Sevilla se ha convertido en el escenario de una de las bodas más esperadas de la semana. El empresario y decorador Lorenzo Moinet Ybarra y Gabriela Represa de la Lastra se han dado el 'sí, quiero' en El Sagrario de la Catedral de la ciudad hispalense, un templo de estilo barroco que se encuentra ubicado en la Avenida de la Constitución y está integrado en la gran manzana formada por la Catedral. Hasta allí se han desplazado más de 350 invitados que han querido acompañar a la pareja y han descubierto, a su entrada al templo, el secreto mejor guardado: el vestido de la novia.
Fabio Encinar, directo creativo de Encinar Brand, ha sido el encargado de crear para ella un vestido palabra de honor de brocado de seda con talle entallado. De este parte una falda que tiene bastante vuelo gracias al cancán que lleva debajo, hecho con 57 metros de tira de tul y organdí. Una silueta que recuerda, irremediablemente, a los diseños de Dior de los años 50.
Una novia diferente
Uno de los detalles más especiales es el bies de tafeta negra que recorre el escote, una pieza que se anuda en la espalda con un lazo negro que cierra la cola con caídas de dos metros y medio. Las mangas, acampanadas y elaboradas en el mismo tejido que el vestido, también cuentan con un remate negro. Por eso no sorprende que la novia se haya decantado por unos zapatos del mismo tono de Manolo Blahnik.
La joya más especial ha sido, sin duda, la tiara que ha lucido la novia. Se trata de una pieza familiar del siglo XIX, de diamantes de diferentes tamaños que mezclan motivos florales y flor de lys. Un diseño elegantísimo y muy favorecedor que la novia ha lucido con mucho estilo.
Pero este no ha sido el único vestido que Fabio Encinar ha diseñado para Gabriela. Ya en la preboda, celebrada la noche del viernes, pudimos verla con un vestido palabra de honor de tafetán con figura drapeada hasta cadera y volumen en falda; un diseño de largo midi y de color rosa empolvado que favorecía especialmente a la prometida.