Al pararse a observar a algunas de las madrinas más virales de la red, resulta fácil detectar patrones que se repiten. Con sus looks se demuestra que existen fórmulas de estilo para las invitadas más maduras que siempre favorecen y que no pasan de moda.
Aunque el abanico de opciones para vestir a la madre del novio es variado, en cada región hay unos looks más populares que otros y en concreto, en la capital del sur, las más estilosas recurren a vestidos sencillos, de inspiración clásica que combinan con grandes joyas, guantes, tocados minimalistas y mayoritariamente mantilla. En Sevilla hemos encontrado algunas de las propuestas más inspiradoras que se han ganado el beneplácito del público y que envejecen a la perfección en las fotografías (sin resultar demodé).
El rojo es un tono infalible que demuestra que no es necesario recurrir a lo extravagante para lograr un estilismo impactante, lleno de vitalidad y favorecedor para el rostro. Así lo refleja el look que aparece en la imagen: una madrina en una boda celebrada en el cortijo sevillano Torre de la Reina que apostó por un enfoque minimalista en rojo, acompañado de una majestuosa mantilla. El vestido presentaba un escote cuadrado, mangas francesas, corte entallado en la cintura, silueta columna y largo hasta el suelo. Completó el conjunto con unos pendientes largos de perlas y un bolso joya dorado y mini.
El amarillo ha pasado de ser un color reservado para invitadas atrevidas a un gran aliado para madrinas que quieren resaltar su bronceado. El tono ofrece muchos niveles cromáticos, desde el más chillón al sutil 'pollo' y también convence a las madrinas sevillanas. Lo vemos en este caso con un diseño liso, con movimiento, mangas largas y drapeado en el cuello de Lina Sevilla. La madre del novio añade además una mantilla de blonda muy elegante, un bolso saco estampado, unos zapatos de tacón en naranja y un broche en la solapa.
Los colores vibrantes también son una excelente opción para las madrinas, y las mujeres andaluzas lo tienen muy claro. Solo hace falta saber elegir —o dejarse aconsejar— el tono que mejor resalte el tono de piel y los rasgos de la madre del novio. A veces, eso se traduce en una elección audaz y poco convencional, como este favorecedor lima que lució nuestra protagonista en un vestido de estilo blusón, con largo hasta los tobillos, escote cerrado y mangas semitransparentes. Una creación de Obando que completó con una mantilla blanca para una boda muy estilosa que dio la vuelta a la red.
El terciopelo se convierte en una opción ideal para bodas que tienen lugar en zonas frías, siendo especialmente popular para los estilismos de madrina durante los meses de invierno. En Andalucía, es común que se utilice este tejido cuando descienden las temperaturas. Las madres del novio suelen optar por colores oscuros y elegantes, aunque también se decantan por tonos suaves y empolvados, como en este caso.
El conjunto que aparece en la imagen es un estilismo de madrina en tonalidades rosadas, que juega con distintas texturas, lleva una pieza de quita y pon en terciopelo, con mangas largas y un broche en la solapa. Es una creación de la diseñadora Paloma Cerezal para una boda celebrada entre la Iglesia Santa María de la Paz y la Casa Guardiola, en Sevilla.
Llevar mantilla no tiene que traducirse necesariamente en recurrir a un vestido de madrina clásico. Por el contrario, existen opciones más creativas, aunque siempre de un único color, que permiten sumar este complemento con estilo. Lo vemos en el estilismo que se encuentra sobre estas líneas. Se trata de una madre del novio con un diseño del andaluz José Luis Zambonino, con una amplia experiencia en creaciones a medida y con atelier en el corazón de Sevilla.
La prenda, realizada en crepe de seda natural, destaca por su color tendencia, un camel que sigue la línea de los marrones que se enmarcan dentro del fenómeno del lujo silencioso. También destaca por sus flores bordadas a mano en organza de seda natural y su escote bañera, que no son impedimentos para combinar el resultado con una mantilla de blonda tradicional con peina pequeña, que lució en un enlace de octubre.