
Isabel Zapardiez invoca a misteriosas criaturas marinas en su desfile en la Barcelona Bridal Week
La diseñadora ha presentado una inspirada colección 2015 en combinación con la propuesta de fiesta de Ana Torres
La vanguardia se subía a la pasarela al filo de las 12 de esta mañana en la Barcelona Bridal Week, de a mano de la diseñadora vasca Isabel Zapardiez, que ha orquestado el que posiblemente sea el más inspirado de todos los desfiles que hemos visto hasta ahora. Bellísimas creaciones de novia y fiesta, que han tenido como banda sonora la voz en directo de la soprano Elena Babé -en otras ocasiones el encargado de poner la música ha sido el cantautor y amigo íntimo de la diseñadora, Mikel Erentxun, que en esta edición ha acudido al pase para sentarse en el front-row-, vestida acorde con el resto de la presentación: una selección de tendencias bien calculada y perfectamente ejecutada, que se inspira en el movimiento del mar y más concretamente de las playas de San Sebastián.
Las tendencias: infinitas, en forma de capas cortadas al biés que caracolean a los pies de las novias, espaldas abiertas -incluída la de un espectacular vestido de novia de lana blanca-, tirantes de cristal y tocados de strass en forma de gota. Los colores evolucionan de azules preciosos y cristalinos al arena o gris piedra, emulando el efecto de las olas a las orillas del mar.
Los complementos: los zapatos, que han centrado la atención desde el principio gracias a un precioso modelo de plumas. La diseñadora presenta este año su primera colección de calzado.
En contratste con la vertiente marina de Isabel Zapardiez, la propuesta de Ana Torres, presentada inmediatamente después de la de la diseñadora vasca, se debate entre la simbiosis cromática del cielo y la tierra, abarcando dos de las tendencias que parecen proclamarse absolutas ganadoras entre los vestidos de fiesta de este año: el color rosa y coral frente al azul baby, el cerúleo o el aguamarina.
Los tejidos: adamascados, flocados y mikados de seda en las prendas con más volumen, y muselinas de seda, chantilly y plumetti en las más vaporosas.
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Las tendencias: infinitas, en forma de capas cortadas al biés que caracolean a los pies de las novias, espaldas abiertas -incluída la de un espectacular vestido de novia de lana blanca-, tirantes de cristal y tocados de strass en forma de gota. Los colores evolucionan de azules preciosos y cristalinos al arena o gris piedra, emulando el efecto de las olas a las orillas del mar.
Los complementos: los zapatos, que han centrado la atención desde el principio gracias a un precioso modelo de plumas. La diseñadora presenta este año su primera colección de calzado.
En contratste con la vertiente marina de Isabel Zapardiez, la propuesta de Ana Torres, presentada inmediatamente después de la de la diseñadora vasca, se debate entre la simbiosis cromática del cielo y la tierra, abarcando dos de las tendencias que parecen proclamarse absolutas ganadoras entre los vestidos de fiesta de este año: el color rosa y coral frente al azul baby, el cerúleo o el aguamarina.
Los tejidos: adamascados, flocados y mikados de seda en las prendas con más volumen, y muselinas de seda, chantilly y plumetti en las más vaporosas.






