El pasado 3 de mayo fue un día muy especial para Véronique Goeders. Su hijo, el príncipe Alonso de Orleans-Borbón, fruto de su matrimonio con Alfonso de Orleans-Borbón y Ferrara-Pignatelli, duque de Galliera —con quien se casó en 1994 y de quien se divorció años más tarde— le dio el 'sí, quiero' a la condesa Charlotte de Liedekerke. Lo hizo en el convento de los capuchinos de Sanlúcar de Barrameda tras anunciar su compromiso el pasado noviembre. Un día muy especial que todos conservarán en la memoria y en el que la novia lució un vestido clásico acompañado de una bonita tiara.
Con permiso de la novia, la segunda mujer más importante y observada de cada boda es la madrina. Es por eso que su look debe ser cuidado al detalle. Y así lo hizo Véronique Goeders, que sorprendió con un look que, seguro, será inspiración para muchas mujeres.
Todos los detalles del look de la madrina
El protocolo de boda de día o de tarde, según proceda, por el que deberán guiarse las invitadas de este tipo de enlaces, es diferente para la madrina. Ella tiene unas normas especiales que no solo afectan al traje en sí, también a algunos complementos como la mantilla (si la lleva) o los zapatos. Estas dictan que siempre que el novio lleve chaqué, deberá ir de largo y llevar o bien mantilla o bien un tocado pequeño. Y esto es igual tanto para bodas de día como de tarde.
También que lo mejor es optar por diseños lisos, sin estampados, y si la prenda lleva algún print, es preferible que sea muy discreto y sutil, que casi no se note. El motivo es sencillo: debe imperar la discreción, sobre todo si es una ceremonia religiosa. Así mismo, tampoco es aconsejable elegir escotes demasiado pronunciados. En cuanto a los colores, no hay reglas escritas, pero los tonos pastel suelen ser muy favorecedores en celebraciones veraniegas. Sobra decir que el blanco y el negro —salvo en casos de estricta y reciente viudedad—, están prohibidos.
Pero las normas están hechas para saltárselas. Eso sí, conviene conocerlas bien para cumplirlas (o no) con criterio.
Un vestido palabra de honor y una pamela XL
Véronique Goeders decidió elegir un diseño midi, una longitud muy favorecedora, ya que tiene la capacidad de estilizar el cuerpo y resaltar la figura de una manera muy equilibrada. Se trataba de un vestido palabra de honor, de color café con leche y con unas sutiles rayas, que bien podría estar compuesto por dos piezas.
La parte superior, que dejaba a la vista sus hombros, se ajustaba al cuerpo, sin ser excesivamente entallada. En este caso, la dirección del print era horizontal, un detalle que ayuda a equilibrar proporciones. La falda, con ligero vuelo, contaba con rayas verticales para estilizar aún más la figura.
Para cumplir con el protocolo durante la ceremonia religiosa, la madrina recurrió a un chal de color beis que colocó cubriendo estratégicamente los hombros.
Para culminar su look, la madrina eligió unas sandalias a tono y una gargantilla de varias vueltas. Pero el elemento más especial fue, sin duda, la pamela. Se trata de un diseño de tamaño XL, asimétrico, decorado con varias flores en colores muy suaves. Un accesorio que Véronique Goeders llevó con el cabello recogido, un peinado que suelen recomendar los expertos para lucir con elegancia y comodidad este tipo de tocados.