Eugenia Osborne y Nieves Álvarez: el duelo de estilo que reinventa el 'slip dress'

Interpretándola cada una de forma muy personal, la empresaria y la modelo apostaron por esta tendencia con guiño lencero para acudir a una fiesta en Ibiza

Por Mara Mariño

Por todo lo alto han terminado la semana Nieves Álvarez y Eugenia Osborne. En la noche de este jueves ambas coincidieron como invitadas de honor en la fiesta organizada por Bvlgari en Ibiza y apostaron por una misma tendencia, el slip dress. Un estilo que ha sido un todo un fenómeno en las pasarelas de la primavera-verano 2019. Marc Jacobs, Marco de Vincenzo o Alexa Chung han hecho del diseño inspirado en la ropa de cama, la apuesta más fuerte para competir contra los vaporosos diseños florales tan propios de la temporada. Sin embargo, tanto la modelo como la empresaria quisieron aportar su toque personal a esta seductora prenda para convertirla en el vestido de fiesta perfecto para la ocasión. Respetando el largo midi, una optó por una versión deconstruida y la otra, por un potente acabado en animal print.

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Si para algo sirve el verano es para dejarse llevar por los estampados más atrevidos, algo que hizo Eugenia Osborne con su look de tendencia. Las flores, los lunares o un moteado inspirado en el pelaje animal son algunos de los diseños más populares, no obstante, la empresaria quiso apostar por la piel de serpiente. Lo mostró en un vestido de tirantes finos, abertura en la falda. El detalle final a su look lo pusieron unas sandalias de tacón de tiras. Un calzado de éxito esta temporada, que, al ser de estética minimalista, acompañaban el slip dress sin sobrecargarlo. Un efecto que también conseguía con su colgante y su bolso metalizado con detalle de cabeza de serpiente, dos creaciones de Bvlgari.

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En el extremo contrario, Nieves Álvarez prefirió la versión más fiel a la tendencia lencera llevando un vestido con detalles de encaje superpuestos con inspiración directa en los camisones. Su modelo de Juan Vidal combinaba la parte del escote en negro, una pieza tipo bustier, con una falda de acabado satinado en azul marino plagada de volantes asimétricos. La combinación de los dos colores oscuros es considerada de las más elegantes por las primeras damas y mujeres de la realeza por lo que no podría haber escogido mejor. Para completar su estilismo, añadió un bolso de mano plateado de Bvlgari, también con cabeza de la serpiente a modo de cierre, y unas sandalias de tiras negras de Stuart Weitzman, una combinación ideada por el estilista Víctor Blanco.