A veces, tener el melenita corta puede resultar un reto a la hora de peinarse para ser la invitada perfecta. Y más si eres madrina y debes seguir el protocolo llevando un tocado, pero nada más lejos de la realidad, porque realmente existen peinados perfectos, sea cual sea tu edad o tu estilo. Aunque tradicionalmente se asocia este rol con moños clásicos y cabello largo, cada vez son más las que apuestan por lucir su pelo corto con estilazo y complementar el peinado con un tocado a la altura de la ocasión.
Si tienes una media melena, un bob o incluso un corte pixie, puedes conseguir un look muy favorecedor y sofisticado para la boda. Desde ondas marcadas con raya lateral hasta recogidos bajos deshechos o pulidos, pasando por melenas sueltas con volumen... Como verás a continuación, hay muchas opciones perfectas para combinar con casquetes, platos, diademas joya o tocados con redecilla. Sigue leyendo, porque te contamos las mejores ideas de peinados de madrina con pelo corto y tocado para que encuentres la inspiración y vayas impecable en un día tan especial.
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'Long bob' liso con raya a un lado
Alazne eligió un tocado tipo plato en color verde bosque, diseñado por Anita Ribbon. Este diseño destaca, sobre todo, por una curvatura estructurada que envuelve ligeramente el rostro, de ahí que sea el contrapunto ideal para llevar con el peinado que ha elegido: un clásico long bob liso con raya lateral, perfectamente pulido, que permite acomodar bien el tocado.
Carmen optó por un elegante recogido bajo clásico, un moño a la altura de la nuca, sin mechones sueltos, que despeja por completo el rostro y realza el cuello. Una base ideal para dar protagonismo al tocado diseñado por Mariana Barturen: un tipo plato en rojo intenso, a juego con el vestido de Javier de la Fuente, con delicadas flores en tonos maquillaje y rosa empolvado que añaden textura y movimiento.
Un moño deshecho o sin pulir puede actualizar un look de madrina sin dejar de ser distinguido. Marta es el claro ejemplo de cómo sentirse cómoda y guapa en la boda de su hija. Con un tocado ladeado en color púrpura, de Mariana Barturen, optó por recoger su melena con un moño a media altura, nada pulido y con algo de volumen en la nuca.
Isabel llevó el pelo suelto, con una media melena peinada con ondas al estilo Hollywood años 50 y la raya a un lado. Un look clásico y atemporal que siempre favorece. La gracia está en marcar las ondas y aportar cierto movimiento al cabello. El toque especial lo puso el tocado ladeado con red, que enmarcaba la mirada y sumaba glamour al conjunto.
Como estamos viendo, los tocados también se pueden llevar sin recogidos y esta elegantísima invitada lo demuestra. En su caso, equilibra la imagen clásica de su impecable look de Poydel dejando su melenita rubia suelta, peinada con raya al lado y ondas muy suaves y naturales.
Otra opción si quieres lucir el cabello suelto, pero darle un aire más formal y elegante, es llevar la raya a un lado y con algo de volumen en la raíz y, sobre todo, movimiento en las puntas. En el caso de Sonsoles de la Peña, optó por movimiento en las puntas hacia afuera, pero también podría ser al contrario. Un peinado elegante, discreto y correcto que acompañó con un tocado de red.
La madre de Ramón lució uno de los estilismos de madrina más comentados de la temporada. Eligió un recogido bajo y pulido, tipo bailarina, que dejaba todo el protagonismo al tocado: un elegante casquete de fibras naturales, decorado con delicadas flores en el mismo material. Un accesorio que está siendo plena tendencia entre las invitadas, pero que pocas madrinas se habían aventurado a llevar. La clave de su acierto estuvo en equilibrar la fuerza visual del tocado con un peinado sobrio y limpio, que armonizaba todo el conjunto.
Recogido bajo con mechones sueltos y pequeño tocado-joya
María del Mar fue la madrina en la boda de su hijo con la diseñadora Elena Moore, quien le hizo un vestido-capa espectacular que ahora lleva su nombre, “Mar”. Ella lo remató con un recogido bajo con mechones sueltos que enmarcaban suavemente su rostro. No era un moño pulido, sino un peinado con movimiento y textura, con un acabado relajado que acompañaba perfectamente ese look con capa que se movía al caminar. Lo remató con un pequeño tocado-joya colocado discretamente a un lado del recogido. Era un pasador brillante que aportaba un toque de luz discreto y elegante, haciendo un guiño al broche que recogía la parte de atrás del vestido.