Por fin es el día. Claudia Ula, la mayor de los tres hijos de Raquel Revuelta —empresaria y modelo que se coronó como Miss España en el año 1989—, y su prometido, Vicente Benítez estaban deseando que llegara el 21 de junio. Era la fecha que habían elegido para darse el 'sí, quiero' en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en Zahara de los Atunes. Y ha sido a su llegada el templo, al filo de las cinco de la tarde, cuando hemos podido ver el secreto mejor guardado, el vestido de la novia, un diseño creado por Victorio & Lucchino del que compartió algunos detalles con ¡HOLA! en su última prueba.
Todos los detalles del vestido de novia
No es casualidad que Claudia se haya decantado por José Víctor Rodríguez Caro (Victorio) y José Luis Medina del Corral (Lucchino), diseñadores de su Sevilla natal y muy amigos de su madre, para que crearan su traje. "Desde que tengo uso de razón, José Luis y José Víctor están en nuestras vidas. Además de admirarlos, mi madre y yo les queremos mucho porque han participado y nos han acompañado en muchos momentos importantes", explica la novia a ¡HOLA!, quien ya ha lucido diseños de la firma en otras ocasiones.
Para ella han creado un vestido muy especial, en el que se ha tenido especialmente presente el lugar del enlace y la celebración. Hay que tener en cuenta que hace unos días la propia novia nos explicaba que toda la boda iba a tener una estética un poco hippie, muy relajada y que eso se trasladaba al dress code: chaquetas de lino y guayaberas para ellos, nada de chaqués ni rigideces. Con estas premisas, los diseñadores han dado forma a un traje de corte sirena, realizado en crep con superposiciones en gasa cristal francesa y tul, emulando al encaje, pero dándole ligereza y sutilidad al conjunto.
Sus hermanos, Miguel Ángel y Nicolás, han sido los encargados de llevar al altar a Claudia, como ella misma adelantaba a ¡HOLA! hace unos días, como símbolo vivo del legado paterno que sigue latiendo en su familia. Un gesto lleno de fuerza y cariño que le brinda el soporte que necesita en un día tan cargado de emociones ya que, como ella misma dice, “a mi padre le hubiese encantado llevarme al altar, estaba muy orgulloso de mí”.
Pese a que Claudia confesaba a ¡HOLA! que no se imaginaba una boda formal, sí ha optado por ir velada, igual que hizo su madre cuando se casó con su padre, Miguel Ángel Jiménez, fallecido hace cinco años. De hecho, ha querido tenerlo cerca de una forma muy simbólica al colgar del puño dos medallitas: una de cerámica, con su nombre, creada por El Atelier Pottery, un detalle de María; y otra de plata, regalo de su amiga Laura, una de sus testigos.
De los pendientes con anécdota al look de belleza
Elegir el resto de accesorios que forman parte del look nupcial no siempre es fácil. Claudia explica a ¡HOLA! que encontró los pendientes perfectos en la joyería Chico, pero le costó bastante decidirse. Finalmente, optó por un modelo de oro blanco y brillantes con una divertida anécdota. Y es que se trata de una joya desmontable que está compuesta por dos piezas: un chatón y una cascada. La novia nos cuenta que cuando se los probó colocó la cascada detrás del lóbulo. Aunque no era la forma correcta de lucirlos, le gustó tanto el resultado que decidió llevarlos así el día de la boda.
Lo que sí tuvo más clara fue la elección de los zapatos, el modelo Azia 95, en Rosa Ballet, de Jimmy Choo. Sencillos, altos y con unas elegantes tiras curvas que bordean y estilizan el pie. Y el ramo de novia, un gran diseño tipo cascada que combina tonos verdes y diferentes flores blancas consiguiendo un efecto más exótico.
Ana Camero, que ha trabajado muchos años en SIMOF —Semana Internacional de la Moda Flamenca, de la que su madre es directora fundadora— ha sido la encargada de crear su peinado, un favorecedor moño de bailarina muy pulido que no solo encaja perfectamente con el vestido, sino que es una de las opciones más adecuadas para llevar velo. El maquillador Pedro González, íntimo amigo de la familia, maquilló a Raquel Revuelta en su boda y por este motivo a Claudia le hacía especial ilusión que también fuera quien lo hiciera en la suya. El resultado ha sido un acabado muy natural, con la piel muy jugosa y los ojos como protagonistas gracias a los tonos tierra de las sombras.