociales, aplicaciones como Pinterest... e ir a probarme distintos estilos de vestidos para saber qué me sienta bien y qué no. A veces vas con una idea y cuando te la pruebas, la descartas”, concluye.