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Con una guía de colores con millones de tonos como la de Pantone parece imposible elegir un favorito: si quisiéramos, podríamos vestirnos cada día de nuestra vida con un color distinto. Reducir opciones es precisamente uno de los quebraderos de cabeza de las millennials: ¿cómo saber lo que mejor me sienta cuando hay tantas cosas que no me he probado todavía?

La publicación de moda Who What Wear sugería el pasado diciembre una manera para cortar por lo sano, al menos en el terreno del color: según la experta en teoría del color y tendencias Kate Smith, CEO de Sensational Colour, existen cuatro colores que garantizan sentarnos bien a todas porque van con todos los tipos de piel. Y lo que es más, son capaces de seguir sentándonos bien toda la vida aunque la piel se vaya apagando, nos cambie el color de pelo o nos vayan saliendo arruguitas que arrojan sombras sobre el rostro.

Vamos a ver cuáles son estos cuatro colores mágicos según esta experta...

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EL 'NO-NEGRO'

O sease, una reinvención del negro en una tonalidad que resulte más favorecedora que el negro puro con nuestro tono de piel: según Kate Smith, las prendas oscuras tienden a potenciar las sombras en líneas de expresión, ojeras y arruguitas. Por este mismo motivo, cuando somos muy jóvenes el negro es un color favorito porque nos hace parecer más mayores.

Tonalidades de no-negro que funcionan a todas las edades: todas las que sean oscuras pero que se alejen un poquito del total black, como el gris carbón del top de cuello vuelto con pantalones sastre cropped de Cindy Bruna.

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Esta tonalidad funciona especialmente en las prendas de invierno, las de corte masculino como pantalones, americanas o abrigos largos, y en prendas oversize de lana. En verano, prueba con otras alternativas al negro como el azul-oscuro-casi-negro, el azul petróleo o el marino profundo: el trasfondo azulado en las prendas oscuras es un complementario de las pieles morenas y sienta bien a cualquier edad.

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Kristen Stewart equilibra prendas en color negro con blanco, para crear el efecto intermedio especialmente en la zona en 'V' en torno al rostro y al cuello, y pantalones en gris con cuadro Príncipe de Gales, que también buscan el mismo efecto y son un sustituto del total black, sin dejar de ser un outfit oscuro y de corte masculino.

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El look en pasarela

Cuatro versiones del gris profundo que sustituye al negro y que nos hace parecer instanténamente más jóvenes, todas ellas salidas de las colecciones primavera-verano 2017. De un coat-dress con jeggings en piel de serpiente, al total look en ante o el tejido vaquero en tonos de gris.

De izquierda a derecha: Olivier Theyskens, Rick Owens, Veronique Leroy y Aigner.

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EL AZUL LAVANDA

Oficialmente conocido como bígaro. Si nunca antes habías escuchado este color, te lo explicamos: se trata de una tonalidad pastel a medias entre el azul baby blue, el violeta y el lavanda, y aunque de primeras no te suene, lo has visto cientos de veces en camisas básicas de hilo.

¿El motivo por el que nos sienta bien a cualquier edad? Según Kate Smith, la piel va adquieriendo una tonalidad cada vez más fría con el paso de los años; este color intermedio, que toca todos los tonos entre el lavanda y el royal blue, funciona maravillosamente con todas las complexiones, tanto las frías como las cálidas. La Duquesa de Cambridge tiene una complexión más cálida con cabello castaño.

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Mientras que Carlota de Mónaco presenta una complexión más fría con pelo oscuro. Este jersey de punto de color lavanda complementa perfectamente la piel y ojos azules de la guapísima royal europea.

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El azul lavanda también funciona con pieles claras como la de esta fashion blogger australiana, que incluye este color en prendas y complementos con un shirt dress con cuello esmoquin en blanco y trasfondo lavanda de Phillip Lim y unas gafas de sol con cristales tintados de Le Specs.

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Más cerca del baby blue que del lavanda pero dentro del mismo espectro, este pichi complementa el jersey de color azul marino de cuello vuelto con un escote en 'V', un efecto muy parecido a la combinación blazer + camiseta y que permite iluminar la cara y crear un 'marco' para la prenda que llevamos debajo, modificando la forma en la que percibimos esos colores.

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El look en pasarela

En el mundo del diseño, el azul lavanda es un color que toca tonos cálidos y fríos porque añade tintes violetas a su composición, es decir, está un poquito más cerca del rojo que otras tonalidades de azul. De hay el efecto mágico (y rejuvenecedor) que ejerce al combinarlo con prácticamente todos los tonos de piel.

De izquierda a derecha: Adeam, John Galliano, Rolland Mouret y Jil Sander.

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EL FUCSIA

En España lo conocemos por ese nombre de toda la vida (el fucsia es un hit en las bodas españolas desde tiempos inmemoriales) y más o menos es vox populi que sienta bien a todo tipo de pieles. Las millennials lo llama también magenta, frambuesa o hot pink y son todos más o menos el mismo color: un tipo de rosa que se aleja del pastel y que está a medio camino del rojo y el violeta. Es decir, igual que con el azul lavanda, es un color intermedio o de transición y por tanto va a sentar bien casi por defecto.

Este color saca lo mejor de la piel morenita y no 'apaga' las pieles claras a frías como otros tonos de rosa como el nude o el millennial pink. Allison Williams arrasó en la fiesta Vanity Fair de 2014 con un vestido de cuello subido que iluminaba sus facciones y daba rubor a las mejillas casi sin necesitar maquillaje.

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No es la única que opta por el cuello vuelto + magenta: este color es tan favorecedor que cuanto más cerca lo llevemos del rostro, mejor. Incluso podemos adaptarlo a los complementos, como y dejar que también ejerza su poder sobre el resto de la piel, por ejemplo con un minidress sin mangas.

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Emilia Clarke tiene una maravillosa piel de porcelana que le valió para meterse en el bolsillo el papel de Khaleesi en 'Juego de Tronos': en su caso, la actriz opta por un vestido con cuello en pico muy acusado, que complementa su tono de piel en la cara y en el escote.

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La prueba de que estos cuatro colores funcionan con todas las complexiones y pieles es que los cuatro pueden complementarse con un rouge de uñas: este color clásico es potente y cálido por naturaleza, y por norma 'chocaría' con otro tono cercano. Excepto, en este caso, el fucsia, que se sitúa entre el rojo y el azul y por eso se complementan en lugar de repelerse. La combinación de rojo + fucsia es siempre infalible (no así rojo con cualquier otro tipo de rosa).

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El look en pasarela

En pasarela lo más probable es que en lugar de fucsia lo llamen hot pink, aunque la idea es la misma: rosa-rojo con tintes de azul. Esta fórmula intermedia funciona igual de bien con un cobalto que con un rojo intenso.

De izquierda a derecha: Bottega Veneta, Trussardi, DelPozo y Hermès.

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EL TURQUESA

Otro color que funciona con el rouge de uñas precisamente por su capacidad camaleónica de adaptarse a los colores cálidos y fríos por igual. El turquesa, explica Kate Smith, es uno de los pocos colores capaces de iluminar cualquier tipo de piel, aunque tendrás que probar hasta dar con el tuyo porque abarca prácticamente cualquier tono entre el azul y el verde.

Su consejo: si tienes la piel fina o pálida, lo más probable es que el turquesa que mejor que vaya sea el que coincida con las venitas en el dorso de la muñeca (el mismo truco que suele usarse para identificar si tenemos una piel fría o cálida). Para las pieles morenas, todos los rangos intermedios de este color funciona.

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La prueba: Jessica Chastain, con piel de porcela y melena pelirroja, perfecta y resplandeciente con un vestido turquesa con colorblocking en cobalto. Los zapatos: en nude, para neutralizar completamente su efecto y dar protagonismo al tono cálido del cabello, frío del azul e intermedio del turquesa.

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Otro estilismo que juega con estas mismas combinaciones de color, mezclando tonos azules puros con turquesa, complementanto una piel muy clara con melena rubia y ojos azules.

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¿De dónde viene toda la luz que irradia Juana Acosta? De los colores, por supuesto. La actriz onsigue un equilibrio perfecto y súper luminoso gracias a la combinación de dos de estos colores mágicos sobre un fondo blanco: el turquesa del maxicollar y el fucsia en los labios.

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El look en pasarela

El color turquesa es lo opuesto al hot pink: está más cerca de los tonos fríos aunque escala cualquier tonalidad que vaya desde el azul hacia el verde. Es un color indispensable cuando queremos ponernos algo que nos siente bien a cualquier edad porque favorece a todos los tipos de piel y siempre aporta luz, incluso cuando la piel parece más apagada.

De izquierda a derecha: Oday Shakar, Elie Saab y Tadashi Shoji.

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¿Es posible llevar todos estos colores al mismo tiempo como Juana Acosta? Sí, es posible, aunque el más difícil de incorporar es el 'nuevo negro' porque no se trata de un color de transición como los otros sino que está más cerca del negro o del gris.

Para un look súper colorido y juvenil a cualquier edad prueba con una combinación como esta: abrigo fucsia mezcla de lana y felpa, de Maje (450 €). Barra de labios semi mate en una tonalidad de rosa icónica de Elsa Schiaparelli, de NARS (25 €). Esmalte de uñas en color turquesa Venice Beach Venus, de Lauren B. Beauty (13 €). Jersey de cachemira en azul lavanda, con botones en los puños, de Michael Kors (820 €). Jersey de canalé de cachemira lavanda, de Banana Republic (73 €).

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