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El catering es uno de los elementos más importantes en la organización de una boda, ya que no solo impacta directamente en la experiencia de los invitados, sino que también refleja el estilo y la esencia de la celebración y es clave en que los asistentes al enlace se lleven un mal o buen recuerdo del día. Sin embargo, entre la emoción, la 'sobreinformación' y el estrés de planificar cada detalle, es fácil cometer errores que pueden afectar la calidad del servicio, el presupuesto, la atención al detalle o incluso la satisfacción de los asistentes. En este artículo te contamos cuáles son los errores más comunes que se deben evitar al escogerlo, qué preguntas deben hacerse sí o sí, qué debes tener presente a la hora de elaborar el menú de tu gran día y cómo tomar decisiones más informadas para que todo salga perfecto.
© Catering Manzano / Casa Marcial. Foto: Mercedes BlancoNo considerar la época del año y la hora de la celebración
Cuando se comienza a diseñar el menú de una boda, no solo se debe escoger sabiendo qué platos gustan a los novios, sino que se debe tener presente el momento en el que esta celebración tendrá lugar, ya que no se come la misma cantidad en un almuerzo que en una cena y la temperatura que habrá en esa jornada. "La época del año es un factor a tener en cuenta cuando se elabora un menú. El cliente desea platos frescos con colorido y más detalles en bodas de verano. Sin embargo, en épocas otoñales trabajamos platos y cremas calientes, realizadas con verduras de temporada”, nos explicaban desde Alfonso Catering.
© Eventos SollaDescuidar el producto de cercanía
Teniendo presupuesto, la pareja no puede olvidar que los alimentos frescos de temporada son también los que más sabor tendrán y del mismo modo sucederá con los productos de cercanía, propios de cada lugar en el que se celebra una boda. Ellos están ligados a las recetas propias de cada territorio y es algo que los novios pueden explotar para tener grandes resultados. “Siempre solemos recomendar platos con productos de temporada, haciendo hincapié en algunos de los mejores productos que trabajamos, como el atún rojo de Almadraba, que nos sirve el más prestigioso proveedor de la zona de Cádiz, o nuestras carnes con denominación de origen”, aconsejaban desde Catering Campuzano.
© @haciendamolinoblanco. Wedding planner: @palomablanco_weddings. Foto: @ismaelurbanoInvertir más en decoración que en menú
Uno de los errores más comunes entre las parejas que se van a casar es que se dejan llevar por la espectacularidad de una decoración, cuando, en ocasiones, puede suceder que no tengan un buen presupuesto en el que se contemple en un menú acertado. Ante la duda sobre a qué partida dedicar más, aconsejan los expertos que conviene reducir la inversión en decoración y apostar por dedicar parte de esa partida a un catering que logre buenos resultados.
© @cateringlagranfamilia. Foto: @abelmangas_No contar con suficientes camareros por mesa
Uno de los detalles que muchas parejas pasan por alto por desconocimiento es el de consultar al catering de la boda cuántos camareros habrá por mesa. Esta pregunta que parece realizada para sacar el máximo partido a la organización del enlace es, en realidad, muy útil porque permitirá que la empresa se asegure de estimar correctamente el número de personal que necesita. La realidad es que se aconsejan un camarero por mesa, para que todo el mundo esté correctamente atendido y nadie tenga que esperar en exceso.
© Isabel Maestre. Foto: René DulceyNo considerar las alergias e intolerancias o dejarlas para un segundo plano
Es algo que se ha convertido en imprescindible entre quienes acuden a una boda, pues todos los invitados suelen responder a un cuestionario en el que explican si cuentan con alguna alergia o intolerancia que se deba tener en cuenta en la alimentación del día. Sin embargo, que alguien cuente con este condicionante alimentario no significa que el catering tenga que recurrir a platos aburridos para ellos, pues siempre existen opciones muy acertadas y deliciosas, con las que esta persona no sentirá que se ha recurrido a un plato comodín para ella.
© Catering Cinco. Foto: NORWUDUnas cocinas muy pequeñas para una boda muy grande
Esta cuestión quizá pueda estar algo más cubierta si el catering de la boda visita el espacio de celebración con los novios o si la wedding planner que escoge la pareja entiende qué espacio es necesario para que el catering pueda desarrollar con comodidad su trabajo. Porque, sí, a la hora de elegir el enclave del gran día, también conviene revisar las cocinas: que estén limpias, que sean amplias, que cuenten con una correcta distribución y que permitan para un número grande de personas que el trabajo se desarrolle con cierta facilidad.
© @lahuertadesanlorenzoUn bufé que se quede corto
Los bufés son un recurso muy vistoso, perfecto para el aperitivo o para hacer más amena una boda tipo cóctel. Aunque puede haber en ellos todo tipo de alimentos (son muy famosos los de quesos), siempre debe tenerse en cuenta que tiene que haber suficiente comida para todos los invitados, especialmente en los casos en los que la idea es que este espacio sea un rincón destacado y principal. Lo ideal es que se repongan los platos o bocados del mismo, porque no hay nada menos agradable que querer ir a probar algo y que se haya agotado.
© @goyocatering. Foto: @akudiva_photoOlvidar la importancia del postre
El postre es el bocado dulce que muchas parejas desean poner en su boda, especialmente los más golosos. En algunos casos se opta por postres muy extendidos, cuando se puede innovar algo más y sorprender al invitado con un bocado novedoso. Se debe tener cuidado con dos detalles: por un lado, si se opta por postres alternos servidos en mesa hay que contemplar también una opción que sirva para esos intolerantes y alérgicos y, por otro, si se opta por el siempre vistoso y agradable bufé dulce, conviene que haya suficiente cantidad para todos los convidados y que se pueda facilitar que se sirvan sin crear mucha cola.
© Catering HCUna mala selección de vinos
Quizá no sea el detalle principal para muchas parejas, pero un mal vino puede arruinar un convite que los novios han diseñado con sumo cuidado. La selección de la bebida y su maridaje tiene que tener presente no solo la cuestión del presupuesto de la pareja, sino también que case con lo que se va a comer. Mejor, además, si el caldo es de la tierra en la que se festeja el enlace.
© @ulivotrattoriaNo invertir en recena
Una boda dura muchas horas y para resistir toda la jornada, en los enlaces de día es imprescindible invertir en recena, puesto que será lo que hará las veces de cena y evitará que los invitados se sientan indispuestos al final del enlace. El abanico de propuestas gastronómicas para este momento de la fiesta es muy amplio. Siempre hay que pensar en grandes cantidades cuando hablamos de enlaces con un gran número de invitados y también en que estos queden saciados, mejor con grandes bocados que con pequeños.
© @fincaelgasco. Foto: @ismasanchezfotografoUn catering con poca experiencia
Cualquier defecto puede corregirse si el catering tiene experiencia, por eso conviene que, para eventos tan grandes como una boda, no se contrate a una empresa que está empezando, que sería una apuesta más apropiada para bautizos, comuniones y otros eventos con menor afluencia de invitados. Caer en el error de apostar por un equipo sin experiencia puede traer inseguridad y contratiempos de última hora que hagan a los novios estar preocupados y olvidarse de lo más importante: disfrutar.
