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Antes de esta temporada, podría parecer que las tendencias que tanto éxito tuvieron en los años 90 y que nos sirvieron de inspiración gracias a los videoclips de las Spice Girls o a Jennifer Anniston interpretando a Rachel en Friends, se habían quedado en la década previa a los 2000. Sin embargo los diseñadores han encontrado en el estilo relajado y sencillo fuente de inspiración para las nuevas colecciones de otoño-invierno. Una de las prendas del resurgimiento que vemos a diario en los escaparates de todas las tiendas son los pantalones bootcut, un modelo que recibe el nombre por ser ajustado con la excepción de la zona de la pierna que va de la rodilla hasta el pie. Esa ligera campana, que permite que quepa la caña de una bota, ha hecho que se le bautice con el término y, de un tiempo a esta parte, se ha convertido en el pantalón preferido de Kendall Jenner.
Favorecedores para todos los tipos de cuerpo, los pantalones bootcut recogen la silueta en la zona de las caderas y equilibran la diferencia de volumen con la forma de la campana. Aunque a diferencia de aquellos que podían reinar en la pasarela hace casi 30 años, el bootcut que conocemos se distingue de su predecesor en que tiene el corte de la cintura alto, lo que, además, ayuda a estilizar haciendo parecer las piernas más largas. La prueba la pudimos ver en 2017, cuando los escogió Cindy Crawford para acudir a la Semana de la Moda de París.
Si bien los pantalones con la anchura bootcut se tratan de una prenda que prácticamente nos permite experimentar con toda la libertad del mundo a la hora de jugar con ella, ciertos requisitos la elevan consiguiendo que se adecue a las tendencias contemporáneas. Es el caso de incluirla en un total look monocromático como hizo la modelo. La cena en un restaurante parisino fue la excusa perfecta que la maniquí aprovechó para crear un estilismo actualizado que bien podría haber estado inspirado en cualquier sitcom de los años 90.
La co protagonista de Keeping Up with the Kardashians llevaba un pantalón que imitaba la piel de cocodrilo de la firma Unravel y un mini bolso de Prada como elementos de esencia retro. Los botines de punta cuadrada, el aderezo estrella que mejor parece casar con estos pantalones según la modelo, en color blanco, rompían la armonía del conjunto haciéndolo más original.
La cintura alta, que por mucho que pasen los años se niega a desaparecer del armario al resultar una de las más queridas por cómo resalta la figura, es también clave en los conjuntos que cuenten con el bootcut. Una invitación más que recomendable nos la hace Kendall Jenner adecuando el largo de su camiseta, de Zz Top, de manera que termine a la altura del inicio del pantalón. Con esta estrategia se hace hincapié en la figura de reloj de arena, algo a lo que ayuda de sobremanera el estampado de leopardo del pantalón de Tom Ford, que intensifica las curvas de la modelo al ser lo que más llama la atención del conjunto.
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