¿Por qué las 'celebrities' visten vintage? El lujo de segunda mano arrasa entre las chicas de moda

Hablamos con las nuevas coleccionistas de alta costura, artífices de los looks más virales de la generación Z

Las alfombras rojas son todo un acontecimiento a nivel internacional. Nos cuesta concebir que las celebrities repitan vestido pero mucho menos que se decanten por ropa de segunda mano. Sin embargo, es este aire de romanticismo de la moda vintage el que engloba los posados más memorables de los últimos años y está cobrando especial fuerza entre las nuevas generaciones. Jamás olvidaremos a Julia Roberts con su Valentino 'binomio' de 1992 en los Oscar de 2001, gala en la que se alzó con la codiciada estatuilla, o a Renee Zellweger, otra nominada ese mismo año, que apostó por un diseño drapeado de color lima muy anterior, firmado por el couturier Jean Desées en la década de 1950. Viajamos 20 años en el tiempo, hasta nuestros días, y parece que 'lo viejo' es lo nuevo nuevo. ¿El último ejemplo de que lo vintage está más de moda que nunca? El lookazo que llevó para asistir a la gala Time 100 en Nueva York.

VER GALERÍA

Zendaya, una de las precursoras de esta corriente sostenible

La protagonista de Euphoria ha conseguido, gracias a sus lookazos en la alfombra roja, ser considerada uno de los iconos de moda del momento y fichar por algunas de las firmas más prestigiosas del sector. ¿Su secreto? Combinar diseños exclusivos hechos para ella con elecciones de archivo que no dejan indiferente a nadie, como este espectacular modelo de Bob Mackie perteneciente a la colección de otoño 1998, cuando la actriz apenas tenía dos años. Con escote en 'V', corte a la cintura y falda evasé, está confeccionado en seda turquesa y negra y lo combinó con joyas de Bvlgari, casa de la que es embajadora. 

No es la primera vez que Zendaya apuesta por un look de este tipo. De hecho, el año pasado recogió su Independent Spirit Award con una pieza de YSL diseñada casi dos décadas antes de que ella naciera, y unos meses después, repetía estrategia con un impresionante look de gala firmado por Balmain que databa... ¡de 1956!

Influencers 'vintage' y 'hauls' de segunda mano: lo sostenible arrasa entre la Gen Z

VER GALERÍA

Obsesión por lo vintage en las grandes citas

Bella Hadid nos quitó el aliento hace unos meses en Cannes con su posado más viral hasta la fecha: un acorsetado vestido blanco con infinita cola de tul negro, de Jean Paul Gaultier, que Naomi Campbell estrenó en 2002. ¿Qué tienen estas prendas que nos gustan tanto? La respuesta se esconde más allá del brillo o los llamativos estampados, en la arrolladora actitud de las nuevas chicas de moda, un sentimiento generacional.

Los millennials y jóvenes menores de 25 años adoptarán un rol protagonista a nivel de consumo entre 2020 y 2025 con una cuota de participación activa de hasta el 70 % del mercado del lujo, de acuerdo con un informe de la consultoría Bain&Company en asociación con Altagamma. Además de ser quienes tienen más presencia digital, entorno donde la mayoría de las compras tendrán lugar en los años próximos, estos invierten mucho más que sus predecesores en caprichos o rituales de cuidado personal. Les interesan las experiencias y las fantasías, unas que las marcas están dispuestas a satisfacer e incluso, mejorar. 

VER GALERÍA

Moda circular: así cambiará nuestra forma de vestir en los próximos años

¿Por qué volvemos al estilo Y2K?

Para una generación soñadora, abrumada con las posibilidades y limitaciones del presente, el activismo y la libre expresión son pilares incluso a nivel de consumo. Como las marcas de moda sostenibles o de lujo ético están todavía fuera su alcance económicamente, recurren a la ropa de segunda mano sin ningún tipo de reticencia. Después de todo, no hay nada más sostenible que reutilizar prendas con vidas anteriores, cuya unicidad resulta indiscutible: lo que tienes ahora solo lo poseen unos pocos. El auge de la moda de los años 90's y 2000's encuentra aquí su principal razón de ser. Al ser las más cercanas en el tiempo, resultan las tendencias más asequibles en el mercado vintage (incluso en el vestidor de nuestras madres) y responden a un desenvolvimiento cíclico de la moda cada vez más acelerado. ¿Quién sabe? Quizá en tan solo un par de años añoraremos el chándal que tanto llevamos en 2020.

VER GALERÍA

Coleccionistas de luxury vintage: los verdaderos estilistas de la generación Z

Las estrellas de la generación Z lideran el camino para los futuros compradores con cada una de sus elecciones de estilo, superándose con cada posado. No obstante, aquella ha dejado de ser una tarea solamente de los estilistas, antes los únicos artífices de la celebrity. Entra en escena un inesperado participante: el coleccionista de moda vintage, quien cual curador de un museo, selecciona, adquiere y restaura codiciadas piezas del pasado listas para volver a lucirse en todo su esplendor. Desaparece así el prejuicio de la 'segunda mano'. Ahora es moda 'pre-amada' o pre-loved, por sus incontables vidas anteriores, y se ha convertido en un negocio lucrativo para quienes comenzaron a 'cazar' ropa usada por mera diversión. Hasta hace poco, estos recolectores eran el gran secreto de la élite de moda... y luego, llegaron las centennials

VER GALERÍA

Todos los ojos estaban sobre Olivia Rodrigo el día de su visita a la Casa Blanca, un mediático intento de Joe Biden por promover la vacunación juvenil. Para ello, la cantante 'se marcó un Cher Horrowitz' (icónica protagonista de Clueless) con un perfecto conjunto de tweed rosa firmado por Chanel, sacado de la colección Primavera/Verano 1995 de la maison, que data del mismo año en que fue lanzada esta película de culto. Como es lógico, sus fans no tardaron en reaccionar inundando redes sociales con réplicas del mismo look de minifalda y zapatos de superplataforma, aunque la historia detrás es mucho más profunda. Fue Brynn Jones, exmodelo y ahora coleccionista de moda, la encargada de fichar ese sofisticado conjunto viral para su tienda Aralda Vintage, ubicada en Los Ángeles, que gana decenas de adeptos por minuto con su repertorio de lujo. Incluso lo hace a través de la pantalla chica, en el fastuoso vestidor de la serie más vista del momento.

VER GALERÍA

- Desglosamos las prendas vintage más bonitas de la nueva temporada de Euphoria

De la alfombra roja al armario de las chicas de Euphoria

"¡Me atraen mucho las telas y siluetas opulentas! Siempre estoy a la caza de piezas raras de coleccionista", nos comenta Jones. Su participación en Euphoria parece una unión destinada a ser. La serie ha contribuido enormemente a consolidar esta estética maximalista de los zoomers con sus looks de inspiración noventera y dosmilera. Heidi Bivens, directora de vestuario, no dudó en contactarla y esta cedió prácticamente todas sus piezas de archivo para el segundo episodio de la más reciente temporada. En una escena, como la estilosísima Maddy (Alexa Demie), que ejerce de canguro para un hogar adinerado, se adentra en el armario de sus sueños y se prueba alucinantes piezas de alta costura, una tras otra, imaginando otra vida muy distinta a la que le ha tocado. 

Un vestido vintage bañado en lentejuelas doradas, firmado décadas atrás por Christian Dior; un escultural diseño de terciopelo negro, del recién fallecido Thierry Mugler (Otoño/Invierno 1991); un colorido camisero estampado de Chanel, ideado por Karl Lagerfeld para la primavera de 1997. Todas y cada una de estas fabulosas prendas esconden un pasado que espera ser redescubierto bajo el espíritu experimental de esta generación, tan combativa como revisionista: “Tienen esta confianza descarada en ellos mismos, en términos de sexualidad, identidad de género, sus propios cuerpos. Si quieren ser un poco más provocativos, lo serán", explica el historiador de moda Darnell-Jamal Lisby.

VER GALERÍA

Buscan lo que se llama 'marcas claves de archivo', una pequeña selección de firmas o creadores que casi todos los diseñadores actuales podrían citar unánimemente como inspiración por sus transgesoras aportaciones a la moda. Está claro que según a quién le preguntes, te dirán una u otra marca, pero lo cierto es que, a diferencia de sus antecesores millennial, que sacrificaban todo por un tesoro minimalista de Helmut Lang o Comme des Garçons, los nuevos chicos 'it' se inclinan más hacia Versace, Dior o Dolce & Gabbana, firmas cuyo apogeo a mediados de los noventa definió la adolescencia de la generación inmediatamente anterior, esa misma que ahora rechaza el vaquero de tiro bajo para aferrarse al normcore. Según Brynn Jones: "Estas jóvenes eran aún muy pequeñas, si acaso habían nacido, cuando llevamos el estilo Y2K original. Ahora que son lo suficientemente adultas para expresarse a sí mismas a través de la moda, debe ser divertido poder incorporar a sus armarios eso que crecieron admirando". 

VER GALERÍA

- Las tendencias de moda que arrasaron en 2021 y seguiremos llevando este nuevo año

Se inspiran en las grandes divas de las millennials

Si tienes más de 25 años, seguramente muchas de estas decisiones de estilo te resulten más que cuestionables, quizá incluso te recuerden a tu muro de Facebook de hace una década, pero prometemos que el flechazo de Iris Apatow, hermana menor de la actriz Maude Apatow (Euphoria), por este dramático vestido verde de tipo corsé tiene una causa lógica. Las expertas en moda no tardarán en identificarlo: se trata de un diseño de Versace que en 2003 conectó a Beyoncé y Christina Aguilera, ambas princesas del pop, y ahora ha pasado a manos de Aralda Vintage para el disfrute de las it girls de la generación Z, fascinadas por los estrafalarios looks de aquellas grandes divas. Y es que Iris no ha sido la única que ha sucumbido a él. 

VER GALERÍA

La influencer Devon Lee Carson, íntima de Bella Hadid, también se ha hecho con uno, adicional a otros ejemplares antiguos igual de vistosos de Vivienne Westwood o Chanel. Su casi millón y medio de seguidores están enganchados a sus posados, propiciados por las estilistas Chloe & Chenelle Delgadillo, hermanas 'científicas de guardarropa' (como se hacen llamar en su perfil social) que trabajan con Olivia Rodrigo o Rosalía, artistas bien conocidas por sus respectivas estéticas: la española, con sus abrigos de piel y uñas de gel kilométricas, y la intérprete de Drivers License, con su afición por la simbólica mariposa y las faldas colegiales

VER GALERÍA

- Addison Rae: 84 millones de seguidores y una colección de vestidos vintage para impactar

Clientas VIP  y tesoros olvidados

En ello ha tenido mucho que ver la coleccionista Alexis Novak, que desde la apertura de su tienda Tab Vintage, también radicada en Los Angeles, ha causado una auténtica revolución entre las famosas. Y es que estos looks tan reconocibles y con tanto poder de influencia en las audiencias teen son solo posibles bajo la nueva alianza estilista-coleccionista, reflejo de la pujante necesidad de estos jóvenes por reescribir las reglas preestablecidas. "Estoy constantemente investigando y buscando. Aunque mi trabajo sea curar ropa antigua, siempre busco prendas que se sientan frescas", nos asegura. A ella le atribuimos algunos de los mejores looks de Addison Rae, Maddie Ziegler y otras clientas frecuentes, como la rapera Meghan Thee Stallion o la modelo Behati Prinsloo; aunque si le preguntas, confesará que ninguno ha sido tan especial como el vestidazo de sirena con el que posó Olivia Rodrigo para ser nombrada Entertainer of the Year 2021 por la revista Time.

VER GALERÍA

Se trata de un glamouroso ejemplar plagado de lentejuelas en sutil color aguamarina, diseñado por Halston en 1973. Por aquel entonces, su musa Pat Cleveland lo llevó en la portada de Playgirl un año más tarde, pero cuando Novak lo encontró estaba en pésimo estado. Le faltaban parches de lentejuelas y tenía agujeros en la gasa. "Se lo llevé a mi sastre, que es increíble, y con paciencia y amor conseguimos las lentejuelas adecuadas y lo reparamos. El vestido obtuvo una segunda vida... una increíble. ¡Olivia se veía espectacular!" -relata la fundadora de Tab Vintage sobre su descubrimiento más preciado- "Usar vintage requiere cierta creatividad porque estás dándole a la ropa una nueva perspectiva. Cuando vistes vintage, integras pasado y presente".

Gracias a este meticuloso rescate, la intención creativa del desaparecido Roy Halston, consolidador de la moda estadounidense retratado recientemente en una miniserie de Netflix, perdura tantos años después. El vintage no solo nos ayuda a reconocer esos momentazos de la historia de la moda sino también a recordar y contar nuevamente el legado de otros héroes olvidados que merecen esa segunda oportunidad.

VER GALERÍA

El armario 'vintage' de Kylie Jenner que en su día llevaron Madonna y Naomi Campbell

El imparable auge del lujo de 'segunda mano'

No hablamos de hacer más y más colecciones de aparente carácter sostenible sino de recuperar aquello que aún se esconde en cajones empolvados. "El exceso de ropa acabará con la ropa", dice Jean Paul Gaultier, uno de los pocos diseñadores que ha entendido bien de qué se trata este reclamo. Ha decidido vender prendas de colecciones previas en su página web, una tendencia que empezaron Gucci, Stella McCartney y Alexander McQueen y que seguramente pronto se impondrá como norma entre las marcas de lujo. ¿Qué motivó esta visión? Tal vez el reciente furor que ha habido en torno a sus creaciones más icónicas. Kylie Jenner tiene un repertorio de piezas de archivo de Gaultier, entre los que destaca uno de los vestidos de sirena del couturier con bustier cónico que data de 1987 y está valorado en más de 20.000 euros. Y no todo son bolsos plagados de logos o vestidazos artesanales. Su hermana Kendall prefiere la sencillez de las piezas 'segunda piel' o efecto tatuaje que también fascinan a Bella Hadid y Emma Chamberlain, youtuber y embajadora de Louis Vuitton. 

VER GALERÍA

El interés de los zoomers por estos estilos anteriores no solo viene del aluvión de información que tienen a la mano sino de la posibilidad de acceder al pasado de una manera mucho más tangible, desde el streaming de películas y series antiguas hasta las plataformas de moda vintage en internet. Érase una vez, la ropa de segunda mano se vendía en extravagantes mercadillos a jóvenes bohemios que buscaban ahorrarse algo de dinero. Ya no más. El despegue del e-commerce en este sector con empresas como Depop, Etsy, The RealReal o Vestiaire Collective, sucesores del mítico Ebay, son el principal facilitador de este fenómeno. Novak y Jones coinciden en los beneficios de la red: "Es difícil encontrar piezas de lujo en Los Ángeles porque es un sitio muy selecto. Tengo la suerte de tener algunos clientes particulares que me venden sus piezas, pero paso innumerables horas en Internet buscando y buscando", explica la fundadora de Aralda Vintage. En tan solo un par de días, un lookazo de coleccionista, confeccionado en París o Milán, sedes de las grandes casas de lujo, emprende rumbo hasta Hollywood, donde la magia se desata.