"Sólo voy a decir que mi ruptura con Jonathan ha sido de mutuo acuerdo, que me encuentro bien y que agradezco el interés y el cariño. Gracias". Con estas palabras, Soraya Arnelas anunciaba en Twitter que había puesto punto y final a su relación con su novio, el sueco Jonathan Moen. La noticia ha sido una gran sorpresa, sobre todo para sus seguidores más incondicionales que les veían como la pareja ideal y soñaban con ver a la cantante vestida de blanco, ya que desde hace meses sonaban campanas de boda.
Resulta curioso que hayan sido las redes sociales la vía elegida por Soraya para confirmar su ruptura con Jonathan, con el que llevaba saliendo desde hace cuatro años, ya que fue precisamente ese medio a través del cual se conocieron. "Cuando creías que nada podía cambiar la vida va y te sorprende. Volviendo a lo que fui, a lo que siempre he sido... Volviendo a sonreír", escribió la exconcursante de Operación Triunfo en su perfil de Twitter el pasado 7 de julio.
Como sucede en otras muchas relaciones, puede que la distancia haya sido uno de los motivos por los que hayan decidido poner punto y final a su relación. A pesar de que siempre que podía la cantante viajaba a Suecia para estar con su novio, que estaba terminando la carrera, a veces sus compromisos le mantenían 'atada' a nuestro país. Y es que en el terreno profesional a Soraya las cosas no le pueden ir mejor. Tiene actuaciones día si y día también y recientemente debutó como actriz en el cortometraje Triste soledad de violinista, dirigido por el gallego Roberto Lolo. "La experiencia ha sido fantástica, pero hacer cine es muy complicado. Me volqué en este proyecto porque tenía un trasfondo musical y me sentía un poco indentificada, pero nada más. No pretendo dedicarme al cine, le tengo mucho respeto a esta profesión", confesó la cantante durante la rueda de prensa. "Lo mío es la música y no pienso dejarla", añadió para tranquilidad de sus fans.
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