La adolescencia es una etapa algo complicada de la vida tanto del hijo como de sus padres y la familia al completo. Es un periodo lleno de cambios físicos, psíquicos y emocionales en los que tu hijo te sigue necesitando, aunque a veces exprese lo contrario.
Es momento de recoger los frutos de la educación durante la infancia y también de seguir acompañándolo, evitando ciertas actitudes que hacen más difícil la convivencia. Estos son ocho de esos errores:
1. No tener una comunicación fluida
La comunicación con el adolescente es tan necesaria como difícil. Pero no por eso hay que tirar la toalla. Viven en un mundo interior convulso y han de sentir que pueden compartirlo con sus progenitores.
Para mejorar esa comunicación y que sea fluida, Mª Carmen Díaz Cadenas, coach y educadora emocional (www.mcarmendiaz.es), aconseja lo siguiente: "Crear un clima favorable de confianza y espacios que favorezcan la comunicación, estableciendo rutinas comunicativas, ser respetuosos, utilizar la crítica constructiva, no aconsejar con tu ejemplo juvenil, no gritar, no comparar y mostrar interés por sus cosas".
Además, recomienda gestionar las propias emociones como padres antes de hablar para poder luego validar lo que está sintiendo el hijo. Hay que pararse a su lado y escucharlo con serenidad, poniéndolo en el centro.
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