El pasado 21 de junio Claudia Ula, la mayor de los tres hijos de Raquel Revuelta —empresaria y modelo que se coronó como Miss España en el año 1989—, y su prometido, Vicente Benítez se dieron el 'sí, quiero'. Lo hicieron en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Zahara de los Atunes, y después se trasladaron junto a sus 340 invitados, entre lo que estaban Fiona Ferrer y las Miss España Eva Pedraza y María José Suárez, a Trafalgar Polo Club, un enclave natural con vistas privilegiadas al Atlántico.
La noche estuvo llena de sorpresas y la música tuvo un papel muy especial durante toda la velada. El cóctel comenzó con una playlist cuidadosamente seleccionada por los novios; en la segunda parte, el pianista David Pineda invitó a todos los presentes a cantar y, gracias a Sin Llaves, un grupo pop-rock de Chiclana, la fiesta arrancó por todo lo alto —y continuó con el DJ Andrés Ossorio—.
Pero el momento más emotivo fue cuando Claudia Ula sorprendió a su ya marido cantando dos canciones: Algo contigo, de Vicentico, y Your Song, de Elton John. Y aunque esto ya te lo contamos en ¡HOLA!, no ha sido hasta ahora cuando la novia ha compartido un vídeo con todos sus seguidores en el que entona algunas estrofas del músico británico. "De mayor quería contarles a nuestros hijos que le canté a su padre en nuestra boda", escribía junto a la publicación.
Así fue el vestido de la novia
José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina del Corral, las dos mitades de Victorio & Lucchino, crearon para ella un vestido muy especial, en el que se tuvo especialmente presente el lugar del enlace y la celebración. Con estas premisas, los diseñadores dieron forma a un traje de corte sirena, realizado en crep con superposiciones en gasa cristal francesa y tul, emulando al encaje, pero dándole ligereza y sutilidad al conjunto.
Como suele ser habitual entre las elecciones de las prometidas, Claudia Ula optó por un diseño convertible, una prenda que fue evolucionando a lo largo de la ceremonia gracias a las superposiciones en gasa cristal francesa y tul, que se podían colocar de diferentes formas, haciendo la prenda más acorde a cada momento.
Además de ir evolucionando poco a poco su vestido, la novia quiso utilizar otros zapatos. Si en un primer momento lució un diseño sencillo, alto y con unas elegantes tiras curvas que bordean y estilizan el pie —el modelo Azia 95, en Rosa Ballet, de Jimmy Choo—, para la celebración los sustituyó por unas cuñas con las que poder bailar hasta el amanecer.
Pese a que Claudia confesaba a ¡HOLA! que no se imaginaba una boda formal, sí optó por ir velada, igual que hizo su madre cuando se casó con su padre, Miguel Ángel Jiménez, fallecido hace cinco años. De hecho, quiso tenerlo cerca de una forma muy simbólica al colgar del puño dos medallitas: una de cerámica, con su nombre, creada por El Atelier Pottery, un detalle de María; y otra de plata, regalo de su amiga Laura, una de sus testigos.