La futbolista Alba Redondo y su pareja, Cristina Monleón, no pueden estar más felices. Este sábado, 14 de junio, unieron, ante sus seres queridos, sus caminos y pasaron por el altar, en un sencillo y elegante enlace. Era, nos decían, la boda de sus sueños, “con guiños a nuestras vidas y divertida”. Porque no tenían ninguna duda de que su gran día tenía que ser un reflejo de lo que son.
Si en la ceremonia lucieron dos preciosos vestidos, de estilo bohemio; para la posterior celebración, optaron por unos diseños totalmente diferentes. Al igual que muchas novias, querían disfrutar y estar cómodas en su fiesta y, por eso, aquellos looks románticos dejaron paso a dos conjuntos -dos piezas- con los que dejaron sin palabras a sus invitados.
Dos piezas
Una vez más, ‘jugaron’ a ir parecidas -confiaron, de nuevo, en los mismos creadores, Néstor Richart y Mª Paz Monroig, de la marca NM Designs-, pero distintas, al mismo tiempo. Alba impactó con un top con cuello cuadrado, de media manga de guipur, que tenía detalles de pedrería y espalda en pico, anudada, con un lazo. Una prenda que combinó con un pantalón tipo palazzo.
Cristina, por su lado, confió, de nuevo, en un escote en ‘V’, de media manga, con abertura tipo slit, que se cerraba con un lazo de tela. Y, como su ya mujer, un pantalón tipo ‘palazzo’, aunque, en su caso, escondía un detalle que marcaba la diferencia: una abertura frontal con la que mostraba, un poco, sus piernas.
Unas zapatillas muy especiales
Si la vida de Alba gira en torno al fútbol, la de Cristina ha estado siempre muy ligada al baile deportivo, así que, en un nuevo guiño a esa pasión compartida por el deporte, cambiaron sus zapatos por unas zapatillas Puma. Pero no eran unas deportivas cualquiera. Habían sido personalizadas, para ellas, por Ana Galocha.
La artista -nuera de Ancelotti- plasmó en ellas sus dibujos de ‘monstruitos’ -como ella los llama- y son las primeras que ha hecho a mano.Cada una era diferente -con colores distintos- y una frase con mucho significado para las novias que cuidaron hasta el último detalle de su enlace.
Para ellas, lo que de verdad importaba era “estar reunidas con toda la gente que nos quiere” y lo consiguieron. Amigos, familiares y compañeros de profesión las acompañaron en este día que recordarán por siempre.