Este mediodía, los duques de Cambridge aterrizaban en la ciudad de Dundee con motivo de una visita oficial programada al Museo de diseño V&A, al que han llegado muy sonrientes y saludando a la multitud que esperaba a las afueras del edificio para poder verles. Para la ocasión, Kate Middleton ha lucido un conjunto protagonizado por su prenda preferida de cara a los meses de frío: el abrigo-vestido. La esposa del príncipe Guillermo cuenta con una extensa colección de ellos, mediante los que consigue configurar estilismos fieles a su esencia sofisticada y elegante a la vez que se protege de las bajas temperaturas invernales.
Esta vez ha decidido rescatar un diseño de Alexander McQueen que estrenó en 2012 con motivo de la celebración del día de San Andrés y que ha lucido en numerosas ocasiones, incluida la tradicional misa de Navidad de Sandringham del año siguiente. Se trata de una pieza de silueta entallada de manga larga y falda de línea 'A' por encima de la rodilla con bolsillos laterales que aporta volumen a su esbelta silueta. Uno de los detalles más curiosos de este vestido reside en la solapa con la que se cierra, puesto que, en lugar de contar con botones exteriores como la gran mayoría de los que luce habitualmente, posee una botonadura interna. En este caso, lo ha recuperado de su vestidor para, tal y como hizo su cuñada hace un año, hacer un guiño a la nación escocesa .
Este modelo cuenta con un estampado de cuadros en tonos verdes y azules que recuerda inevitablemente al de los trajes tradicionales de Escocia, como los típicos kilts que tantas veces ha lucido su suegro, el príncipe Carlos. La Duquesa de Cambridge lo ha combinado con medias tupidas, zapatos de tacón comodo de Tod's y guantes con detalles de lazo de Cornelia James, todo en tono negro. La nota de color la ha aportado el bolso de mano verde botella estilo años 50 de Manu Atelier. Con este look reciclado, Kate sigue el ejemplo de Meghan Markle, quien escogió un abrigo con un print de tartán muy similar para visitar Edimburgo en febrero de 2018.
La duquesa de Sussex le aportó su sello personal a este patrón en su visita oficial a Escocia meses antes de su boda con el príncipe Harry al decantarse por un conjunto más moderno que el de su cuñada, en el que combinaba un abrigo de Burberry de corte masculino con un jersey de punto de cuello cisne negro y pantalones palazzo a tono. Completó el estilismo con un bolso de bandolera con cadena que se desligaba de la estética lady de Kate. En aquella ocasión, la prensa internacional entendió este look como un guiño al estampado propio de la zona, y hoy la duquesa de Cambridge sigue este ejemplo sin necesidad de estrenar.
