Cuando una novia comienza la búsqueda de su esperado vestido, los primeros momentos suelen ser de incertidumbre, preguntas y sobreinformación. Es lo que le sucedió a Reyes, una sevillana que, tras una investigación inicial, tuvo claro que quería un look hecho a medida. No había pieza de las firmas de colección que le convenciera, porque buscaba algo que fuera reflejo fiel de su estilo. “Todo me parecía muy impersonal y sentía que nada me identificaba. Es por ello por lo que me puse manos a la obra con la tarea de buscar un diseñador o diseñadora que me hiciera un vestido con el que sí sentirme especial y yo misma”, nos cuenta. Lo encontró en Isabel Núñez, quien dio forma a una creación plisada y con escote asimétrico que ha dado la vuelta a la red.

Un vestido de novia con plisado en zigzag
“Desde el primer día que hablamos supe que tenía que ser ella. En la primera reunión comentamos las ideas que tenía y cómo ella podía trabajar con esas ideas preliminares hasta llegar a lo que finalmente sería mi vestido de novia. Su forma de trabajar me maravilló: a partir de una idea inicial trabajaríamos el vestido, las telas y los distintos elementos poco a poco, modelándolos sobre mi propio cuerpo e inspirándonos día a día, dándole forma, sentido y personalidad hasta convertirlo en una pieza única. Y así fue”, recuerda nuestra protagonista.

Su objetivo era llevar asimetrías y una falda vaporosa, con muchas capas y con una cola ligera. En esta idea se basaron para crear la prenda: “empezamos eligiendo un escote palabra de honor que trabajaríamos más tarde y empezamos a añadir capas de muselina de seda en la falda, con una primera capa de organza de seda para darle consistencia y favorecer el movimiento de la tela”. Además, Reyes tenía claro que no quería un look en blanco, de forma que optó por un beis, crudo.

Lo más especial de la prenda era el cuerpo, para el que crearon un corpiño a base de una seda brocada satinada, más clara que la falda, para generar un contraste. “Para las mangas sabíamos que queríamos algo sencillo hasta la muñeca que dejase ver la piel pero sin restar protagonismo al cuerpo, que posteriormente sería una de las partes más importantes del vestido. Entonces a Isa se le ocurrió emplear para las mangas una gasa microplisada muy transparente de color crudo y ‘muy pegadita' a los brazos, para que se anclasen al cuerpo de forma distinta, creando así un escote asimétrico, tal y como yo tenía en mente. Y a partir de las mangas surgió la idea de diseño del resto del cuerpo: emplear gasas formando plisados que saliesen del cuello y cruzasen el pecho llegando a la cadera, abrazándola y dejando caer el resto de la tela hasta abajo, creando así una especie de zigzag, en consonancia con la idea de un diseño asimétrico”, revela.


En un primer momento, los puños no iban a existir, sino que serían mangas deshilachadas para conseguir un acabado rústico, pero el concepto no terminaba de convencer a la madre de nuestra protagonista. En la última prueba la diseñadora decidió añadir un puño con el mismo tejido plisado de las mangas. Un ejercicio de confianza que fue todo un éxito: “no vi el resultado hasta que fui a recoger el vestido para irme a Sevilla. Le dio un toque al vestido que no me esperaba, aportando más personalidad y gracia al conjunto. Me encantó".

Reyes quedó maravillada por el espectacular vestido, para el que solo tiene un recuerdo de una labor impecable. “Gracias a Isa, a su entusiasmo, sus ideas frescas y creatividad, todo esto fue posible: el día de mi boda me sentí más yo que nunca”, reconoce.

La propia novia admite que el proceso de creación del diseño fue todo un reto para su madre, puesto que no terminaba de captar las ideas que compartían su hija y la diseñadora y a pesar de ello, le regaló el diseño y la acompañó a todas las citas. “No tenía nunca problema en pillarse un ave y plantarse en Madrid fuese cuando fuese. Pero no se le hizo difícil por eso. Su problema es que era absolutamente incapaz de imaginarse el diseño final. Es verdad que íbamos creándolo poco a poco, pero la idea final estaba más o menos clara desde relativamente pronto en el proceso, ¡pero ella no lo veía!”, recuerda entre risas. Todo estaba en las propias cabezas de ambas, mientras que la madre hacía un gran esfuerzo por imaginarse el resultado, dado que no había boceto. “Cuando lo vio, le encantó”, comparte.

Para acompañar el estilismo, le sumó un velo que escogió en el último momento. Fue en esa misma última prueba cuando rechazó el tul más clásico, porque no encajaba en el resultado y fue el de seda rústica el seleccionado, para completar el look con un toque moderno.


Accesorios románticos
En materia de accesorios, los complementos que acompañaron este estilismo tan viral fueron unos zapatos de tacón cómodos, el modelo Inés de Mint and Rose, que la novia forró con ayuda de Isabel García y con los que consiguió un acabado muy original; el anillo de pedida con diamantes y un rubí y unos pendientes de la joyería sevillana Rivière Estudio, que le regalaron sus abuelos, piezas desmontables que acababan en un topacio celeste: su ‘algo azul’. “Por último, llevé un broche muy especial de oro, diamantes y perlas que perteneció a mi abuela y que mi tía Rocío me prestó para la ocasión, representando mi ‘algo prestado’ más único”, apunta.

Uno de los accesorios que tuvo más indecisa a nuestra protagonista fue el ramo de novia. La sevillana elogia la paciencia de la florista Ángeles Bauzano, de The Flowers Workshop, para dar forma a ese diseño en tonos pastel y con notas silvestres, compuesto por rosas, ranúnculos y claveles en tonos blanco y salmón. “Ella tiene un gusto exquisito y todo lo que hace me encanta así que, aunque no lo tenía muy claro al principio, sabía que el resultado iba a ser de 10”, señala.

Reyes confió en una maquilladora amiga de la familia para esta jornada tan esperada. Alicia Arenilla maquilló a su madre el día de su boda y ella quiso mantener la tradición. La experta también la peinó, con un cómodo y favorecedor moño de bailarina. Ella logró ese efecto buena cara, saludable, natural y de piel jugosa que tanto deseaba la novia sevillana. “No me había visto tan guapa en la vida”, desvela.

Un detalle convertible
Aunque son muchas las novias que optan por llevar más de un vestido en su gran día, optó por otra opción más popular: un diseño convertible. Las mangas de su look eran desmontables y nos explica que las retiró en el momento del baile para lograr un estilismo más “festivalero”, con escote palabra de honor. Al cuello le añadía un choker de seda beis con cristales, diseñado por Ana Herrero, de Anhet y unos pendientes de M de Paulet.

El barrio de Triana como testigo del enlace
Reyes y Vicente son sevillanos y querían celebrar su ‘sí, quiero’ en su tierra natal. La boda llegó el pasado mes de febrero, tras más de ocho años de amor. Ambos se conocieron en las fiestas del barrio de Triana, la popular ‘velá’ de Santa Ana, en Triana, en el verano 2016. “Nos presentó una de mis mejores amigas que conocía a Vicente del equipo de remo del Real Círculo de Labradores de Sevilla. En aquel momento Vicente estaba terminando ingeniería aeroespacial en Florida y yo estudiaba segundo de medicina en la Universidad de Sevilla”, recuerda. Por aquel entonces no tenían ningún objetivo claro, simplemente conocerse. En las Navidades siguientes comenzaron a salir.

La pareja ha estado sosteniendo su amor en la distancia, pues ambos han vivido fuera de su ciudad durante muchos años. “Siempre encontrábamos un hueco para viajar y vernos. Lo tenemos claro: la distancia nos unió aún más”. Entonces, tras el MIR, Reyes logró una plaza en Madrid y allí se trasladó Vicente. En aquel momento le advirtió: “cuando llevemos seis meses viviendo juntos voy a ‘hincar rodilla’. Y así lo hizo. En enero de 2024, siete meses después de mudarnos juntos, me pidió matrimonio en la casa de campo de sus padres, un lluvioso día delante de la chimenea”. Y comenzó una maravillosa cuenta atrás para una nueva y emocionante etapa vital.

Febrero fue el mes escogido para pasar por el altar, por sus temperaturas suaves en la capital andaluza, que permitían huir del sol abrasador. Es cierto que esto también tuvo sus consecuencias, pues la lluvia hizo acto de presencia: “a excepción de una nube que descargó toda su furia durante 10 minutos durante el aperitivo, el resto del día pudimos disfrutar de un tiempo espectacular, con un sol radiante y una agradable temperatura en torno a los 20 grados”. Y así fue desde la ceremonia en la Real Parroquia de Señora Santa Ana, “la catedral de Triana” (el barrio del novio), y en Hacienda Los Molinos del Maestre.


Un 'sí, quiero' en la catedral de Triana y en una hacienda de olivar
En el espacio de celebración, los novios encontraron preciosos escenarios propios de una hacienda de olivar del siglo XVII. Pero la elección de este enclave no salió de ellos, fue fruto de la conjunción de sus respectivas madres, que echaron una mano a los protagonistas cuando no encontraban un lugar que les entusiasmara para la celebración. “Se pusieron manos a la obra para ayudarnos a encontrar un sitio. Juntas visitaron varias haciendas y cuando llegaron a Los Molinos lo tuvieron claro: era nuestra hacienda y, confiando 100% en su criterio, la reservamos antes de visitarla. Cuando fuimos a verla nos enamoró”, indica Reyes.

"Una anécdota muy divertida de la boda fue el momento de cortar la tarta. Cortamos la tarta con el espadín del abuelo paterno de Vicente, parte de su uniforme de gala del cuerpo de ingenieros de caminos. Los padres de Vicente lo usaron para cortar la tarta en su boda, por lo que nosotros quisimos seguir con la tradición familiar y la usamos también para cortar la nuestra. Justo después de cortarla, Vicente improvisadamente metió su cara de lleno sin pensárselo dos veces y después me dio un beso con la cara llena de nata! ¡Yo no me lo podía creer! Fue un momento que nos divirtió mucho a todos. Él es así, de vez en cuando le gusta montar un buen show".

Coordinación de la boda profesional
Los sevillanos organizaron su gran día ellos mismos. Comenzaron el proceso un año antes y seleccionaron cuidadosamente los proveedores a su gusto. Sus hermanas, Rocío y Mariana, ayudaron en diferentes pasos y ambos trabajaron para repartir las tareas previas al enlace de forma justa. “Tomamos las decisiones con mucha calma, valorando las opciones que más nos gustaban a ambos y sin hacer un drama de nada”, nos desvelan. No obstante, los meses previos a la boda, se dieron cuenta de que necesitarían a alguien de apoyo en la jornada más esperada. Para ello, confiaron en Tanya y Juan, de S de Sevilla, que dieron los últimos detalles y se encargaron de los preparativos. Una inversión que aconsejan a todos los prometidos: “fueron muy profesionales y, al mismo tiempo, muy cercanos, justo lo que necesitábamos para estar tranquilos y poder disfrutar de nuestro día al máximo”.


"Mientras nos arreglábamos, el programa Gente de Andalucía, de Canal Sur Radio, nos dedicó unas preciosas palabras, deseándonos toda la felicidad del mundo. Son amigos de la familia, pero no sabíamos nada, así que nos pilló por sorpresa. Fue un detalle muy emotivo. ¡A más de uno se le escapó una lagrimilla!"

Aconseja Reyes, a todos los que se casan próximamente, que planeen su enlace con margen y tiempo, que se informen acerca de los proveedores con ayuda de esos amigos que han dado el paso recientemente y que investiguen en internet qué estilo de boda quieren. "¡Hay que disfrutar en cada momento! Sin duda, las últimas semanas son las más estresantes, por lo que tener un plan definido sobre qué hacer y cuándo ayuda mucho. Y no hay que olvidarse de hablar con tu pareja en todo momento, de lo bueno y lo malo de la organización”.

“Sin duda lo más especial fue reunir a toda nuestra familia y amigos en el mismo sitio. Vinieron de todas partes del mundo: desde California hasta Reino Unido pasando por Noruega, Alemania y Portugal. ¡Tenemos amigos muy internacionales!”, dice entre risas.


Decoración con historia
La decoradora Ángela Bustamante estuvo al frente de la decoración de la hacienda. Nuestra protagonista la define como creativa y con ella dieron forma a los centros altos y a los arreglos de colores alegres que lo inundaron todo (rosa, naranja, burdeos y mucho verde). Lograron un aire de bosque en tendencia, gracias a la incorporación del musgo y el resultado fascinó a todos. "Cuando conocimos a Ángela supimos al instante que ella nos ayudaría a crear la estética que queríamos: un ambiente campestre, pero colorido", afirma.

"También me pareció muy especial la música de la boda. Elegimos para el aperitivo el conjunto musical El Chispazo, un grupo que conocemos de toda la vida de la caseta de mi tío en la feria de Sevilla y con el que siempre nos “hartamos” de bailar. ¡El mejor flamenquito de la feria sin duda! Para la barra libre elegimos al grupo Olivetti. Dieron una caña increíble y nadie dejó de saltar en ningún momento. Fue precioso ver cómo gente de todo el mundo se reúne y baila al ritmo de la misma música, sea de donde sea".

Para poner el punto final a su historia viral, ella misma recomienda organizar el ‘sí, quiero’ siempre con ilusión y alegría, como un proyecto conjunto. También recuerda que es importante asumir que habrá imprevistos, pero aún así seguirá siendo el mejor día de las vidas de los novios. “Hay que valorar cada momento, cada abrazo, cada risa con los invitados… y, por encima de todo, cada mirada compartida con tu pareja. Te llevarás recuerdos que quedarán grabados para siempre”, concluye.

La boda de Reyes y Vicente
Fecha: en febrero de 2024.
Lugar de celebración (ceremonia y banquete): en la Real Parroquia de Señora Santa Ana, “la catedral de Triana”, y en Hacienda Los Molinos del Maestre.
Proveedores:
- Vestido: Inuñez
- Zapatos: Mint and rose. Forrado: Isabel García
- Pendientes y alianzas: Riviere Estudio de joyería (Sevilla)
- Choker del baile: Ana Herrero (Anhet)
- Fotógrafo: Alvaro Gayoso (Gayonso Weddings)
- Videógrafo: Rafael Guerrero Video
- Hacienda: Los Molinos de Maestre
- Catering: La Raza
- Wedding Planner (servicio de wedding day): S de Sevilla (Tanya y Juan)
- Decoración de la hacienda: Angela Bustamante
- Ramo de novia y flores de la iglesia: Angeles Bauzano (The Flowers Workshop)
- Maquillaje: Alicia Arenilla
- Sonorización: Staffsound
- Grupo aperitivo: El Chispazo
- Grupo barra libre: Olivetti