Tres días han durado las celebraciones de la boda de Zein Qutami y Celio Saab, el menor de los tres hijos que el diseñador libanés Elie Saab tiene con Claudine, con quien lleva casado más de 35 años. Un enlace por todo lo alto que ha tenido lugar en la zona de Faqra, una localidad del centro de Líbano famosa por sus ruinas romanas y bizantinas y por la meseta de Bakish. Preboda, boda y una recepción en casa del creativo que han dejado no solo un buen número de anécdotas, también imponentes vestidos que, como en toda boda, han sido el secreto mejor guardado.
Se esperaba que Elie Saab fuera el encargado de crear el vestido de la novia. No solo porque el libanés cuente con una impresionante colección nupcial, sino porque ya en 2019 dio forma al traje que llevó su primera nuera, Christina Mourad, que se casó con Elie Saab Jr. en julio de ese año. Y así ha sido.
Un vestido de novia de alta costura
Sobre las seis y media de la tarde, justo antes del atardecer, estaba prevista la ceremonia religiosa oficiada por el cardenal Bechara Boutros Al-Rai, patriarca maronita de Antioquía y todo Oriente, en Bkerké, frente a la icónica bahía de Jounieh. Y era en ese momento cuando descubríamos el impresionante vestido de Zein Qutami que, como suele ser habitual en las propuestas de Elie Saab, estaba lleno de exquisitos bordados.
"Tuvimos algunas conversaciones sobre mis preferencias, hacia qué estilos me inclino, los cortes con los que me siento más cómoda y lo que creo que favorece más a mi cuerpo. Pero sinceramente, confiaba plenamente en el Sr. Saab. Sabía que lo que él imaginara sería algo que sentiría como propio, pero elevado de la forma más hermosa", explica la novia a ¡HOLA!, y no se equivocaba.
Elie Saab creó para ella un diseño blanco, de corte clásico, confeccionado en seda bordada con mangas en color marfil y con un pronunciado y favorecedor escote —un detalle que Celio mencionó que le gustaba—, que acompañó por un velo largo. Pero lo más especial, como todos los diseños que forman parte del imaginario del libanés, son los bordados. Para realizar el vestido de Zein se han empleado 1.500 lentejuelas tornasoladas, cerca de 8 kilómetros de hilos de lurex plateados y algo más de 5 kilómetros de hilo de seda.
Un diseño de cifras récord que, tal como explica el propio diseñador a ¡HOLA!, ha requerido unas 800 horas de trabajo —unas 480 para realizar desde los bocetos hasta los bordados con lentejuelas, más otras 300 en tareas de patronaje, montaje, pruebas y gestión de volumen—. "Como con todos los vestidos de novia que diseño, el tiempo dedicado al vestido de Zein fue el mismo que el que doy a mis clientas. Cada vestido se concibe y se realiza con gran responsabilidad y el cuidado que merece", asegura el libanés.
El segundo vestido de Zein Qutami
Pero ese no fue el único diseño que lució la ya mujer de Celio Saab. Por la noche, Zein sorprendió con un vestido de fiesta concebido como una creación más espectacular y teatral que contrastaba con el traje que llevó durante la ceremonia religiosa, más clásico. Se trata de un diseño confeccionado en tul bordado con microlentejuelas, perlas y cristales en tonos rosa arena, uno de los colores preferidos del creativo libanés.
Dos diseños de alta costura que, como explica a ¡HOLA! la novia, ha sido muy emocionante lucir. "Llevar algo diseñado por alguien cuyo trabajo he admirado durante tanto tiempo y que además es parte de mi familia, fue increíblemente especial. No se trataba solo del vestido; se trataba del pensamiento, el cariño y el amor que se pusieron en cada puntada. Ese sentimiento lo guardaré para siempre".
El día antes... y el día después
El esperado enlace arrancaba con una preboda en la que la pareja dio la bienvenida a buena parte de sus invitados. Fue una celebración al aire libre, con vistas al mar, en la que se esperaba que la novia sorprendiera con uno de los diseños de su suegro y así fue.
Zein eligió un llamativo y favorecedor diseño en tono rosa arena. Se trata de un vestido de alta costura perteneciente a la colección Haute Couture Otoño/invierno 2025-2025, presentada el pasado 9 de julio en París, con el cuerpo encorsetado y un amplio escote que resalta y potencia las curvas de la novia. Está confeccionado en tul bordado con cristales y cuenta con motivos lineales de flecos dorados.
Como suele ser habitual en las creaciones de Elie Saab, el cuerpo del traje está salpicado de bordados realizados a mano que llevan cientos de horas de trabajo; tantas que en la mayoría de los casos superan con creces las 400. En este caso se trata de una combinación de dibujos geométricos y florales que se entrelazan, creando un dibujo único. Pero quizá lo más especial y espectacular es la falda de silueta columna, totalmente bordada con cristales, lentejuelas, cabujones y tejido trenzado, conformando decenas de flecos que caen desde la cintura.
Al día siguiente de la boda, durante la recepción que los padres del novio ofrecieron en su casa, Zein lució un nuevo traje. "El último vestido —explica a ¡HOLA! la novia— fue un homenaje al “glamour” libanés, al Beirut de los años dorados, a la mujer que celebra con intensidad. Quería algo más atrevido, más sensual, pero sin perder la sofisticación que define al estilo Saab".
Todas las joyas elegidas por la novia son de Chopard, del maquillaje se encargó Bassam Fattouh y del peinado Wassim Morkos.