Si tu plan era guardar en un cajón las prendas de entretiempo hasta la próxima primavera, piénsalo dos veces. Se comenta en los círculos de moda que puedes llevar cualquier hit de tu armario (incluso en invierno) si aplicas la misma fórmula con dos o tres más. Un vestido, un chaleco, una americana... no hay mandamientos en el arte del layering, que consiste en sumar varias capas de ropa para protegerte del frío o, simplemente, para lucir al mismo tiempo tus prendas favoritas. Esta técnica se la debemos al noruego Fridtjof Nansen, quien propuso sustituir las pieles pesadas por capas más ligeras que permitiesen regular la temperatura y que, a su vez, no supusiesen un impedimento para la comodidad. Actualmente, estos estilismos son mucho más que uno de los trucos infalibles para hacer frente al temporal, ya que resultan en combinaciones especiales que nadie podrá copiarte. Por ejemplo, rescata ese vestido lencero que tanto extrañas o dale un nuevo uso a tu cazadora vaquera con estos consejos de profesional.
- Los vaqueros que más estilizan cuando llevas mil capas de ropa encima
Todos los elementos del traje
Es probablemente la fórmula más repetida durante los meses invernales, pues el traje de chaqueta y pantalón en sí está compuesto por varias capas (el problema viene, más bien, en verano.) Las 'jefas' de estilo se decantan, en estos casos, por prendas anchas y oversize, pues sabemos que hacerse notar está en tendencia.